Hoy es el Día Mundial de la Fibromialgia y para la ocasión contamos con el siguiente artículo de dos expertos en fibromialgia, el doctor Jaume Graell y el doctor Antonio M. García, que reflexionan a continuación sobre los más de 20 años que llevan diagnosticando, tratando y controlando la fibromialgia.
El Institut Català de Reumatologia creó su Unidad de Fibromialgia en 1993, primera unidad específica en España dedicada al diagnóstico, tratamiento y control de este proceso.
Tras más de 20 años disponemos de una perspectiva a largo plazo de los problemas que presentan estos pacientes en cada momento evolutivo de su enfermedad, y de las respuestas obtenidas con las distintas terapias aplicadas.
Esta experiencia acumulada durante años y el análisis detenido de las estadísticas, junto con la revisión a fondo de todas las aportaciones en el campo de la investigación ya sean a nivel bioquímico, clínico o terapéutico, permite una visión actualizada de la Fibromialgia y también nuevas perspectivas para conseguir una mejor calidad de vida de las personas afectadas.
En el último Congreso Internacional de Ozonoterapia presentamos una revisión de más de 3.000 casos controlados, como mínimo, durante 10 años. Los resultados nos demostraban un sinfín de aspectos para perfeccionar el tratamiento, tanto en el área farmacológica, física y social. Entre los hechos más llamativos, siempre según las estadísticas, fue el mejor nivel de calidad de vida de aquellas personas que han seguido unas pautas estables, adaptadas a cada momento según la actividad, pero constantes, bajo la dirección de un mismo profesional.
Al comparar determinados tratamientos habían grandes diferencias; el grupo de pacientes que siguió una determinada pauta farmacológica y física más tandas sistemáticas de ozonoterapia anuales, obtuvo un resultado muy superior pasados 10 años al grupo comparativo, con los mismos tratamientos pero sin la aplicación de ozonoterapia.
También en cuanto a síntomas concretos, por ejemplo el cansancio, uno de los más difíciles de controlar, pudimos observar que en una proporción superior al 70% mejoraban con la ozonoterapia por vía general.
Las pautas físicas bien establecidas, ejercicios adecuados según la fase evolutiva, masajes, siempre matizando en cada caso, supusieron una importante ayuda en la mejoría del estado de la musculatura.
Hoy, después de tantos años trabajando en el tema, seguimos luchando en conocer más sobre el origen, las causas; es indiscutible que conocemos muchos más aspectos que hace 20 años, pero el camino sigue y no cesamos de luchar para ampliarlos. Sin embargo, es un proceso de unas características tan particulares que no solo ayudará al paciente el saber si hay otro neurotransmisor alterado, sino también saber muy bien llevar el ‘management’ del paciente, como dicen los americanos.
Después de estas reflexiones queremos dejar constancia de algunos aspectos negativos que observamos están sucediendo en la actualidad:
A) Antes no se diagnosticaba la fibromialgia, hoy hay un “hiperdiagnóstico” diariamente vemos pacientes con la etiqueta de fibromialgia y sufren otra patología, y otros siguen sin diagnóstico aun padeciéndola.
B) Desgraciadamente algunos de los tópicos de los años 90 aun no han desaparecido, tales como ‘acostúmbrese al dolor’, ‘no sabemos nada sobre la enfermedad’, ‘no podemos hacer nada’, ’no se puede dar la baja por ello’ etc. Expresiones que deberían desaparecer definitivamente del lenguaje médico, por inadecuados y falsos.
El futuro es esperanzador siempre que se apliquen todas las alternativas disponibles en la actualidad. No hay que olvidar que el tratamiento de la fibromialgia debe ser siempre “multidisciplinar” para poder obtener los resultados mejores posibles.
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