Vacunas: ¿sí o no?

Actualmente la vacunación es un proceso que causa muchas dudas entre los padres y es por ello que la Dra. Talló, especialista en Pediatría, expone su opinión al respecto e intenta resolver las cuestiones que más preocupan a los progenitores.

El acto de vacunación es un sistema seguro que permite el desarrollo de la inmunidad concreta (defensas) contra una enfermedad, sin tener que sufrir la patología ni sus posibles complicaciones. Es recomendable vacunar a los niños a partir de los dos meses de vida e incluso en algunos casos se administra la primera dosis al nacer. Estas vacunas previenen de posibles complicaciones en algunas patologías y evitan el desarrollo de secuelas irreversibles. Los órganos de los niños son inmaduros, por lo que estos pueden quedar dañados de por vida si sufren una patología de la cual no han sido vacunados anteriormente.

Es imprescindible que se administren las vacunas que tocan y a la edad que indica el calendario vacunal de la región avalado por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
 

Movimiento anti-vacunas

Fue en 1998 cuando un médico inglés publicó un estudio donde relacionaba una vacuna concreta, la Triple Vírica contra el sarampión, paperas y rubéola, con el autismo. Posteriormente se demostró que el estudio no estaba bien elaborado y no existía relación causa-efecto entre la vacuna y la enfermedad. Esta publicación fue retirada y el médico inhabilitado, acusado de actuar de forma deshonesta e irresponsable.
 

Desde entonces el personal sanitario, asociaciones médicas y escuelas, entre otras asociaciones, llevan a cabo campañas para explicar la importancia de vacunar a los niños.
 

¿En qué consiste la protección de grupo?

La vacuna sistemática de los niños sanos provoca lo que se conoce como la “protección de grupo”. Si un alto número de niños está vacunado dificulta que la enfermedad pueda llegar a contagiarse a un niño no vacunado. Si algunos padres toman la decisión de no vacunar a sus hijos, rompen esta inmunidad y ponen en peligro a los niños más vulnerables, inmunodeprimidos u oncológicos.
 

Para prevenir algunas patologías como la tosferina incluso se aconseja la vacunación de los padres en la fase inicial del embarazo para eliminar el estado del portador y evitar contagiar al bebé.