Tolerar la frustración en la infancia: consejos de aprendizaje

Aprender a tolerar la frustración puede tener relación directa e indirecta en el aprendizaje. Así, tal como los padres enseñan a los niños a motivarse y a trabajar por un objetivo, también es importante que les doten de la capacidad de aceptar el fracaso.

Las habilidades de regulación emocional permiten dar una respuesta adecuada a las emociones que experimentan los niños en cada situación. La regulación emocional implica la tolerancia a la frustración, el control de la ira o la capacidad para retrasar la gratificación, así como las habilidades para afrontar un riesgo o el desarrollo de la empatía. Con la ayuda de los expertos de Psikids, se ayuda a controlar este volumen de emociones.

Significado de la tolerancia a la frustración

La tolerancia a la frustración es una vivencia emocional que se presenta cuando un deseo, un proyecto, una necesidad o una ilusión no se consigue satisfacer.

Los expertos hablan de baja tolerancia cuando un niño no soporta que sus deseos no se satisfagan de manera inmediata. Habitualmente los niños presentan este comportamiento en situaciones como la rotura de un juguete o cuando un adulto le prohíbe una conducta.

Tolerancia de la frustración desde la infancia

Durante el crecimiento, los niños y adolescentes deben aprender maneras de controlar las dificultades u obstáculos con los que se encuentra. Por ejemplo, los niños deben aprender a controlar la espera o a recuperarse cuando no se consigue un objetivo. Además, es imprescindible que los adultos ayuden a los niños a entender que existen cosas que se encuentran fuera de su alcance.

Tolerar la frustración tiene una relación directa e influyente en el aprendizaje. Del mismo modo que los padres motivan a los niños y les enseñan estrategias para alcanzar sus objetivos, es importante que les doten, también, de la capacidad de aceptar el fracaso.

Que los niños aprendan a tolerar la frustración permite que puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presenten, tanto en la adolescencia como en la vida adulta.

Cómo tolerar la frustración

Para tolerar la frustración es necesario:

• Aprender a afrontar los problemas y las limitaciones. El niño debe ser capaz de buscar soluciones alternativas a las utilizadas previamente. Para lograrlo, los adultos deben enseñarles a identificar el sentimiento de frustración cuando aparezca.

• Identificar, comprender y regular las emociones que experimentan a causa de la frustración, como el enfado, la tristeza o la decepción. Los niños pueden aprender a enfrentarse a las situaciones adversas de una forma más positiva si lo hacen relajados. Por ello, se les debe enseñar a aumentar la tolerancia a la frustración a través de la relajación del cuerpo.

• También es importante que los padres enseñen a sus hijos cuándo deben pedir ayuda, apuntando que deben intentar encontrar una solución primero.