¿Sabías que el huevo es uno de los alimentos más completos? La tortilla de patatas es solo una de las tantísimas maneras de aprovechar el huevo, pero también hay una gran variedad de formas de cocinarlo y disfrutar de su sabor.
Una de las particularidades del huevo, además de su fácil conservación, es la infinidad de posibilidades de preparación que se adaptan a todo tipo de ingredientes: salados y dulces. El huevo es rico en vitaminas y proteínas y, aunque pierden su frescura rápidamente, pueden consumirse hasta 28 días desde su puesta.
Los beneficios del huevo
El huevo es uno de las principales fuentes de colina, compuesto necesario para varios de los procesos metabólicos de nuestro organismo. Además de vitaminas, también nos provee de liteína y zeaxantina cuya acción antioxidante ayuda a prevenir enfermedades coronarias y la degeneración macular.
También el huevo tiene un importante aporte linoleico, omega 3 y ácido oleico.
¿Cómo saber si el huevo está malo?
El huevo puede aguantar unos días más si se conserva en el frigorífico, pero si quieres saber si el huevo aún está fresco deberás prestar atención a la yema y la clara. En ambos casos, deben tener una textura consistente y la cáscara debe estar limpia e intacta. Otra manera de comprobar si el huevo sigue fresco es sumergirlo en agua con un 10% de sal disuelta. Si el huevo permanece en el fondo del recipiente significará que aún es fresco, pero si flota es una clara señal de que debes deshacerte de el.
Un consejo para evitar que se estropeen es sacar de la nevera solo aquellos que vayas a consumir y no exponerlos a variaciones de temperatura.
Consejos de preservación y uso
- Asegúrate de que la cáscara permanece intacta y limpia
- No lo laves, ya que el agua puede facilitar la entrada de gérmenes en el huevo.
- Cocina bien los alimentos que lleven huevo.
- Guárdalos en la nevera y saca solo aquellos que vayas a usar.
- Consérvalos alejados de olores extraños.
6 formas de cocinar el huevo
- Huevos duros
Los huevos duros suelen ser el acompañamiento perfecto de otros platos, como por ejemplo en bocadillos y ensaladas. Para su preparación basta con añadir el huevo al agua hirviendo y dejarlos cocer durante 10-12 minutos.
- Huevos al plato
Un plato que no pasa de moda son los huevos al plato. Se preparan al horno solo o acompañado de otros ingredientes y se dejan hornear durante 10-12 minutos hasta que la clara del huevo quede blanca y la yema adquiera una textura blandita.
- Huevos fritos
Los huevos fritos con patatas es el plato estrella para muchos, especialmente cuando no hay tiempo para cocinar. Para cocinarlo basta con sumergirlo en aceite muy caliente hasta que los bordes de la clara se doren y… ¡listo!. Una receta sencilla y rápida.
- Huevos escalfados
Otra de las versiones del huevo son los huevos escalfados, una receta de pocos pasos que te hará degustar el sabor del huevo como nunca antes. Para ello, cuece el huevo en una sartén con agua y una pizca de vinagre. Observarás como la yema queda cubierta por la clara del huevo, formando una especie de empanada de textura frágil.
- Huevos revueltos
Una receta muy común en los desayunos ingleses (scrambled eggs) en la que los huevos son cocinados a temperatura baja y enriquecidos con un toque de mantequilla y nata líquida.
- Huevos rellenos
Uno de los clásicos son los huevos rellenos. Es un plato fácil y preparado con antelación ideal para cualquier ocasión. El huevo duro constituye la base de esta receta y se aprovecha las yemas para trocearlas y mezclarlas con el resto del relleno del huevo. Hay diferentes formas de elaborar el relleno del huevo, aunque suele recurrirse al atún y mayonesa.
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