Regulación emocional: cómo afrontar nuestros torbellinos emocionales

Las emociones son un componente central de la experiencia humana. A lo largo del día nos enfrentamos a diferentes situaciones que nos llevan a experimentar un amplio abanico de emociones. Pero a veces estas pueden ser tan intensas, desconcertantes e incluso abrumadoras, que parecen ir mucho más allá de lo que nos ha podido pasar.

En momentos como estos surge la importancia de la regulación emocional. Es la capacidad de influenciar el proceso en el que la emoción se genera de forma que podamos afrontar las situaciones de una manera efectiva, es decir, en línea con nuestros intereses.

¿En qué nos puede ayudar regular nuestras emociones?

• Entender nuestras propias emociones: identificando lo que sentimos y dándole un nombre a la experiencia nos permite entender de dónde vienen y qué nos tratan de transmitir. Esto, a su vez, nos ayudará a ser más compasivos con nosotros mismos para abandonar la dolorosa lucha interna.
   
• Reducir la vulnerabilidad ante las emociones: aunque no se trata de evitar ni suprimir las emociones dolorosas, sí podemos hacer cambios en nuestro entorno y en nuestras vidas para disminuir la frecuencia con la que aparecen. Además, nos ayudará a equilibrar la balanza acumulando experiencias que pueden resultar agradables.
   
• Cambiar la intensidad de las emociones cuando aparecen: cuando nos vemos arrastrados por nuestras emociones, se puede nublar nuestro juicio y reaccionamos de una manera de la que luego nos arrepentimos. Regularlas en este momento nos puede ayudar a comportarnos de forma que nos beneficia en una situación difícil, incluso con la emoción de flor a piel.
   

La regulación emocional es una habilidad que todos podemos trabajar. Aunque al principio costará mucho esfuerzo y requiere de mucha atención consciente, con el tiempo y la práctica se vuelve automática. Comprender nuestras emociones y aprender a manejarlas nos ayudará a construir una vida más plena y significativa.

Si desea más información, consulte con un especialista en Psicología.