Vídeos de la Dra. Cristina Pérez Hortet
En el acné es importante un correcto y adecuado cuidado diario de la piel con los productos de higiene, de hidratación y fotoprotección adecuados para cada tipo de piel y tratamiento. Evitando la manipulación de las lesiones, el uso de cosméticos no adecuados para el tipo de piel y, por supuesto, consultando al dermatólogo para que nos prescriba el tratamiento adecuado.
El tratamiento del acné se puede realizar con tratamientos tópicos y con tratamientos orales. Dentro de los tratamientos tópicos la base del tratamiento son los tratamientos cosméticos. Una correcta higiene, una hidratación adecuada y una fotoprotección correcta. Todo ello adaptado al tipo de acné y a la intensidad de la paciente. Como tratamientos tópicos propiamente dichos tenemos el peróxido de benzoilo, los retinoides tópicos y los antibióticos. Dentro de los tratamientos orales podemos usar las tetraceclinas orales que es uno de los tratamientos más usados, los anticonceptivos en el caso de las mujeres y la isotetrinoína oral. la isotetrinoína oral es un derivado de la vitamina A que actúa sobre las glándulas sebáceas. Un medicamento que lleva muchos años comercializado en España y con el que tenemos gran experiencia. Como todo medicamento, no está exento de efectos adversos, pero es verdad que explicándole al paciente correctamente en qué consiste el tratamiento, qué efectos puede notar y qué efectos adversos debemos vigilar, con unos controles analíticos adecuados, podemos conseguir una respuesta muy satisfactoria. En los últimos años existe una tendencia a usar la isotetrinoína en dósis más bajas, sobre todo en acnés más leves, más persistentes, como el de la mujer adulta. Las dosis más bajas nos permiten tener una menor incidencia de efectos adversos asociados como la sequedad de la piel y la mucosa y disminuir el riesgo de efectos adversos en los análisis.
En el acné lo que suele ocurrir es que hay una hipersecrección sebácea, es decir, un exceso de la producción de grasa por las glándulas sebáceas, a lo que se suele asociar una obstrucción del folículo y fenómenos de sobreinfección, e inflamación periglandular al rededor de la glándula. Las causas no se saben exactamente pero se sabe que influye en mayor medida los factores genéticos, también pueden influir factores hormonales, factores... puede influir el estrés, medicamentos, uso de cosméticos no apropiados, etcétera.
Cuando hablamos de acné, el acné lo solemos clasificar en función del tipo de lesiones que presenta y la de intensidad de estas. ¿Qué tipo de lesiones podemos encontrarnos en el acné? Nos encontramos lesiones no inflamatorias y lesiones inflamatorias. Cuando hablamos de las lesiones no inflamatorias estamos hablando de los comilones abiertos, esto es lo que vulgarmente se conoce como puntos negros. Normalmente son las lesiones que nos encontramos en el acné leve. Las lesiones inflamatorias nos referimos a pápulas, pústulas, nódulos y quistes. Las pápulas son los granitos vulgares que conocemos del acné, rojitos, inflamados. Pústulas suele ser cuando hay, cuando se ve una zona blanquecina, cuando hay pus. Y nódulos y quistes se trata de las mismas lesiones pero de mayor tamaño. En el acné moderado vemos normalmente pápulas y pústulas y en el acné grave y muy grave suelen predominar los nódulos y los quistes. Existen otros tipos de acné, como son el acné hormonal, el acné escoriado, el acné estival en el verano, el acné por cosméticos y el acné por medicamentos. Merece la pena que recalquemos un poco la importancia y la frecuencia con la que nos encontramos estos pacientes el acné en la mujer madura. Suele ser un acné inflamatorio que suele aparecer en la zona mandibular y es un acné más persistente.
¿Qué tipos de acné hay? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cómo se deben tratar? ¿Qué debemos evitar hacer? La Dra. Pérez Hortet, especialista en Dermatología, explica porqué se produce el acné y cuál es la mejor manera para tratarlo.