Readaptación muscular: clave para prevenir recaídas y mejorar la rehabilitación
Escrito por:La readaptación muscular es el proceso por el cual los fisioterapeutas, gracias al conocimiento fisiológico de reparación de los tejidos, así como una exhaustiva evaluación del sistema musculoesquelético y posterior programación y adaptación del trabajo activo por parte del paciente, conseguimos la optimización en la rehabilitación y reincorporación a la actividad deportiva del paciente post lesión, con garantías de éxito.
La importancia radica en ser precisos e individualizados, pues cada región muscular, cada paciente, su entorno y actividad deportiva conforman un contexto único que debe de ser evaluado de forma precisa, para acercarnos todo lo posible a una recuperación total, y evitar una recaída prematura.
¿Qué tipo de ejercicios de movilidad son recomendables?
Esta pregunta puede tener una respuesta muy amplia, pues prácticamente todo el trabajo activo supone una mejora en la movilidad y el dolor de algún modo. Para poder dar información sin mayor detalle, diremos que son recomendables todos aquellos ejercicios realizados de forma activa y voluntaria, donde el paciente ponga en uso los distintos mecanismos neuromusculares y donde el tejido capsuloligamentario sea sometido a un estrés mecánico suficiente y controlado como para provocar mejoras adaptativas a medio y largo plazo. La movilidad no solo depende la flexibilidad, sino de la fuerza, coordinación, resistencia, etc.
¿Cómo fortalecer los músculos lesionados de una manera segura?
Lo primero a realizar es objetivar clínicamente y mediante pruebas de imagen la posible lesión, el lugar exacto, su extensión y el posible compromiso de otros tejidos circundantes. A partir de ahí, podremos determinar los objetivos a cumplir y el trabajo a realizar. La activación muscular prematura es clave para una mejor cicatrización y reducción de la incapacidad funcional, pero es vital la evaluación del profesional para planificar un plan específico de ejercicios, adecuar la intensidad, la periodicidad y el tipo de ejercicio óptimo para conseguir los objetivos de forma segura, y no encontrar efectos contraproducentes.
¿Qué es el entrenamiento funcional y como se aplica en la fase final de la recuperación?
El entrenamiento funcional es la base para la vuelta a la normalidad. Su propio origen nos acerca a entrenar y conseguir la adaptación del paciente a sus actividades físicas previas a la lesión. Por lo tanto, el entrenamiento funcional busca adaptar el ejercicio físico al paciente según sus necesidades para que el desempeño laboral, familiar, social y de ocio no suponga una limitación post lesión, minimizando siempre el riesgo de recidiva.
En las fases finales de la recuperación, se realizan trabajos no exclusivamente de estímulo mecánico y deportivo de la zona lesionada, sino realizando también una evaluación exhaustiva mediante test funcionales activos, donde conseguiremos reducir las limitaciones articulares, musculares, etc. También se consensua un plan de trabajo terapéutico activo destinado a corregir y mitigar aquellos factores desencadenantes de la lesión, y que en un futuro puedan limitar el desempeño diario y deportivo del paciente.
¿Cuáles son los indicadores de que un paciente está listo para volver a una actividad completa?
Nuevamente es una pregunta de respuesta amplia, pero para acercarnos al lector, diremos que debe de ser la suma de una clínica favorable (ausencia de dolor y de signos inflamatorios, ausencia de fatiga, sensación positiva en el post actividad diaria, buen descanso etc.), junto a pruebas de imagen que determinen la correcta normalización y cicatrización del tejido (con las salvedades propias de cada lesión), así como una correcta evaluación deportiva. Estos indicadores deben ser mucho más profundos cuanto mayor sea el nivel e intensidad de la actividad, y según la necesidad deportiva, donde habrá que evaluar otros principios como el de fatiga, resistencia y exposición al deporte en concreto, entre otros.