Los peligros de las drogas de diseño

El centro de Salud Mental ITA advierte de los peligros de las drogas de diseño

Según Organización Mundial de la Salud (OMS), “droga” es toda aquella sustancia introducida en el organismo que produzca una alteración del normal funcionamiento del sistema nervioso y sea susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica o física.

Entre las drogas existe la tipología de la droga de síntesis. Son un conjunto de sustancias psicoestimulantes que en su mayoría están derivadas de las anfetaminas. Su apariencia es la de unos comprimidos de colores. En general, se evita nombrarlas como drogas sintéticas, o de laboratorio, para dar una mejor imagen; por ello,  se les llama “drogas de diseño”.

El boom de este tipo de droga surgió en Ibiza en los años 90 en la conocida “Ruta del Bacalao” .

En los años 60 comenzaba la historia de las drogas de síntesis con la recuperación del MDMA (3,4 metilendioximetanfetamina). En sus inicios, el MDMA fue un descubrimiento de 1912 de una compañía farmacéutica alemana. Nunca llegó a comercializarse, ya que observaron efectos segundarios a nivel neuronal y en los circuitos serotoninérgicos. Cuando se recuperó, se comenzó a usar como droga psicoactiva y, diez años después, se realizaron los primeros estudios sobre los efectos adversos.

El boom de este tipo de droga surgió en Ibiza en los años 90 en la conocida “Ruta del Bacalao”. Desde entonces se asocia al ámbito ludicofestivo y, en concreto, a la música electrónica.

La edad de inicio del consumo en España de los jóvenes se sitúa entre los 14 y 15 años. Uno de los principales problemas es el bajo precio de mercado, no se necesita una gran cantidad de dinero para poder acceder a ellas. De la misma forma, no existen controles de drogas en adolescentes excepto en el caso de los mayores de edad, ya que la DGT hacer campañas antidrogas a los conductores.

Esta asociación de la droga sintética con la música y el mundo ludicofestivo crece especialmente en verano. Con la llegada de los festivales, los jóvenes encuentran la tentación y la oportunidad de probar estas sustancias por primera vez. El problema reside en los mitos y falsas creencias sobre estas drogas, que tienden a ser presentadas como una sustancia atractiva y fácil de consumir.

Poco se repara en los daños que generan y en el peligro que suponen para la salud pública. Uno de los grandes peligros de las drogas de diseño es la creencia generalizada de que su consumo produce felicidad y que son inocuas. Son afirmaciones falsas que pueden conllevar graves consecuencias físicas y psíquicas.

En el momento en que se experimentan, se produce un efecto de auto-confianza, estado de alerta, aumento de la resistencia, mejoría del rendimiento físico y  un aumento de la felicidad. Eso está provocando que no solo se consuman en discotecas sino también a la hora de practicar relaciones sexuales.

Colabora con este artículo el Centro de Salud Mental ITA – Psicólogo Ignacio Benito

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