Ablación por radiofrecuencia

 

¿Qué es la termoablación por radiofrecuencia?

La termoablación por radiofrecuencia es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que utiliza calor para abodar lesiones perjudiciales en el organismo. 

El efecto de las ondas de radiofrecuencia cierra los pequeños vasos sanguíneos y produce la ablación con menos riesgo de sangrado. Existen tres tipos de termoablación por radiofrecuencia en función de la técnica utilizada:

  • Termoablación por radiofrecuencia percutánea, mediante agujas en la piel del paciente.
  • Termoablación por radiofrecuencia laparoscópica, en que además de las agujas se inserta un fino tubo en la piel.
  • Termoablación por radiofrecuencia con cirugía abierta.

La elección de la técnica se basa en la naturaleza y la ubicación de la lesión. En función de la técnica utilizada, la termoablación se realizará mediante anestesia local con sedación o anestesia general

 

¿Por qué se realiza?

El tratamiento más habitual con termoablación por radiofrecuencia es el de tumores malignos o cancerígenos, sobre todo en los tumores hepáticos. Se realiza, en estos casos, para destruir las células cancerígenas y puede ser un tratamiento único para acabar con el tumor, o complementario a otras terapias como la quimioterapia o radioterapia.

Los pacientes a los que se les tiene que realizar, normalmente, es por:

  • Tumores inaccesibles o de difícil acceso.
  • Pacientes para quienes la cirugía representa un riesgo debido a problemas de salud.
  • Casos en los que la extirpación quirúrgica resultaría una pérdida significativa de tejido hepático funcional.

En general, los dos tipos de tumor hepático más tratados con termoablación son el carcinoma hepatocelular y el cáncer de colon con metástasis en el hígado. 

Además de su aplicación en oncología, esta técnica demuestra eficacia en el tratamiento de varices y arañas vasculares. Su capacidad para sellar venas con bajo riesgo de sangrado la convierte en una opción segura y menos invasiva.

 

Termoablación por radiofrecuencia | Top Doctors
La termoablación por radiofrecuencia se emplea en los tumores hepáticos, sobre todo los de difícil acceso o muy diseminados
 

 

Proceso de tratamiento

La termoablación por radiofrecuencia consiste en elevar la temperatura de las células cancerígenas, mediante las ondas de radiofrecuencia, y destruirlas, reduciendo o hasta eliminando el tumor.

Se utiliza un sistema de diagnóstico por imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computerizada (TAC) para guiar un electrodo insertado a través de agujas hasta la ubicación del tumor. Una vez colocado, se emiten las ondas de radiofrecuencia, generando calor que destruye las células cancerígenas.

 

Preparación y cuidados postoperatorios

Antes del procedimiento, se realiza una revisión para detectar alergias o contraindicaciones a la anestesia. Pueden solicitarse análisis clínicos previos para valorar el estado de salud. 

Días antes de la intervención, el especialista en oncología o radiólogo puede restringir ciertos medicamentos y, a partir de medianoche previa al procedimiento, se puede limitar la ingesta de alimentos y bebidas.

El postoperatorio varía según la técnica empleada. La termoablación percutánea, la menos invasiva, permite al paciente regresar a casa el mismo día y retomar su vida normal en pocos días.

 

Alternativas a este tratamiento

La termoablación con radiofrecuencia se presenta como una alternativa menos invasiva a la cirugía convencional para extirpar los tumores cancerígenos.

Aquellos que optan por no someterse a la termoablación pueden recurrir a la cirugía abierta o considerar terapias como la quimioterapia y la radioterapia.

 

23-11-2023
Top Doctors

Ablación por radiofrecuencia

Dr. Raúl García Marcos - Radiología intervencionista

Creado el: 23-04-2015

Editado el: 23-11-2023

 

¿Qué es la termoablación por radiofrecuencia?

La termoablación por radiofrecuencia es una técnica de cirugía mínimamente invasiva que utiliza calor para abodar lesiones perjudiciales en el organismo. 

El efecto de las ondas de radiofrecuencia cierra los pequeños vasos sanguíneos y produce la ablación con menos riesgo de sangrado. Existen tres tipos de termoablación por radiofrecuencia en función de la técnica utilizada:

  • Termoablación por radiofrecuencia percutánea, mediante agujas en la piel del paciente.
  • Termoablación por radiofrecuencia laparoscópica, en que además de las agujas se inserta un fino tubo en la piel.
  • Termoablación por radiofrecuencia con cirugía abierta.

La elección de la técnica se basa en la naturaleza y la ubicación de la lesión. En función de la técnica utilizada, la termoablación se realizará mediante anestesia local con sedación o anestesia general

 

¿Por qué se realiza?

El tratamiento más habitual con termoablación por radiofrecuencia es el de tumores malignos o cancerígenos, sobre todo en los tumores hepáticos. Se realiza, en estos casos, para destruir las células cancerígenas y puede ser un tratamiento único para acabar con el tumor, o complementario a otras terapias como la quimioterapia o radioterapia.

Los pacientes a los que se les tiene que realizar, normalmente, es por:

  • Tumores inaccesibles o de difícil acceso.
  • Pacientes para quienes la cirugía representa un riesgo debido a problemas de salud.
  • Casos en los que la extirpación quirúrgica resultaría una pérdida significativa de tejido hepático funcional.

En general, los dos tipos de tumor hepático más tratados con termoablación son el carcinoma hepatocelular y el cáncer de colon con metástasis en el hígado. 

Además de su aplicación en oncología, esta técnica demuestra eficacia en el tratamiento de varices y arañas vasculares. Su capacidad para sellar venas con bajo riesgo de sangrado la convierte en una opción segura y menos invasiva.

 

Termoablación por radiofrecuencia | Top Doctors
La termoablación por radiofrecuencia se emplea en los tumores hepáticos, sobre todo los de difícil acceso o muy diseminados
 

 

Proceso de tratamiento

La termoablación por radiofrecuencia consiste en elevar la temperatura de las células cancerígenas, mediante las ondas de radiofrecuencia, y destruirlas, reduciendo o hasta eliminando el tumor.

Se utiliza un sistema de diagnóstico por imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computerizada (TAC) para guiar un electrodo insertado a través de agujas hasta la ubicación del tumor. Una vez colocado, se emiten las ondas de radiofrecuencia, generando calor que destruye las células cancerígenas.

 

Preparación y cuidados postoperatorios

Antes del procedimiento, se realiza una revisión para detectar alergias o contraindicaciones a la anestesia. Pueden solicitarse análisis clínicos previos para valorar el estado de salud. 

Días antes de la intervención, el especialista en oncología o radiólogo puede restringir ciertos medicamentos y, a partir de medianoche previa al procedimiento, se puede limitar la ingesta de alimentos y bebidas.

El postoperatorio varía según la técnica empleada. La termoablación percutánea, la menos invasiva, permite al paciente regresar a casa el mismo día y retomar su vida normal en pocos días.

 

Alternativas a este tratamiento

La termoablación con radiofrecuencia se presenta como una alternativa menos invasiva a la cirugía convencional para extirpar los tumores cancerígenos.

Aquellos que optan por no someterse a la termoablación pueden recurrir a la cirugía abierta o considerar terapias como la quimioterapia y la radioterapia.

 

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