Cómo prevenir la hipertermia o golpe de calor

En verano hay un alto riesgo de tener un golpe de calor o hipertermia ya que las temperaturas pueden alcanzar los 35 o, incluso los 40 grados. Esto supone un cambio para nuestro cuerpo que debe adaptarse constantemente tanto a la temperatura que hace en la calle como a la del aire acondicionado de los espacios cerrados.

Las personas mayores son las que tienen mayor riesgo de sufrir una hipertermia.

La hipertermia se desarrolla cuando los mecanismos de regulación térmica de nuestro organismo no pueden responder a las altas temperaturas. Esto puede conllevar graves repercusiones que pueden conllevar un fracaso orgánico irreversible.

Síntomas

La hipertermia o golpe de calor puede desencadenar diversos síntomas, como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desorientación o mareos, sensación de boca seca y pastosa. También puede secar y enrojecer la piel y disminuir el tiempo de respuesta, hasta llegar a una posible pérdida de consciencia.

Prevención

Una de las recomendaciones básicas para prevenir el golpe de calor es ingerir mucho líquido, ya sea agua, infusiones o zumos de fruta, evitando el consumo de bebidas alcohólicas. Se recomienda beber de 2 a 2,5 litros diarios de este tipo de líquidos para estar correctamente hidratados.

Además, en verano las personas mayores deben seguir una dieta diferente a la que tienen durante las estaciones con temperaturas más bajas como otoño e invierno. La dieta para los meses más calurosos del año consiste en una ingesta inferior de calorías y una mayor hidratación.

Para prevenir la hipertermia es recomendable realizar comidas ligeras, beber mucho líquido gradualmente a lo largo del día y evitar la exposición al sol, sobre todo durante las horas de más intensidad (de 12:00 a 16:00 horas).

El Hospital Universitario de Bellvitge asegura que cuando suben tanto las temperaturas la mortalidad por hipertermia puede llegar a superar el 70% de los casos que presentan los síntomas. Por ello recuerda una serie de consejos, entre ellos el recordar que la falta de sed es engañosa, y no se debe esperar a tener sed para consumir líquidos.

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