Enfermedades profesionales
¿Qué son las enfermedades profesionales?
Las enfermedades profesionales son aquellas contraídas como consecuencia del trabajo, por cuenta ajena o propia. Para que se la considere como tal deben cumplirse dos requisitos: el primero, que la causa de la enfermedad se encuentre en el lugar de trabajo y esté catalogada en el listado oficial de enfermedades profesionales del Ministerio de Empleo y Seguridad social y también que la lesión proceda de la acción de sustancias o elementos que el listado indica.
Según cuál sea su causa, las enfermedades profesionales pueden ser:
- Enfermedades causadas por agentes químicos
- Enfermedades causadas por agentes físicos
- Enfermedades causadas por agentes biológicos
- Enfermedades causadas por inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en otros apartados
- Enfermedades causadas por sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados
- Enfermedades causadas por agentes carcinógenos
Asimismo, las enfermedades a las que se enfrentan los trabajadores pueden ser:
- Físicos: vibraciones producidas por herramientas, ruidos, respirar humos o gases, ruido, alta o baja temperatura, etc.
- Ergonómicos: movimientos repetitivos, estar sentado en mala posición muchas horas seguidas, cargas pesadas…
- Psicosociales: exigencias emocionales, exigencias laborales, estrés, alto ritmo de trabajo, etc.

Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico de la enfermedad dependerá del tipo de lesión que sufra el paciente. En la mayoría de casos no son lesiones graves, pero existen casos puntuales de cánceres producidos por exposición a determinados tóxicos.
Síntomas de enfermedades profesionales
Los síntomas de las enfermedades profesionales pueden ser físicos o psicológicos, según la causa de la lesión.
Las principales enfermedades profesionales son las enfermedades osteomusculares, que responden a daños que proceden de actividades de repetición, fuerza o posturas disfuncionales que se mantienen en el tiempo. En las actividades repetitivas los músculos no llegan a relajarse completamente, y el nivel de perfusión de las células musculares y los tendones disminuye, sufriendo el paciente dolor y disminución de la capacidad muscular. Si esto perdura las estructuras afectadas se inflaman.
Entre las enfermedades osteomusculares más frecuentes están la tendinitis y la lumbalgia. La tendinitis es la hinchazón o inflamación del tendón que une el músculo con el hueso. Puede ser el resultado de una lesión, sobrecarga o la edad, ya que el tendón va perdiendo elasticidad. Lo síntomas son dolor y sensibilidad en el tendón, generalmente cerca de alguna articulación. El dolor se acentúa durante la noche y con el movimiento o actividad.
La lumbalgia es el dolor en la espalda baja causado por trastornos de las vértebras lumbares y las estructuras de los tejidos blandos y discos intervertebrales. Sus causas pueden ser varias pero la más común es el estrés, el sobreesfuerzo físico y las malas posturas.
También son comunes otras lesiones, de codo muñeca y mano, sobre todo. Así, el síndrome del túnel carpiano es una de las más frecuentes. Es un trastorno doloroso de la muñeca y la mano. El túnel carpiano es el túnel formado por huesos y otros tejidos en la muñeca. Este protege el nervio mediano, que aporta sensibilidad a los dedos pulgar, índice, mediano y anular. Si los tejidos del túnel carpiano se inflaman presionan el nervio mediano y el paciente nota la mano entumecida.
Otra lesión de la extremidad superior es la epicondilitis humeral lateral, que es la inflamación y dolor en el lado exterior (lateral) de la parte superior del brazo, cerca del codo. Puede que el paciente tenga algún desgarro de las fibras tendinosas que conectan el músculo al hueso. Esta lesión está causada por movimientos repetitivos de muñeca o antebrazo.
Entre las lesiones menos comunes, pero no inexistentes, está el cáncer laboral. Se calcula que las exposiciones ocupacionales son responsables de entre el 1 y 20% de cánceres. Estas exposiciones por cuestiones laborales pueden minimizarse o eliminarse y son muy importantes en términos de salud pública, por lo que la prevención es esencial. Aquellos que se han asociado a exposiciones ocupacionales son cáncer de pulmón, cáncer de vejiga, cáncer de nariz, cáncer de hígado, leucemia, mesotelioma, linfoma y cáncer de piel no melanocítico.
Pruebas médicas para las enfermedades profesionales
Las pruebas médicas para determinar las enfermedades profesionales serán de lo más variadas, según los síntomas de la lesión del paciente y según lo que considere el especialista. Normalmente el peritaje médico englobará una serie de pruebas para ir acotando y determinando la enfermedad. Podrán incluirse desde resonancias magnéticas a radiografías, analíticas de sangre, biopsias, etc.
¿Cuáles son las causas de las enfermedades profesionales?
Las causas de las enfermedades profesionales están relacionadas con la actividad que desarrolla el paciente a nivel laboral. Así, la mayoría de lesiones osteomusculares y lesiones de la extremidad superior tienen su causa en movimientos repetitivos de las articulaciones o lesiones durante el ejercicio laboral. En las enfermedades de tipo psicológico el estrés o la presión en el trabajo pueden ser causas determinantes. En casos de patologías más graves, como el cáncer, es la exposición a tóxicos una de las principales causas.
¿Se puede prevenir?
La prevención en las enfermedades profesionales es muy importante. La mejor forma de prevención, en casos de cánceres producidos por tóxicos, es evitar y no emplear los carcinógenos reconocidos en ambientes de trabajo. También es una buena opción dejar de utilizar la sustancia química, si se sospecha que puede ser cancerígena. En caso que no sea posible eliminar el tóxico, es importante reducir los niveles de exposición al mismo, con procesos industriales y prácticas de higiene industrial.
Por otra parte, en enfermedades relacionadas con los movimientos que se realizan durante el trabajo, lo mejor es evitar la repetición de ciertos hábitos o proteger las articulaciones con accesorios adecuados (muñequeras, fajas compresoras…).
Tratamientos para las enfermedades profesionales
El tratamiento de las enfermedades profesionales será distinto según la patología o lesión que sufra el paciente. Así, en las enfermedades osteomusculares será importante aliviar el dolor y la inflamación, lo que puede abarcar Fisioterapia, inyecciones de cortisona, anestésicos, antiinflamatorios no esteroideos e incluso inmovilización de la articulación, sobre todo en el caso de la extremidad superior. En algunos casos, como en las lesiones de túnel carpiano, puede ser necesaria cirugía.
¿Qué especialista lo trata?
Diversos especialistas se encargan de las enfermedades profesionales. El médico familiar será el primer especialista en evaluar los síntomas que presenta el paciente, aunque serán los especialistas en Medicina Forense los principales encargados de analizar en profundidad la posible patología del paciente. Asimismo, otros especialistas, como los alergólogos, también intervendrán.