Radiofrecuencia para el tratamiento del dolor
Escrito por:La radiofrecuencia es una técnica que se utiliza para aliviar el dolor. Existen diversos tipos de radiofrecuencia, que se utilizan en función de cada caso y de las necesidades individuales del paciente:
- Radiofrecuencia térmica: se conoce comúnmente como rizólisis en la denervación de ramos que inervan las articulaciones vertebrales.
- Radiofrecuencia pulsada: utiliza temperaturas iguales o inferiores a 42º
Existen otros tipos menos conocidos, como la radiofrecuencia bipolar, la radiofrecuencia enfriada y la radiofrecuencia coablativa.
Normalmente se utilizan tanto la radiofrecuencia térmica como la pulsada, aunque el mecanismo de acción es distinto en ambas. Por un lado, en la radiofrecuencia térmica se utiliza una aguja que alcanza una temperatura en su punta distal de 80 o 90ºC. Actuando a estas temperaturas, se consigue destruir el nervio.
Por el contrario, en la radiofrecuencia pulsada no se destruye el nervio, sino que se modula su función para disminuir el dolor. Vendría a ser como hacer un “reset” en un ordenador.
Ambas técnicas se utilizan para tratar el dolor, y en función del tipo y el estado del nervio se utilizará una u otra técnica.
¿Cuándo se utiliza cada tipo de técnica?
En este caso, la técnica más conocida por la población general es la rizólisis, es decir, radiofrecuencia térmica. En este caso, se utiliza para el dolor lumbar, cuyo origen está en los nervios sensitivos de las articulaciones vertebrales.
Es habitual también la radiofrecuencia térmica cervical por la misma razón que la anterior, aunque por ejemplo los traumatólogos no especialistas en el tratamiento del dolor no suelen utilizarla, y si alguno la utiliza probará la radiofrecuencia pulsada por miedo a lesionar algún nervio motor de la extremidad superior. En el caso de utilizar la radiofrecuencia pulsada, el efecto terapéutico será menor.
Cualquier paciente que tenga que ser sometido a una de estas técnicas deberá cerciorarse de que el médico posea la acreditación correcta en técnicas de radiofrecuencia, puesto que la seguridad es el factor más importante.
A su vez, el encargado de realizar el tratamiento deberá conocer todas las proyecciones posibles a realizar con rayos X, ya que se debe asegurar la colocación correcta de la aguja.
Un factor importantísimo ante esto es:
Antes de hacer cualquier tipo de radiofrecuencia debe hacerse un test diagnóstico, administrando muy poco volumen a nivel local en el nervio que se cree causante del dolor. Si se logra reducirlo más de un 50%, se podrá programar para realizar la radiofrecuencia.
¿Qué ventajas aporta la radiofrecuencia?
Las ventajas del tratamiento del dolor mediante radiofrecuencia son múltiples si se realizan por parte de un profesional acreditado en este tipo de técnicas. Así, es posible mantener el control del dolor en diversas patologías como las siguientes:
- Neuralgia del trigémino
- Migraña
- Dolor cervical y dolor lumbar
- Dolor pélvico crónico
- Cicatrices dolorosas
- Dolor post quirúrgico
Un ejemplo de caso práctico podría ser, tras colocar una prótesis de rodilla, aparece dolor (aparece entre el 20 y 30% de los casos) tras haber lesionado algún nervio durante la cirugía.
En el momento en el que se logra controlar el dolor tanto a nivel de sensaciones como causa de incapacidad, la vida del paciente mejora tanto a nivel físico como emocional.