Todo lo que debes saber sobre la hipertensión arterial

Escrito por: Dr. Alberto de Lorenzo Álvarez
Publicado: | Actualizado: 10/03/2023
Editado por: Leo Santos

La presión arterial es aquella que ejerce el bombeo del corazón sobre las arterias para que circule la sangre pudiendo llegar así a todos los órganos del cuerpo. La presión máxima o sistólica se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima o diastólica con cada relajación. De esta manera definimos la hipertensión arterial como la elevación continua y sostenida de los niveles de presión arterial.

 

Sabemos que esta enfermedad es el principal factor de riesgo cardiovascular, de hecho, el 50% de las enfermedades cardiovasculares son derivadas de la hipertensión, asociando por ejemplo importante riesgo de ictus (infarto cerebral), insuficiencia cardíaca, infarto agudo de miocardio e insuficiencia renal, entre otros.

 

¿Es una enfermedad frecuente?

Se trata de un importante problema de salud pública. Para que nos hagamos una idea, en nuestro país hay aproximadamente 15 millones de personas hipertensas (el 36,7% de la población según la OMS), de los cuales el 40% no saben que lo son. Además, según distintos estudios, sólo el 25% de los pacientes tratados consiguen buen control de su tensión arterial, a pesar de ser este uno de los motivos principales de consulta al médico de atención primaria.

 

El principal factor de riesgo para su aparición es la edad, de hecho, el 65% de las personas mayores de 60 años padecen esta enfermedad. Aunque no son las únicas, las estadísticas dicen que el 30-40% de la población adulta (edad mayor de 18 años) es hipertensa.

 

Aproximadamente 15 millones de personas hipertensas (el 36,7% de la población según la OMS).

 

Causas

La causa más frecuente de hipertensión es la denominada hipertensión arterial esencial o primaria que corresponde aproximadamente al 90% de los casos. Se trata de una enfermedad ocasionada por la presencia o alteración de múltiples genes a los que se les suma la existencia de otros factores como el sobrepeso, el sedentarismo, una dieta rica en sal y el alcohol.

 

Sólo en el 10% de los casos existe una causa corregible y por lo tanto hablaríamos de una hipertensión potencialmente curable. Es lo que se denomina hipertensión secundaria, donde la causa más frecuente dentro de este grupo es la hipertensión renovascular, originada por una estenosis (estrechez) de una o ambas arterias de los riñones.

 

Cabe destacar de manera importante la hipertensión producida por fármacos de uso común como los antinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, ketoprofeno, diclofenaco etc) y los corticoides, ya que son los que con mayor frecuencia la producen.

 

¿Qué consecuencias tiene la hipertensión?

  • Consecuencias sobre las arterias:

Propicia el acúmulo de colesterol en sus paredes que pueden terminar por obstruirse produciendo fenómenos de trombosis. La trombosis es la oclusión de una arteria con pérdida del riego sanguíneo en un determinado territorio. Esta falta de riego es la causante de enfermedades como el infarto de miocardio o el infarto cerebral (ictus).

Otra consecuencia fatal es la dilatación de arteria principal de nuestro cuerpo, la aorta. La hipertensión puede provocar su dilatación (aneurisma) pudiendo incluso llegar a provocar su rotura, lo que inevitablemente causa la muerte.

 

  • Consecuencias sobre el corazón:

El endurecimiento y la rigidez de las arterias suponen una mayor resistencia al bombeo del corazón, dado que este órgano es un músculo responde aumentando su masa muscular para conseguir bombear la sangre y hacerla circular de manera eficaz. Este aumento de masa muscular del corazón se conoce como hipertrofia ventricular izquierda, dicho fenómeno de crecimiento termina siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo.

La consecuencia de este hecho es la insuficiencia coronaria o angina de pecho, preámbulo del infarto.

 

  • Consecuencias sobre el cerebro:

El estrechamiento de las arterias puede hacer que el riego sanguíneo sea insuficiente y provoque la aparición de infartos cerebrales. Además, unas cifras de tensión elevadas pueden causar la rotura de una arteria y generar una hemorragia cerebral.

 

  • Consecuencias sobre los riñones:

La hipertensión causa rigidez en las arterias que suministran sangre a los riñones, pudiendo hacer que esta falta de riego deteriore su función. El punto clave del daño renal es la aparición de proteínas en la orina también llamada proteinuria, o más concretamente microalbuminuria. Además, la microalbuminuria es un marcador de progresión de insuficiencia renal, es decir, que su presencia implica riesgo de deterioro de la función de los riñones pudiendo llegar, en el peor de los casos, a precisar diálisis.

 

  • Consecuencias sobre los ojos:

La hipertensión produce la llamada retinopatía hipertensiva. Una enfermedad originada por el daño que la hipertensión genera en las arterias de la retina pudiendo producir alteraciones en la visión.

 

El principal factor de riesgo para su aparición es la edad.

 

¿Qué puedo hacer para evitar ser hipertenso?

Para disminuir el riesgo de sufrir hipertensión se deben seguir una serie de recomendaciones como abandonar el hábito tabáquico y el consumo excesivo de alcohol, evitar el sobrepeso u obesidad, el ejercicio aeróbico y cuidar la dieta; Además, se debe disminuir el consumo de sal y alimentos que la contengan.

 

En resumen, podemos concluir que la hipertensión es una enfermedad grave, con consecuencias importantes que pueden llegar a ser fatales. La ausencia de síntomas hace que pase desapercibida hasta en un 40% de los casos, produciendo daños a distintos niveles de forma silente. Es imprescindible la medición periódica de la tensión arterial y una valoración médica temprana en caso de cifras elevadas. Un hábito de vida saludable nos protege y nos ayuda a controlar nuestra tensión.

Por Dr. Alberto de Lorenzo Álvarez
Nefrología

Destacado especialista en Nefrología, el Dr. de Lorenzo Álvarez se ha formado y trabajado en grandes centros del país, completando su formación en Nueva York, en el Presbyterian Hospital de la Universidad de Columbia. Cuenta con dos másteres: en Hemodiálisis y en Patología Cardiorrenal, ambos por la Universidad Complutense de Madrid. Es Doctor en Medicina por Universidad de Alcalá de Henares, con calificación sobresaliente cum laude en su tesis doctoral. Además, es autor de numerosas  publicaciones en revistas nacionales e internacionales, siendo revisor para algunas de ellas. Compagina su labor profesional con la docente, habiendo sido profesor del Máster en Riñón Diabético de la Universidad de Alcalá de Henares, tutor de residentes de Nefrología y profesor clínico en dicha universidad. En la actualidad, el Dr. de Lorenzo Álvarez ejerce como especialista en Nefrología en MIP Salud y colabora con los servicios médicos del Real Madrid CF. Posee además el FIFA Diploma in Football Medicine, atendiendo a la salud renal del deportista y valorando el riesgo individual frente a los distintos suplementos para optimización del rendimiento.

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