Asma y Dermatosis, enfermedades silenciosas de origen laboral

Written by: Dra. Inmaculada Herrera Mozo
Published: | Updated: 06/05/2022
Edited by: Cristina Mateo

Las alergias laborales, principalmente el Asma y las Dermatosis, son una de las enfermedades profesionales más frecuentes, estimándose que se producen hasta 10.000 casos nuevos cada año, de los cuales muchos quedan sin diagnosticar. Las enfermedades alérgicas respiratorias y cutáneas causadas por agentes y sustancias presentes en el puesto de trabajo están incluidas en el listado de Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social y son en la actualidad una causa importante de incapacidad laboral.

 

¿Qué es la alergia laboral?

 

La alergia es aquella reacción que se produce como consecuencia de una respuesta anómala o inadecuada del sistema inmunológico ante una sustancia o agente sensibilizante que recibe el nombre de alérgeno. Cuando el agente sensibilizante o alérgeno procede del ámbito laboral hablamos de la alergia ocupacional, laboral o profesional, en la que existe una relación causa-efecto demostrable entre la sustancia presente en el ambiente de trabajo y la sintomatología alérgica.

 

¿Cómo se manifiesta?

 

Las manifestaciones clínicas de las alergias laborales se pueden dividir en dos grupos principales, el de las enfermedades respiratorias y el de las enfermedades cutáneas, con un tercer grupo que se asignaría a la forma más grave de manifestación de las enfermedades alérgicas, la anafilaxia.

  • Enfermedades alérgicas respiratorias

Las enfermedades alérgicas respiratorias causadas por la inhalación de sustancias y agentes presentes en el puesto de trabajo constituyen el grupo de mayor prevalencia en países con un alto nivel de desarrollo y, según datos publicados, representan la cuarta causa de absentismo laboral en España. Las formas más frecuentes de enfermedad alérgica respiratoria son la rinitis y el asma, y ambos pueden ser de origen ocupacional (la enfermedad debuta en el puesto de trabajo) o preexistentes a una actividad laboral concreta que exacerba la patología (enfermedad exacerbada por el trabajo).

 

El asma relacionado con el trabajo es actualmente la enfermedad respiratoria de origen laboral más frecuente en los países desarrollados, estimándose que puede ocasionar hasta el 25% de todos los casos de asma aparecida en la edad adulta. Este asma puede ser de causa alérgica (asma inmunológico) o de causa no alérgica (asma irritativo) y los alérgenos más frecuentemente implicados en la forma alérgica son las sustancias de alto peso molecular, con la atopia como factor de riesgo (dermatitis atópica, alergia a pólenes, etc.).

 

Con respecto a las profesiones con un mayor riesgo de asma ocupacional se han descrito:

  • Técnicos de laboratorio.
  • Pintores (con pintura a pistola, que contiene isocianatos).
  • Panaderos y trabajadores de industria alimentaria en general.
  • Trabajadores de la industria del plástico y de la goma.
  • Soldadores.
  • Empleados en tareas de limpieza.

 

En relación con la rinitis, es importante conocer que es habitual que los síntomas nasales de rinitis precedan en meses o años al inicio de los síntomas de asma, considerándose en muchos casos que la rinitis es la “antesala” del asma. Diversos estudios establecen que los síntomas de rinitis preceden a los del asma ocupacional entre un 20% y un 78% de los pacientes, sobre todo en el caso de los alérgenos de alto peso molecular.

 

Cada año se detectan hasta 10.000 casos nuevos de enfermedades laborales.

 

  • Otras enfermedades alérgicas respiratorias

 

Dentro de las enfermedades alérgicas respiratorias hay que reseñar también el grupo formado por las neumonitis por hipersensibilidad o alveolitis alérgica extrínseca, principalmente por el riesgo que conlleva para la salud del trabajador al ser una enfermedad que puede evolucionar hacia fibrosis pulmonar.

 

En la actualidad se conocen multitud de agentes responsables de desencadenar este cuadro y es frecuente que se vayan añadiendo nuevos agentes a la lista conforme avanza el tiempo. Las dos entidades más conocidas dentro de las alveolitis alérgicas extrínsecas son el “pulmón del cuidador de aves” producido por proteínas del suero y de excrementos de las aves, y el “pulmón del granjero” por hongos presentes en el heno enmohecido, donde la concentración de la exposición es un factor de riesgo importante en el desarrollo de la enfermedad.

 

Debe sospecharse una neumonitis por hipersensibilidad ante un trabajador con exposición a sustancias orgánicas que desarrolla un cuadro clínico respiratorio con predominio de tos seca y disnea, y que asocia fiebre y malestar general. Los síntomas remitirán al cesar el contacto con el alérgeno y reaparecerán si vuelve a producirse dicho contacto, excepto en las formas crónicas de la enfermedad que pueden no remitir. Es importante tener en cuenta que las formas crónicas de las neumonitis por hipersensibilidad pueden ser difíciles de diagnosticar, y en ocasiones se confunden con un cuadro de EPOC. El diagnóstico se confirmará con una minuciosa historia clínica y hallazgos específicos en las pruebas de imagen (Rx, TAC) y de laboratorio (serología).

 

  • Enfermedades alérgicas cutáneas: dermatosis profesionales

Las dermatosis profesionales representan el 30% de las enfermedades relacionadas con el trabajo, e incluyen las afecciones cutáneas causadas, condicionadas, favorecidas, mantenidas o agravadas como consecuencia de la actividad laboral. Básicamente, dermatosis profesional es toda enfermedad de la piel causada por el trabajo y la dermatitis de contacto es la forma de expresión más frecuente.

 

Se estima que entre el 90-95% de las dermatosis ocupacionales corresponden a dermatitis de contacto, y de ellas el 20-25% son dermatitis alérgicas y el resto son irritativas. Las manifestaciones clínicas de una dermatitis serán diferentes según la fase de la enfermedad: 

  • En su fase aguda aparecerá eritema (enrojecimiento) de la piel con intenso picor e inflamación, acompañándose en ocasiones de vesículas y exudación de líquido claro.
  • En su fase crónica los síntomas de la dermatitis consistirán en engrosamiento de la piel, descamación, edema, vesículas (incluso en ocasiones ampollas), y fisuras dolorosas. Con respecto a la localización, las manos son el órgano afectado con mayor frecuencia (hasta el 80 - 90% de las dermatitis ocupacionales afectan a manos), seguido de los brazos, la cara y el cuello, que pueden afectarse por exposición ambiental a polvos o vapores (mecanismo aerotransportado o airborne), y también por la transmisión accidental de alérgenos y/o irritantes a través de las manos y guantes contaminados.
  • Anafilaxia. La Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI) define la Anafilaxia como una reacción de Hipersensibilidad, sistémica, grave y potencialmente mortal, caracterizada por un rápido inicio de problemas respiratorios, circulatorios o gastrointestinales, que generalmente se asocia con cambios en la piel y mucosas en forma de urticaria y angioedema.

La anafilaxia ocupacional se definiría como aquella anafilaxia producida por agentes o condiciones atribuibles a un ambiente de trabajo en particular, con una incidencia estimada de la patología entre un 0,1 y un 2,4%. La anafilaxia es la expresión más grave de una enfermedad alérgica, puede suceder en cualquier momento y puede comprometer de forma muy rápida la vida del paciente por el desarrollo de un shock anafiláctico causado por la liberación masiva de mediadores de inflamación tras el contacto con el alérgeno al que el paciente esté sensibilizado.

 

La industria alimentaria es uno de los ámbitos ocupacionales descritos como causa de anafilaxia ocupacional por la inhalación de alérgenos presentes en alimentos y aditivos. Se han descrito casos de anafilaxia en trabajadores que manipulan alimentos de origen vegetal, alimentos de origen animal y aditivos de alimentación. Otra importante causa descrita en casos de anafilaxia ocupacional son las proteínas del látex.

 

¿Qué dice la ley sobre las alergias laborales?

 

Desde un punto de vista médico, el principal problema cuando un trabajador desarrolla una alergia a algún agente o sustancia presente en su puesto de trabajo es que los síntomas de la enfermedad alérgica aparecerán siempre que tenga exposición a la sustancia, incluso a concentraciones muy bajas. Aplicando conceptos legales a esta premisa de la alergia laboral, un alérgeno debe entenderse siempre como un agente tóxico para el individuo que esté sensibilizado, y por tanto el concepto de alergia laboral debe ir unido al concepto de daño laboral, definido en el artículo 4 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), como el derivado del trabajo, y que incluye las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.

 

Las enfermedades alérgicas laborales respiratorias y cutáneas serán catalogadas como enfermedades profesionales según lo establecido por el Real Decreto 1299/2006 de 10 de noviembre, cuando las sustancias o el mecanismo sensibilizante inmunológico se encuadren en alguno de estos grupos:

  1. Grupo 1: enfermedades profesionales causadas por agentes químicos.
  2. Grupo 4: enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados.
  3. Grupo 5: enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados.

 

Un individuo afecto de alguna de las enfermedades por agentes del puesto de trabajo incluidas en estos grupos deberá ser diagnosticado de enfermedad profesional de origen alérgico y siempre tendrá que ser apartado del / los puestos de trabajo en los que esté presente la sustancia.

 

Las alergias laborales son un problema grave de salud pública tanto por las consecuencias para la calidad de vida de las personas afectadas, como por la repercusión económica para la sociedad por la pérdida de productividad de los trabajadores enfermos y por los gastos derivados de su asistencia sanitaria y prestaciones económicas por situaciones de incapacidad, que en muchos casos será permanente. Esto, sumado al progresivo incremento de la prevalencia de enfermedades alérgicas en múltiples ámbitos laborales, hace que cada vez sea más necesaria la aplicación de un Protocolo de Salud Laboral Específico para la Prevención de Enfermedades Alérgicas Laborales.

 

Además de mejorar la protección del trabajador, la aplicación de un Protocolo Específico de Salud Laboral para enfermedades alérgicas protegerá de posibles reclamaciones de responsabilidad por una inadecuada vigilancia de la salud de los trabajadores, al cumplir con el artículo 22 de la Ley 31/1995 de 8 de noviembre de prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que establece que para conseguir que la vigilancia de la salud sea eficaz y se realice con las máximas garantías para el trabajador, una de las características que debe reunir es ser Específica.

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By Dra. Inmaculada Herrera Mozo
Allergy & Immunology

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