¿Qué incidencia tiene la lesión de hombro en la población?

El dolor en el hombro es el segundo motivo de atención en nuestras consultas de traumatología después de la rodilla.

En la población joven, básicamente debido a los deportes de contacto y a los deportes de lanzamiento, se ha producido una inestabilidad en esta articulación con frecuencia o bien unas tendinopatías por sobreuso de la misma.

En la población adulta, con el tiempo, lo que se produce es un deterioro articular también de las estructuras tendinosas que va a conllevar básicamente un dolor nocturno y una incapacidad para desarrollar las actividades de la vida cotidiana.

¿Cómo afectan la inestabilidad, la luxación y otras patologías a los jóvenes deportistas?

Fundamentalmente, disminuyendo su rendimiento deportivo. Este tipo de paciente tendrá una maniobra de aprensión, es decir, clínicamente, tendrá la sensación de que en un momento determinado en un gesto se le va a salir el hombro, va a tener un episodio de inestabilidad, que le va a obligar en ocasiones a acudir a un servicio de urgencias y además le va a comportar una fatiga y un dolor que en ocasiones, incluso le hará abandonar su actividad deportiva.

En la población adulta, ¿cómo afectan las lesiones de los tendones del hombro en el día a día?

Pues con los dos motivos que acuden a nuestra consulta. Uno es el dolor, el dolor nocturno que les impide conciliar el sueño por las noches, sobre todo si duermen del lado afecto, y el otro es la impotencia funcional, la impotencia funcional de la extremidad para realizar actividades cotidianas habituales, como es trabajar por encima de la altura de los hombros, el abrochar el cinturón de seguridad en el coche o, en el caso de las mujeres, abrocharse el sujetador por detrás.

Esta impotencia funcional, este dolor, es porque las estructuras tendinosas que hacen funcionar a la perfección la articulación están afectadas y estas estructuras si están lesionadas deben ser reparadas porque si no se va a producir un deterioro articular en esta articulación y posteriormente, seguramente, una artrosis.

¿Cuáles son los avances más importantes en el diagnóstico y el tratamiento?

Destacaría dos, la resonancia magnética y la cirugía artroscópica. La resonancia mag-nética en el campo diagnóstico ha sido un avance muy importante que nos da una información tanto cuantitativa como cualitativa de aquello que está lesionado y de las posibilidades que tenemos de repararlo. Por otro lado, la cirugía artroscópica nos permite la reparación de estas lesiones mediante técnicas semiinvasivas e incisiones muy pequeñas.

Destacaría también, y no quisiera olvidarme, de los biomateriales compatibles que nos han permitido reparar las fracturas en el hombro o en el caso de las prótesis, la sustitución del mismo con las mejores condiciones, igual que ha sucedido en otras articulaciones como la cadera o la rodilla.