Día Nacional del TDAH: concienciar sobre un trastorno comúnmente mal identificado

Hoy 27 de octubre se celebra el Día Nacional del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), con el objetivo de concienciar sobre las características y necesidades que sufren las personas con este trastorno. La Dra. Paloma Varela, especialista en Psiquiatría y Psiquiatría Infantil, nos ofrece todos los detalles para dar visibilidad a un trastorno frecuentemente mal identificado y erróneamente tratado, médica y socialmente.

Dra. Varela, ¿qué es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y cómo afecta a la persona que lo sufre, a corto y largo plazo?

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta al 11% de los niños en edad escolar y que se caracteriza por niveles inapropiados para el desarrollo de falta de atención, impulsividad e hiperactividad. El TDAH es una condición que afecta a las personas “a lo largo de la vida”. Esto significa que los síntomas del TDAH generalmente se experimentan de una fase de la vida a la siguiente, y que se extienden a las diversas esferas de la persona durante cualquier fase de la vida en particular.

No obstante, es importante destacar que las personas con TDAH pueden tener mucho éxito en la vida. Sin embargo, sin una identificación y tratamiento adecuados, el TDAH puede tener consecuencias graves, entre las que se incluyen: fracaso escolar, trastornos familiares y estrés, problemas en las relaciones, abuso de sustancias, depresión, delincuencia, lesiones e incluso fracaso laboral. La identificación y el tratamiento tempranos son extremadamente importantes. Los síntomas continúan hasta la edad adulta en más de las tres cuartas partes de los casos.

¿Cuándo se considerará que alguien, niño o adulto, sufre TDAH?

Por lo general los síntomas del TDAH surgen en la primera infancia. De acuerdo con el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5), se requiere que varios síntomas estén presentes antes de los 12 años. Al hacer el diagnóstico, los niños deben tener presentes seis o más síntomas del trastorno; los adolescentes de 17 años o más y los adultos deben tener, al menos, cinco de los síntomas presentes.

¿Qué tipos de TDAH existen?

El DSM-5 enumera tres presentaciones de TDAH: predominantemente desatento, hiperactivo-impulsivo y combinado.

La presentación predominantemente inatenta se caracteriza por:

  • No prestar demasiada atención a los detalles o cometer errores por descuido.
  • Tener dificultad para mantener la atención y la concentración.
  • Tener dificultades para seguir instrucciones.
  • Tener dificultad para organizarse.
  • Tener dificultad para escuchar, o parece que la persona no escuche.
  • Evitar o parecer que no le agraden las tareas que requieren esfuerzos mentales sostenidos.
  • Tener tendencia a perder cosas.
  • Ser olvidadizo con los quehaceres y actividades diarias.
  • Tener predisposición a distraerse fácilmente.

La presentación predominantemente hiperactiva-Impulsiva tiene los siguientes rasgos distintivos:

  • Moverse enérgicamente con las manos o los pies, o retorcerse en la silla.
  • Tener dificultad para permanecer sentado.
  • Correr o trepar excesivamente, en el caso de los niños; o inquietud extrema en adultos.
  • Tener dificultad para participar en actividades en silencio.
  • Actuar como impulsado por un motor (en el caso de los adultos, a menudo se sentirán por dentro como si fueran impulsados por un motor).
  • Hablar excesivamente.
  • Precipitar las respuestas antes de que se hayan completado las preguntas.
  • Tener dificultad para esperar o turnarse.
  • Interrumpir o entrometerse.

La presentación combinada se caracteriza porque el individuo cumple con criterios tanto para la inatención como para las presentaciones de TDAH hiperactivo-impulsivo.

¿Qué puede causar el TDAH?

No existe una única causa que provoque el TDAH, la mayoría de los casos de TDAH surgen de un “grupo” de factores de riesgo, genéticos y ambientales. La mayoría de estos factores de riesgo tienen solo un pequeño efecto sobre las vías causales.

Sin embargo, existe un fuerte vínculo genético, ya que varios estudios genéticos han mostrado evidencia de que el TDAH se hereda en gran medida. No obstante, el TDAH es un trastorno complejo, resultado de múltiples genes que interactúan. Otros factores del entorno pueden aumentar la probabilidad de tener TDAH son:

Los científicos continúan estudiando la relación exacta del TDAH con factores ambientales, pero señalan que no existe una causa única que explique todos los casos de TDAH y que muchos factores pueden influir.

¿Cómo debe tratarse el TDAH y qué tipo de tratamiento debe incluir?

Una vez que se completado un proceso de evaluación exhaustivo por un profesional de salud mental capacitado en TDAH, la intervención se centrará en áreas clave de preocupación que afectan al funcionamiento del paciente. Estas áreas pueden incluir problemas escolares, problemas de autoestima o manejo de la ira, trastornos comórbidos, como depresión o ansiedad, problemas de aprendizaje y para relacionarse con familiares y con los compañeros. El tratamiento del TDAH es siempre multimodal, implicando intervenciones como:

  • Entrenamiento para padres.
  • Tratamiento farmacológico.
  • Entrenamiento de habilidades.
  • Tratamiento conductual.
  • Tratamiento en el ámbito educativo.
  • Psicoeducación sobre TDAH.

¿Cuándo se considerará oportuno aplicar tratamiento farmacológico?

La medicación puede ser una parte importante del tratamiento del TDAH. Puede ayudar a controlar los síntomas, ayudando a concentrarse y prestar atención. Solo puede ser recetado por profesionales con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del TDAH y no por otros profesionales. Se necesita un diagnóstico preciso de TDAH, incluida una evaluación de otros posibles diagnósticos psiquiátricos asociados antes de recetar estos fármacos.

Aquellos indicados para el TDAH mejoran los síntomas nucleares del TDAH durante el tiempo que está activo. Los estimulantes son los medicamentos más utilizados para controlar los síntomas del TDAH y son la primera opción de tratamiento psicofarmacológico para pacientes de todas las edades con TDAH. Diversos estudios han demostrado que los medicamentos estimulantes y no estimulantes reducen los síntomas del TDAH en niños y adultos. Por el contrario, en preescolares la medicación solo está indicada cuando los síntomas son graves.

Los beneficios de la medicación pueden variar y conseguir desde una mejora significativa de los síntomas hasta un cambio leve o modesto en los síntomas. Los estimulantes (lisdexanfetaminas y metilfenidato) son más eficaces que los no estimulantes (atomoxetina, guanfacina y clonidina).

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