Técnicas de psicoterapia para el estrés postraumático
Escrito por:El trastorno de estrés postraumático (TEPT) fue reconocido como una condición independiente por primera vez en la tercera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-III). En la actual versión, el DSM-5, se establece que, para diagnosticar este trastorno, el paciente debe mostrar al menos cuatro categorías de síntomas. Además, estos síntomas deben persistir por más de un mes y deben provocar un significativo malestar o impactar negativamente en la capacidad funcional del individuo.
Los criterios para diagnosticar el trastorno por estrés postraumático incluyen lo siguiente:
- Primero, debe haber ocurrido un evento traumático severo que haya puesto en riesgo la vida del individuo o de alguien cercano.
- Reexperimentación: el paciente experimenta pensamientos recurrentes e intrusivos sobre el evento.
- Evitación: la persona evita lugares, personas o situaciones que le recuerdan al trauma.
- Cambios negativos en las cogniciones y el estado de ánimo: se observa un empeoramiento en el ánimo y en los patrones de pensamiento tras el evento.
- Hiperactivación: se presenta un incremento en la reactividad corporal relacionada con el trauma.
Se considera que el trauma que desencadena el TEPT es la huella que el evento deja en la memoria emocional del afectado, es decir, en esa parte del procesamiento mental que se encarga de almacenar y recordar las emociones relacionadas con las experiencias vividas (aquellas que no se pueden verbalizar directamente).
Cuando esta información se almacena de forma disfuncional, puede provocar episodios de ansiedad y desbalances emocionales al reaparecer en forma de flashbacks o pensamientos disruptivos.
Técnicas de psicoterapia para el manejo del trastorno de estrés postraumático
Con un entendimiento más profundo de los síntomas característicos del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y los problemas que estos causan, es fundamental examinar las intervenciones psicológicas disponibles. Aunque existen tratamientos farmacológicos, las terapias psicológicas han mostrado ser más efectivas al no solo disminuir los síntomas a corto y medio plazo, sino al abordar la raíz del problema. A continuación, exploraremos las técnicas de psicoterapia más empleadas en el tratamiento del TEPT.
Terapia de exposición
Esta técnica ha demostrado ser altamente efectiva. Consiste en exponer al paciente de manera repetida y controlada a estímulos relacionados con el trauma, ya sea en vivo o a través de la imaginación, dependiendo del tipo de trauma y de la etapa de la terapia en la que se encuentre el paciente. Aunque la exposición en vivo suele ser más efectiva, también puede ser más difícil de manejar para el paciente debido a su intensidad.
Terapia narrativa
Este enfoque se basa en el uso del diálogo para ayudar al paciente a reinterpretar su experiencia traumática. Utilizada ampliamente en la psicología humanista, esta terapia busca modificar el enfoque negativo y pesimista que el paciente puede haber desarrollado, promoviendo una vida con sentido y reduciendo la creencia en una felicidad inalcanzable.
Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR)
El EMDR tiene como objetivo reprocesar la memoria traumática para que se integre de manera más funcional en la memoria del paciente. Este método incluye varias fases, cada una crucial para modificar el impacto emocional del trauma y disminuir su capacidad de generar trastornos emocionales.
Meditación y Mindfulness
Estas prácticas se centran en aumentar la resiliencia del paciente y reducir la probabilidad de recaídas. A través del entrenamiento en atención plena, los pacientes aprenden a vivir el momento presente de manera más aceptadora y sin aferrarse a los pensamientos negativos que perpetúan el trauma.
Terapia Dialéctico Conductual
Originalmente diseñada para individuos con trastorno de personalidad límite, esta terapia ha demostrado ser útil en pacientes con problemas de regulación emocional debido a traumas. Se utiliza a menudo como un paso preparatorio antes de proceder a técnicas como la terapia de exposición.
Técnicas de relajación combinadas
No aplicadas de forma aislada, sino en combinación con otras técnicas como el EMDR o la terapia de exposición, las técnicas de relajación fortalecen la efectividad del tratamiento al reducir el estrés general y facilitar la integración de hábitos calmantes en la vida diaria del paciente.
Terapia cognitiva
Esta técnica se centra en alterar los patrones de pensamiento desadaptativos asociados con el trauma. La reestructuración cognitiva es una estrategia clave aquí, que busca transformar las creencias disfuncionales del paciente sobre el trauma para aliviar el malestar y mejorar el enfoque y la concentración.
Cada una de estas técnicas puede adaptarse según las necesidades específicas del paciente y las especialidades del terapeuta, proporcionando un enfoque comprensivo y personalizado para el tratamiento del TEPT.