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Entrevista al Dr. Rafael Fernández, Director Gerente de Clínica Orgiva, perfil humano y trayectoria profesional.

Espacio de Salud del sexto programa GranAnda People, emitido en GCFTv. Hablamos de la importancia de protegerse del sol, mas aún para trabajadores que están expuestas de forma constante y continua.

Décimo espacio de salud del programa GranAnda People donde el Dr. Fernández Martínez habla del lumbago.

Hablamos de las alergias, sobre todo en el ámbito laboral. Programa 12 del programa GranAnda People

Programa 12 del programa GranAnda People en el que hablamos de Dermatitis y Dermatosis profesionales

Las enfermedades alérgicas por sustancias presentes en el entorno de trabajo están catalogadas como enfermedades profesionales por nuestro sistema de la Seguridad Social, estimándose que cada año se desarrollan hasta diez mil casos nuevos, de los cuales muchos quedan sin diagnosticar. ¿Y qué es una alergia laboral? Una alergia es aquella reacción inadecuada, anómala del sistema inmunológico ante una sustancia que recibe el nombre de alérgeno. Cuando ese alérgeno forma parte del entorno laboral es cuando estamos hablando de una alergia laboral, ocupacional o profesional.

Las enfermedades alérgicas laborales se pueden manifestar a través de síntomas respiratorios, cuando la vía de exposición es por inhalación y con síntomas cutáneos, si la vía de exposición es por contacto. Y esto conforma los dos grandes grupos de enfermedades alérgicas laborales, las respiratorias y las cutáneas. El asma ocupacional, en concreto, es la enfermedad respiratoria de origen laboral más frecuente en los países desarrollados, estimándose que hasta el 25% del asma que se produce en la edad adulta está relacionado con el ámbito de trabajo. Muchos de estos casos no son diagnosticados y esto hace que la patología que el asma tenga una peor evolución. En otros casos lo que ocurre es que una persona tiene un asma preexistente anterior a una actividad laboral y ese asma empeora o se exacerba durante la realización del trabajo. Esto es lo que se denomina asma exacerbado por el trabajo, que también es una forma de asma ocupacional reconocida como enfermedad profesional y que habitualmente tampoco se diagnostica, lo que induce una evolución crónica en la patología. El otro grupo importante de enfermedades alérgicas laborales son las enfermedades cutáneas, las dermatosis, que constituyen el 30% de las enfermedades profesionales. Y la más frecuente, la dermatitis de contacto. La dermatitis de contacto afecta habitualmente al dorso de la mano por ser la zona de contacto más directo y en la que la piel es más fina, favoreciendo la penetración de alérgeno. Pero en ocasiones una dermatitis de contacto se puede desarrollar a distancia, principalmente en la cara y en el cuello.

Las profesiones con mayor riesgo de alergia laboral son todas aquellas que implican manipulación de animales, afectando en este caso a veterinarios, granjeros o ganaderos, técnicos de laboratorio que manipulan ratas, ratones, cobayas. Otro ámbito laboral con un alto riesgo de alergia laboral es aquel en el que hay manipulación de alimentos. En este caso, los trabajadores que se ven afectados son los cocineros, los panaderos, pescaderos, los manipuladores de alimentos frescos, sobre todo de carne, de pescado y de vegetales frescos. Otro ámbito profesional con un alto riesgo es el de los trabajadores de la madera, aquellos que tienen exposición a madera o serrín de madera, a polvo de madera, carpinteros, restauradores de muebles. Muy importante también el ámbito sanitario por la exposición, principalmente al látex. Y fundamental la industria química. En la industria química hay muchísimos productos con componentes que tienen capacidad para producir tanto asma como dermatitis de contacto alérgica. Destacan sobre todo por frecuencia y severidad de síntoma el ámbito de los pintores, el ámbito de la peluquería y de la estética, el personal de limpieza en relación con la manipulación de productos desinfectantes, los trabajadores de industria plástica, del caucho, metalurgia y los trabajadores de la construcción que desarrollan habitualmente cuadros de dermatitis cutánea muy, muy severos. En los últimos años se está viendo también un aumento en los casos de alergia laboral en la industria farmacéutica, tanto de asma como de dermatitis de contacto entre los trabajadores, tanto por la manipulación de los principios activos como por la exposición a los excipientes que se utilizan para fabricar el medicamento, sobre todo colorantes, conservantes.

Una enfermedad alérgica laboral se diagnosticará siempre a través de una historia clínica exhaustiva y de un protocolo de pruebas médicas, dirigidas en primer lugar a confirmar el diagnóstico, si se trata de un asma, de una neumonitis o de una dermatitis. Y, en segundo lugar, a demostrar la relación de causalidad entre la patología y el ámbito laboral. Es fundamental, siempre que un trabajador presente algún síntoma sospechoso de enfermedad laboral, que sea valorado por una especialista en el alergología con experiencia en enfermedades profesionales. Por un lado, para poder hacer un diagnóstico lo más exacto posible de la patología alérgica y por otro lado, porque necesitamos un diagnóstico temprano, precoz, ya que el mantenimiento de la exposición laboral, una vez que se ha desarrollado la alergia, hará que el trabajador siempre evolucione mal por un mal control de síntomas, a pesar de medicación y la enfermedad se cronifique. Y más allá del diagnóstico, en la alergia laboral es fundamental la prevención para poder reducir la incidencia a la frecuencia de aparición de la enfermedad, ya que una vez que se ha desarrollado una alergia laboral, el trabajador tendrá que estar apartado del puesto de trabajo porque siempre que tenga exposición desarrollará los síntomas. Es por esto que son fundamentales las unidades específicas de alergia laboral que trabajen conjuntamente con servicios de prevención de riesgos laborales, principalmente en aquellas industrias con más riesgo de alergia laboral. En resumen, ante una alergia laboral son fundamentales un diagnóstico exacto y precoz muy, muy temprano y una adecuada prevención de riesgos laborales que evite que minimice su desarrollo.

El peritaje médico es fundamental en el derecho sanitario, porque es el elemento que vincula el derecho con la medicina. Tradicionalmente, la figura del perito médico ha estado ocupada por el médico forense o especialista en medicina legal y forense, pero en la actualidad, ante el gran número de especialidades médicas y de subespecialidades médicas, es difícil que un médico forense pueda englobar todos los conocimientos. En este caso, es por esto por lo que cobran importancia y son necesarios los peritos médicos especialistas en la materia que se quiera explicar ante jueces o administraciones públicas.

El perito especialista en alergología puede ser solicitado tanto por un particular como por bufetes de abogados o por administraciones públicas, y es necesario en dos situaciones, fundamentalmente. En primer lugar, en todas aquellas demandas relacionadas que discutan la praxis, la actuación médica en el diagnóstico o en el tratamiento de cualquier tipo de patología alérgica. Un asma, una reacción a un medicamento o a un alimento. Y por otro lado, el perito especialista en alergología es fundamental en todas aquellas demandas de incapacidad laboral por enfermedades alérgicas, respiratorias o cutáneas relacionadas con el ámbito laboral.

Se recurrió a un perito médico especialista en una demanda que discutía si había existido o no una adecuada actuación médica, una adecuada praxis médica, en el tratamiento que se administró a un paciente con asma grave. Este paciente con posterioridad desarrolló un efecto adverso que atribuía a ese medicamento. El perito médico especialista en alergología pudo explicar de una forma técnica y clara a los jueces la idoneidad o no de ese tratamiento, de forma que se consiguió una sentencia favorable a la demanda.

Si hablamos de un ejemplo concreto en el que se demandaba una incapacidad laboral como consecuencia de una alergia por agentes del puesto de trabajo, un caso muy interesante es el de una cocinera que tenía alergia al parásito del pescado, anisakis, y como consecuencia de la exposición a los vapores de cocinado del pescado, desarrollaba cuadros de dermatitis en cara y cuadros de asma. Esta trabajadora desarrollaba los síntomas de forma exclusiva en su puesto de trabajo y es objetivo que no los desarrollaba fuera de su ámbito laboral. Esto se hizo a través de un protocolo de pruebas médicas. El perito médico especialista en alergología, por un lado diagnosticó la patología de alergia a anisakis, demostró la relación de causalidad entre esa alergia y el ámbito de trabajo y pudo elaborar un informe técnico pericial exacto y fácilmente comprensible para jueces y administraciones, de forma que se aceptó una incapacidad laboral en el caso de esta cocinera.

En España cada día son más los casos de personas alérgicas, ya sea a alimentos, pólenes u otras sustancias. Para entender qué es una alergia y cómo se desarrolla contamos con la experiencia de la Dra. Inmaculada Herrero, quien acumula una larga trayectoria académica y profesional en el ámbito del diagnóstico y tratamiento de enfermedades alérgicas del adulto, principalmente en el campo de la Alergia Alimentaria y la Alergia respiratoria y cutánea.