¿Qué es la periimplantitis?

La periimplantitis es una infección bacteriana por la cual las bacterias orales colonizan la superficie de los implantes dentales, provocando inflamación en la encía de alrededor del implante y, posteriormente, pérdida de hueso de soporte en el implante.

Esta infección afecta a, aproximadamente, entre uno de cada cuatro o cinco pacientes que llevan implantes dentales. Se detecta por el enrojecimiento de la encía alrededor de implante y las molestias que ocasiona. A veces, si ejercemos presión sobre la zona puede haber supuración. Si detecta estos síntomas, es necesario consultarlo con el especialista en Odontología.

 

Pasos y consideraciones en el tratamiento

El tratamiento de la periimplantitis se realiza por pasos. Siempre se asegura que el paciente realiza una correcta higiene oral cada 12 horas. A continuación, se eliminan las bacterias por encima de la encía y por debajo de la encía, tanto en el implante, como en toda la boca.

La primera parte del tratamiento será siempre no quirúrgica, asegurando, además, que la prótesis sobre el implante permita al paciente higienizarlo. Puede ser que este tratamiento requiera de antibióticos.

Si tras el seguimiento, a los tres o cuatro meses, el tratamiento no ha sido exitoso, y hay profundidades de sondaje de más de 6 mm con sangrado y supuración, podremos plantear un tratamiento quirúrgico. Actualmente, tanto el tratamiento no quirúrgico como el quirúrgico tienen resultados de éxito limitados entre el 50 y 60 %, por lo que la periimplantitis debe fundamentalmente prevenirse.

¿Cómo influye la colocación de implantes en la posterior aparición de periimplantitis?

La posición del implante, el macro diseño y su rugosidad son factores que pueden facilitar la aparición de la periimplantitis. Ciertamente, los implantes no pueden estar colocados hacia la parte externa.

La posición precisa del implante desempeña un papel central en la prevención de la periimplantitis. Se busca una colocación que garantice la integración adecuada del implante con el hueso circundante en un ángulo de 360°. Esta alineación cuidadosa no solo favorece la estabilidad estructural, sino que también facilita la higiene oral, un aspecto fundamental en la prevención de complicaciones.

El macrodiseño del implante y su rugosidad son factores adicionales que pueden influir en la aparición de periimplantitis. Un diseño inapropiado o una superficie rugosa pueden proporcionar refugio a las bacterias, dificultando la eliminación durante las prácticas de higiene oral.

¿Qué factores influyen en la aparición de la periimplantitis?

Los factores que influyen en la aparición y el desarrollo de la periimplantitis dependen, por un lado, del paciente, como son: la higiene oral, su susceptibilidad genética, la inflamación, el tabaquismo, la diabetes y el cumplimiento del mantenimiento profesional cada seis meses. Por otro lado, también depende de los factores locales, como son la rugosidad del implante, la posición del mismo, la ausencia de mucosa queratinizada alrededor y una prótesis no higienizable.