¿En qué consiste la densitometría ósea?
La densitometría consiste en emitir pequeñas ráfagas de radiación que atraviesan al paciente para crear una imagen del interior de su cuerpo. Los huesos absorben parte de esta radiación, y la cantidad absorbida muestra la densidad de los huesos, que será visible en la imagen.
Las técnicas de densitometría tempranas, como la absorciometría de fotón único y la posterior absorciometría de fotón dual, emplean yodo-125 y gadolinio-153 respectivamente, mientras que las exploraciones DEXA/DXA modernas utilizan rayos X de baja intensidad.
¿Por qué se realiza una densitometría ósea?
El uso principal del DEXA es diagnosticar y controlar el progreso y/o tratamiento de la osteoporosis. Nuestro propio cuerpo destruye y vuelve a formar huesos constantemente, pero a medida que envejecemos se descomponen en vez de que se formen, y varias enfermedades o circunstancias pueden aumentar el índice de descomposición ósea. La osteoporosis es el resultado de esto— una enfermedad en la que los espacios huecos en los huesos se hacen más anchos y en la que los huesos como resultado, se vuelven más quebradizos.
Qué esperar durante un escáner DEXA/DXA
Las exploraciones de densitometría son rápidas e indoloras. El paciente normalmente se acuesta sobre una mesa con el generador de rayos X debajo. A los pacientes se les pedirá que permanezcan inmóviles y que contengan la respiración durante unos segundos si se escanea el torso para evitar que las imágenes se muestren borrosas. Los pacientes puede que necesiten revisiones de seguimiento durante meses o años más tarde para controlar su progreso.