El Clalit Research Institute indica que la tasa de mortalidad de los obesos operados fue inferior a la tasa del grupo que únicamente siguió pautas dietéticas. Desde la Unidad de Nutrición Salud 10 añaden que la correcta selección del paciente junto con el apoyo nutricional y psicológico antes, durante y después de la cirugía por parte de un equipo multidisciplinar, es con toda probabilidad la clave del éxito.
La OMS cataloga la obesidad como “epidemia” y ha señalado el alarmante aumento de las cifras de obesos y personas con sobrepeso en todo el mundo, con el consecuente incremento de las enfermedades asociadas.
La cirugía de la obesidad ha sido objeto de un estudio observacional del Clalit Reasearch Institute de Israel, según el cual se confirma que las personas que se sometieron cirugía tuvieron una mayor esperanza de vida que aquellas que se limitaron a seguir consejos nutricionales. El estudio se desarrolló desde 2005 a 2014 e incluyeron más de 33500 personas, de las cuales 8385 se sometieron a cirugía bariátrica.
Los datos no implican que todos los obesos deban pasar por el quirófano pero abren una puerta de optimismo sobre la calidad de vida del paciente con obesidad a la vez que refuerzan la eficacia de la cirugía bariátrica.
Consecuencias de la obesidad en el organismo humano
En muchas ocasiones, los pacientes con obesidad padecen enfermedades asociadas a la misma, llamadas comorbilidades, así como problemas serios para la salud, como son las patologías cardiovasculares, diabetes, hipertensión, degeneración articular (por ejemplo, la osteoartritis), hipercolesterolemia; la incontinencia urinaria, la disminución de la fertilidad y la aparición de disfunciones sexuales como la falta de erección y la ausencia de deseo sexual son frecuentes en este grupo de la población que, por desgracia, va en aumento.
Desde Salud 10 queremos hacer hincapié en que, si bien la cirugía de la obesidad abre un camino de esperanza para las personas obesas que no lograron su peso adecuado mediante otros métodos, no puede considerarse una solución por sí sola. La correcta selección del paciente junto con el apoyo nutricional y psicológico antes, durante y después de la cirugía por parte de un equipo multidisciplinar, es con toda probabilidad la clave del éxito.
Durante el diagnóstico es importante incluir una evaluación psiquiátrica de todas aquellas personas que quieran optar por esta vía. El abordaje psicológico para incidir en las pautas de comportamiento así como en el sistema de creencias y grado de autoestima de la persona obesa, tienen un claro efecto sobre su posterior habilidad para adherirse al tratamiento.
La reeducación alimentaria, en definitiva, es esencial para cambiar la relación con la comida de forma permanente y el apoyo de un equipo multidisciplinar es importante para acompañar y guiar al paciente durante todo el proceso.
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