Un tema siempre actual: el aumento mamario
Escrito por:El pecho constituye una de las zonas de más alto valor simbólico del cuerpo femenino y es expresión de refugio y seguridad para el bebe, que se transforma en símbolo de feminidad. Un bonito escote suele ser un gran plus para la mujer, porque contribuye significativamente a crear armonía de formas y proporciones del cuerpo femenino, con un realce natural de seguridad y autoestima.
La época de la serie de TV Los vigilantes de la playa ha terminado, y el deseo más común es tener un bonito pecho, pero lo más natural posible y, sobre todo, “a medida”.
Todas estas premisas han hecho que este tipo de intervención sea muy frecuente. Técnicamente, puede ser una de las más fáciles en cirugía plástica, pero, en realidad, es una de las más difíciles de realizar, porque el resultado tiene que ir acorde con la proporción física y las expectativas de la paciente.
Aumento de mamas: la intervención
Voy a explicar brevemente qué es un aumento mamario. Se trata del aumento del volumen del pecho mediante la inserción de una prótesis de gel de silicona. Las vías de colocación de los implantes son tres: por la axila, por la zona periareolar inferior y por debajo del surco submamario. La utilización de una u otra depende de los conocimientos técnicos del cirujano y de la morfología de la paciente. Afirmar, a priori, sin evaluar cada caso en particular, que una técnica es mejor que la otra es inexacto y limitante. La colocación del implante mamario puede ser retromuscular, subglandular o subfascia. En estos tres supuestos no hay ningún dogma que nos indique cuál es la mejor técnica; siempre dependerá del tipo y la forma de la mama de la paciente.
Las prótesis pueden ser redondas o anatómicas, y esta variable debe evaluarse en la especificidad de la paciente. Además, debemos analizar las condiciones de inicio, relacionadas con la conformación de la mama, la anchura del tórax, el peso y la altura de la paciente.
Un complemento útil a estas técnicas es el uso de la grasa corporal para mejorar el resultado o corregir imperfecciones leves que pueden ocurrir en algunas pacientes. Un buen cirujano debe ser capaz de recomendar, aconsejar y realizar la operación con la técnica adecuada buscando la talla correcta, basándose no solo en el físico de la paciente, sino también en otra variable, la más importante: el aspecto psicológico.
¿Cuándo puedo operarme?
La decisión de operarse debe sustentarse en una convicción sincera, y no superficial. Es el deseo femenino de ponerse un vestido que resalte su escote, acorde con su físico, y se vea natural, para llegar a la quintaesencia de la feminidad. En los años de profesión he visto a mujeres que dudaban sobre si operarse o no, pero nunca he visto a mujeres superficiales frente a este tipo de intervención.
Por todas estas razones, la primera visita con el cirujano plástico para un aumento de mamas debe ser suficientemente larga y extensa. Debe haber siempre, al menos, una o más visitas posteriores, para comprender las expectativas de la paciente y que se entienda cuál será el resultado final que obtendremos.
La evolución tecnológica de las prótesis mamarias ha experimentado una gran mejoría en calidad y textura. Ello contribuye a minimizar complicaciones como la contractura capsular, que hoy en día es bastante rara. Pero no por eso las prótesis son perennes, y, en cualquier caso, deben sustituirse cada 10-20 años.
Es curioso ver que los gustos en el volumen y forma de los pechos varían considerablemente de un país a otro, como he podido comprobar en mis viajes como profesor alrededor del mundo. En Europa priman el equilibrio y la naturalidad; en Asia veo un continuo aumento en el tamaño de las prótesis mamarias; mientras que en Sudamérica y en América del Norte, los implantes son grandes, para equilibrar el pecho con el volumen de los glúteos, cada vez más voluminosos, siguiendo la moda de personajes famosos por sus reality shows, etc. En definitiva, gustos diversos para lograr el mismo objetivo: sentirse bien.