Clavícula infantil

La clavícula es un hueso largo y curvo que conecta el esternón con el omóplato. Es uno de los huesos más frecuentemente fracturados en los niños, especialmente en los menores de 10 años. 

La rotura de la clavícula puede ocurrir por diversas causas, como caídas, golpes, accidentes o incluso durante el parto.

 

Síntomas de la rotura de la clavícula infantil

Los síntomas más comunes de la rotura de la clavícula infantil son:

  • Dolor intenso en el área de la clavícula, que se incrementa al mover el brazo o el hombro.
  • Hinchazón, moretón o deformidad en el sitio de la fractura.
  • Dificultad o incapacidad para levantar el brazo afectado.
  • Sensibilidad al tacto o al presionar sobre la clavícula.
  • Ruidos o crujidos al mover el hombro o el brazo.
  • Posición anormal del hombro o del brazo, que puede estar caído o hacia adelante.

 

La clavícula es uno de los huesos más frecuentemente fracturados en los niños.

 

Diagnóstico de la rotura de la clavícula infantil

El diagnóstico de la rotura de la clavícula infantil se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen.

El médico preguntará al niño o a sus padres cómo y cuándo ocurrió la lesión, y observará el aspecto y el movimiento del hombro y del brazo. Para confirmar la fractura y determinar su tipo y gravedad, se realizarán radiografías de la clavícula.

Existen diferentes tipos de fracturas de clavícula según su localización y su forma. Las más habituales son las fracturas en el tercio medio del hueso, que suelen ser transversales o ligeramente oblicuas. 

Otras fracturas menos frecuentes son las del tercio distal (cerca del hombro) o las del tercio proximal (cerca del esternón), que pueden ser más complejas y afectar a otras estructuras como los nervios o los vasos sanguíneos.

 

Tratamiento de la rotura de la clavícula infantil

El tratamiento de la rotura de la clavícula infantil depende del tipo y la gravedad de la fractura, así como de la edad y el estado general del niño. La mayoría de las fracturas de clavícula se curan sin cirugía, mediante inmovilización y medicación.

El tratamiento conservador consiste en colocar un cabestrillo o un inmovilizador de hombro para mantener el brazo en reposo y evitar que se mueva la fractura. El cabestrillo se debe llevar durante unas 3 a 6 semanas, según la evolución del niño.

También se pueden administrar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación. Es importante seguir las indicaciones del médico sobre cómo cuidar la herida, cómo cambiar el vendaje y cómo realizar ejercicios suaves para prevenir la rigidez articular.

El tratamiento quirúrgico se reserva para las fracturas más graves o complicadas, como las que tienen un gran desplazamiento, las que afectan a otras estructuras o las que no se consolidan adecuadamente con el tratamiento conservador.

La cirugía consiste en reducir y fijar los fragmentos óseos con placas, tornillos, alambres o clavos intramedulares. Después de la cirugía, se debe seguir un protocolo similar al del tratamiento conservador, con inmovilización, medicación y rehabilitación.

 

Pronóstico y complicaciones de la rotura de la clavícula infantil

El pronóstico de la rotura de la clavícula infantil suele ser bueno, ya que los niños tienen una gran capacidad de recuperación y cicatrización ósea.

La mayoría de las fracturas se curan sin secuelas funcionales ni estéticas. Sin embargo, en algunos casos pueden surgir complicaciones como:

  • Retraso o falta de consolidación ósea.
  • Infección o necrosis ósea.
  • Lesión nerviosa o vascular.
  • Deformidad residual o acortamiento del hueso.
  • Artrosis precoz o limitación del movimiento.

Para prevenir estas complicaciones, es importante seguir las recomendaciones médicas sobre el tratamiento y el seguimiento de la fractura. También se debe evitar realizar actividades que puedan provocar una nueva lesión o un desplazamiento de los fragmentos óseos.

 

Prevención de la rotura de la clavícula infantil

La prevención de la rotura de la clavícula infantil pasa por evitar los traumatismos que puedan causarla. Algunas medidas preventivas son:

  • Usar sistemas de seguridad adecuados en los vehículos, como sillas infantiles o cinturones de seguridad.
  • Usar equipos protectores en los deportes que impliquen contacto físico o riesgo de caída, como cascos, coderas o rodilleras.
  • Evitar situaciones peligrosas que puedan provocar golpes o caídas, como subirse a lugares altos o correr por superficies resbaladizas.
  • Enseñar a los niños a caer correctamente cuando practiquen deportes como patinaje o ciclismo, protegiendo el cuerpo con los brazos flexionados.
21-09-2023
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Clavícula infantil

Dr. Miguel Castro Torre - Traumatología infantil

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Leo Santos

La clavícula es un hueso largo y curvo que conecta el esternón con el omóplato. Es uno de los huesos más frecuentemente fracturados en los niños, especialmente en los menores de 10 años. 

La rotura de la clavícula puede ocurrir por diversas causas, como caídas, golpes, accidentes o incluso durante el parto.

 

Síntomas de la rotura de la clavícula infantil

Los síntomas más comunes de la rotura de la clavícula infantil son:

  • Dolor intenso en el área de la clavícula, que se incrementa al mover el brazo o el hombro.
  • Hinchazón, moretón o deformidad en el sitio de la fractura.
  • Dificultad o incapacidad para levantar el brazo afectado.
  • Sensibilidad al tacto o al presionar sobre la clavícula.
  • Ruidos o crujidos al mover el hombro o el brazo.
  • Posición anormal del hombro o del brazo, que puede estar caído o hacia adelante.

 

La clavícula es uno de los huesos más frecuentemente fracturados en los niños.

 

Diagnóstico de la rotura de la clavícula infantil

El diagnóstico de la rotura de la clavícula infantil se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen.

El médico preguntará al niño o a sus padres cómo y cuándo ocurrió la lesión, y observará el aspecto y el movimiento del hombro y del brazo. Para confirmar la fractura y determinar su tipo y gravedad, se realizarán radiografías de la clavícula.

Existen diferentes tipos de fracturas de clavícula según su localización y su forma. Las más habituales son las fracturas en el tercio medio del hueso, que suelen ser transversales o ligeramente oblicuas. 

Otras fracturas menos frecuentes son las del tercio distal (cerca del hombro) o las del tercio proximal (cerca del esternón), que pueden ser más complejas y afectar a otras estructuras como los nervios o los vasos sanguíneos.

 

Tratamiento de la rotura de la clavícula infantil

El tratamiento de la rotura de la clavícula infantil depende del tipo y la gravedad de la fractura, así como de la edad y el estado general del niño. La mayoría de las fracturas de clavícula se curan sin cirugía, mediante inmovilización y medicación.

El tratamiento conservador consiste en colocar un cabestrillo o un inmovilizador de hombro para mantener el brazo en reposo y evitar que se mueva la fractura. El cabestrillo se debe llevar durante unas 3 a 6 semanas, según la evolución del niño.

También se pueden administrar analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación. Es importante seguir las indicaciones del médico sobre cómo cuidar la herida, cómo cambiar el vendaje y cómo realizar ejercicios suaves para prevenir la rigidez articular.

El tratamiento quirúrgico se reserva para las fracturas más graves o complicadas, como las que tienen un gran desplazamiento, las que afectan a otras estructuras o las que no se consolidan adecuadamente con el tratamiento conservador.

La cirugía consiste en reducir y fijar los fragmentos óseos con placas, tornillos, alambres o clavos intramedulares. Después de la cirugía, se debe seguir un protocolo similar al del tratamiento conservador, con inmovilización, medicación y rehabilitación.

 

Pronóstico y complicaciones de la rotura de la clavícula infantil

El pronóstico de la rotura de la clavícula infantil suele ser bueno, ya que los niños tienen una gran capacidad de recuperación y cicatrización ósea.

La mayoría de las fracturas se curan sin secuelas funcionales ni estéticas. Sin embargo, en algunos casos pueden surgir complicaciones como:

  • Retraso o falta de consolidación ósea.
  • Infección o necrosis ósea.
  • Lesión nerviosa o vascular.
  • Deformidad residual o acortamiento del hueso.
  • Artrosis precoz o limitación del movimiento.

Para prevenir estas complicaciones, es importante seguir las recomendaciones médicas sobre el tratamiento y el seguimiento de la fractura. También se debe evitar realizar actividades que puedan provocar una nueva lesión o un desplazamiento de los fragmentos óseos.

 

Prevención de la rotura de la clavícula infantil

La prevención de la rotura de la clavícula infantil pasa por evitar los traumatismos que puedan causarla. Algunas medidas preventivas son:

  • Usar sistemas de seguridad adecuados en los vehículos, como sillas infantiles o cinturones de seguridad.
  • Usar equipos protectores en los deportes que impliquen contacto físico o riesgo de caída, como cascos, coderas o rodilleras.
  • Evitar situaciones peligrosas que puedan provocar golpes o caídas, como subirse a lugares altos o correr por superficies resbaladizas.
  • Enseñar a los niños a caer correctamente cuando practiquen deportes como patinaje o ciclismo, protegiendo el cuerpo con los brazos flexionados.
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