Cirugía íntima femenina: labioplastia para mejorar la autoestima

La labioplastia vaginal se describió como tal en 1984 por Hodgkinson y por Hait, aunque la circuncisión femenina se ha descrito mucho antes en muchas culturas. De hecho, la demanda de esta técnica ha aumentado más de un 70% en EEUU y en Australia en los últimos años, y diversos estudios han señalado los beneficios de esta técnica para el bienestar del paciente, aumentando su autoestima y su capacidad para disfrutar del sexo.

Existen diversas motivaciones que llevan a una mujer a realizarse una intervención en su zona íntima:

• Seguridad sexual
   
• Baja autoestima
   
• Estrés en forma de depresión y/o ansiedad
   
• Insatisfacción con su apariencia genital
   

De hecho, la mayor parte de las mujeres que se han sometido a esta intervención se encontraban satisfechas con la apariencia de su vulva a los seis meses de la intervención.
 

• “Me siento más segura y sexy que antes”
   
• “Me siento más cómoda durante mis relaciones”
   
• “Estoy más cómoda cuando hago deporte”
   
• “El confort general ha mejorado al vestir ropa ajustada”

La cirugía íntima femenina, un tratamiento al alza

De esta manera, la depilación íntima de las brasileñas y el fácil acceso a la pornografía en Internet han promovido que un gran número de mujeres deseen una vulva más juvenil, con los labios menores ocultos y los mayores con mayor volumen. No obstante, existen también voces y movimientos contrarios que se oponen a ello, publicándose por ejemplo en 2010 un artículo en la revista Cosmopolitan titulado “Las vaginas están siendo atacadas. No dejes que un ginecólogo codicioso te hable sobre ello”.
 

Entre la población existe una percepción de que somos los propios profesionales los que animamos a realizar estos procedimientos, aunque realmente son las pacientes las que se interesan por estas cirugías. Las intervenciones más realizadas son:
 

• Reducción de los labios mayores y menores: la función de los labios es proteger la vagina y orientar la salida de orina durante la micción. Su tamaño mínimo es de un centímetro, y se consideran más grandes de lo normal si la distancia de la base al borde es superior a los 4 cm, sobresaliendo los labios menores de los mayores.
   
• Relleno de los labios mayores con grasa: se hace una pequeña lipoaspiración para obtener grasa, y una vez obtenida esta se introduce mediante cánulas a ambos lados. Es habitual que se requiera de un segundo proceso a los seis u ocho meses.
   
• Reducción del capuchón del clítoris: en este caso se extirpa la piel flácida que se ha dado como resultado del envejecimiento. Normalmente se hace una resección de piel y se sutura.
   
• Lipoaspiración del monte de venus: en los pubis muy abultados se les extrae la grasa con una liposucción, consiguiendo resultados muy buenos. En los casos de pérdida de peso extrema, se puede hacer a su vez un lifting de pubis.

Para más información sobre la labioplastia o la cirugía íntima femenina, consulte con el Dr. Cristian Almeda.