¿Qué es la electroquimioterapia?

La electroquimioterapia es un nuevo tipo de tratamiento para el cáncer. Consiste en la combinación de agentes quimioterapéuticos con pulsos eléctricos locales, cortos e intensos. Los campos eléctricos que se aplican activan poros en la membrana, desestabilizándola y permitiendo la entrada de la medicación en la célula.

Lo positivo de esta terapia es que permite utilizar dosis más bajas, reduciendo los efectos que aparecían con la quimioterapia empleada hasta ahora.

¿Por qué se realiza?

Se realiza para tratar a pacientes con cáncer. En general puede emplearse en todos los tipos de tumores, pero su indicación principal es en tumores cutáneos o subcutáneos. En 2006 se finalizó el estudio donde se estableció cómo debía ser aplicada la electroquimioterapia en seres humanos. A partir de entonces se extendió su aplicación en la Unión Europea y, actualmente, se emplea en más de 100 hospitales de España, Reino Unido, Italia, Eslovenia, Alemania, Francia o Dinamarca, entre otros países.

¿En qué consiste?

En primer lugar se administra un fármaco antineoplástico (bleomicina o cisplatino, normalmente) al paciente en una dosis baja, que puede ser por vía intravenosa o de manera intratumoral. Al cabo de unos 8 minutos se administran 8 pulsos de 100 microsegundos, con 1.000 voltios/centrímetro. Los pulsos provocan la permeabilización de la membrana de la célula y permiten que el fármaco se introduzca en ella. Una vez en el interior hará su acción.

La permeabilización es algo físico que funciona con cualquier tumor con eficacia similar, alrededor del 80% de respuestas objetivas (la respuesta objetiva se considera cuando logra la desaparición total del tumor tratado, o si hay una disminución de más del 50% del tamaño que tenía).

Cuando la bleomicina (enzima capaz de cortar las cadenas de ADN) entra en la célula va al núcleo, donde puede realizar dichos cortes en la molécula de ADN. El uso de este fármaco provoca la muerte celular de las células que están en ciclo de replicación celular. Las células normales que no se estén replicando, aunque tienen el ADN clivado (con cortes en las cadenas), podrán ser capaces de seguir cumpliendo sus funciones.

El efecto de seleccionar tiene varias ventajas. En primer lugar puede haber amplios márgenes de seguridad en el tumor tratado. En segundo lugar, las células tumorales que no estén en el momento de replicación también tendrán el ADN clivado, de manera que, si entran en el periodo de replicación, morirán.

Preparación para la electroquimioterapia

El especialista en Oncología Médica indicará al paciente los procedimientos a seguir en cada caso, en función del tipo de tumor y la evolución de este. Antes de administrar este tipo de quimioterapia se harán las pruebas pertinentes al paciente, tales como análisis, resonancia magnética para analizar el tamaño y extensión del tumor, entre otras.

Cuidados tras la intervención

La electroquimioterapia es un tratamiento seguro y efectivo. La dosis de bleomicina que se utiliza suele ser muy baja, por lo que casi no hay efectos adversos. No obstante, la administración de pulsos eléctricos puede causar contracciones musculares en el paciente, que también puede presentar inflamación en la zona tratada. En tal caso, deberá ser controlado con antiinflamatorios no esteroideos.

Alternativas a este tratamiento

Existen alternativas a este tratamiento, como son las terapias convencionales de quimioterapia. Sin embargo, no son tratamientos más avanzados, ya que la electroquimioterapia entró en funcionamiento en 2006, tras muchos estudios previos. En estos momentos es, probablemente, la técnica más avanzada para tratar el cáncer.