¿Qué es la prehabilitación al cáncer?

La prehabilitación al cáncer es un concepto, que desde hace unos años ha empezado a ponerse cada vez más de moda, y que sería todo aquel momento que hay desde el diagnóstico del cáncer (biopsia, TAC, etc.) hasta que se empieza un tratamiento activo, ya sea cirugía, quimioterapia o radioterapia. Normalmente suele ser de unos días y, a veces incluso unas semanas.

Es un tiempo en el que el paciente puede ir preparándose con su oncólogo para saber qué efectos secundarios pueden haber en el tratamiento con cirugía, quimioterapia o radioterapia y prepararse físicamente para afrontar estos efectos secundarios con: entrenamientos, una mejoría nutricional con dieta hiperprotéica personalizada al tipo de cáncer que tenga, psicología a nivel emocional, si hace falta, etc.

Es un proceso en el que el paciente pasa de estar en fase pasiva esperando a que lo llamen a estar en una fase activa en la que tratará de estar lo más preparado posible para tener menos pausas en el tratamiento, sin tener que suspender el tratamiento, ya que esto influye en gran medida para conseguir la curación de la enfermedad. 

¿En qué consiste este proceso?

El tratamiento es multidisciplinar y, obviamente, personalizado. Correspondería, por ejemplo, un señor que tiene un cáncer de colon y va a tener que pasar por una cirugía que va a provocarle diarreas, pérdida de peso, etc. Pues en este caso, antes de que pase hubiera que intentar suplementar al paciente, intentar prepararlo a nivel físico también para evitar que haya una hernia alrededor de la ostomía, etc., es decir, ciertos que sería ese tratamiento, ajustado a cada paciente en los que normalmente participaría un nutricionista, un fisioterapeuta, un oncólogo, un psicólogo, un entrenador físico, etc. 

A pesar de que aquí en España tenemos muy buena quimioterapia y radioterapia, tanto en hospitales públicos como en privados, pero todo lo que está relacionado con la calidad de vida no está tan potenciado.

¿Qué pautas concretas debería seguir el paciente?

Normalmente, una de las cosas que acostumbra a pasar cuando hay un diagnóstico de cáncer o un tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cirugía es que suele haber una pérdida de peso, que en su mayoría se debe a una pérdida de masa muscular en las piernas, la espalda, etc. 

Esta pérdida de peso suele provocar una cosa que se llama astenia, un cansancio que no se cura estando en el sofá o en la cama y que viene de esa pérdida de músculo. Por ello, la primera pauta que debería seguir cualquier paciente es hacer ejercicio físico de fuerza. El ejercicio no está contraindicado ni antes, ni durante ni después del cáncer. Además, combinarlo con una dieta en función de las necesidades que tenga el paciente y de donde parta. Generalmente, intentar subir la ingesta de proteínas con alimentos como los huevos, la carne, etc., para evitar esa pérdida de masa muscular que provocará más cansancio y menor tolerancia al tratamiento. Además conviene tenerlo en cuenta para poder volver a estar como se estaba previamente al diagnóstico.

¿Puede tener algún tipo de contraindicación para el paciente?

Un problema que tenemos los oncólogos es que sabemos mucho de quimioterapia, radioterapia y cirugía, pero sabemos muy poco de fisioterapia, nutrición, de ejercicio físico, etc. Por ello, solemos dar pautas muy generales como "coma bien", "haga ejercicio", etc. Cuando entonces el paciente nos pregunta qué ejercicio debe hacer, nosotros necesitamos el apoyo de algún entrenador físico o alguien titulado y bien formado que nos asesore, que nos ayude y que seamos un equipo multidisciplinar, pero personalizándolo a cada paciente y a cada tipo de cáncer. Muchas veces acabamos suplementando a pacientes con batidos y con ciertos suplementos alimenticios, cuando lo que necesitamos realmente es dar una buena dieta, pero para ello necesitamos el apoyo de un nutricionista. Por tanto, respondiendo a la pregunta, contraindicado no, pero sí que intentamos reducir los efectos secundarios, que haya un ingreso o parones de tratamiento de quimio o radio, que cuando se suspenden o retrasan 15 días porque está el paciente bajo de defensas, al final eso si está en estudios clínicos, aumentamos las posibilidades de recaída. Por tanto, un tratamiento de quimio o radio no debe suspenderse y debe intentarse no retrasarlo. Hay veces que hay tiempos que no se pueden controlar, como el de una biopsia o el resultado de una resonancia o el hueco para un quirófano, pero ese ya es un tiempo en el que el paciente puede intentar evitar esos efectos secundarios. 

¿Cuánto tiempo dura la prehabilitación al cáncer? ¿Tiene una duración determinada?

La prehabilitación al cáncer es el tiempo que pasa desde que el paciente es diagnosticado hasta que empieza un tratamiento. Por tanto, hay ciertos hospitales que con la pandemia del COVID, la prehabilitación ha sido más larga de lo que debería ser. Sinceramente, cuanto menos dure mejor porque eso significará que antes se empieza el tratamiento. Sin embargo, durante el tratamiento o posteriormente a la quimioterapia no está contraindicada una prehabilitación al cáncer. Al final, es estar tratado por un grupo de especialistas multidisciplinar e interdisciplinar que trabajan conjuntamente y conocen tus necesidades, por lo que no debería durar más de 3-4 semanas. Estas semanas te pueden permitir ganar mucho tiempo para posteriormente empezar un tratamiento. 

¿Debemos esperar entonces a qué el oncólogo nos remita a estos otros especialistas?

Muchas veces el paciente oncológico tiene una gran dependencia de su oncólogo, lo cual puede ser muy bueno, pero el oncólogo no tiene por qué saber de todo. Y el paciente no debe esperar a que su oncólogo le remita a un fisioterapeuta, un nutricionista, un psicólogo, etc. El paciente tiene que saber que hay esa necesidad y que todo lo que haga va a ser bueno. Lo que queremos evitar son aquellos tratamientos que no están científicamente probados. Eso sí que pone nervioso al oncólogo porque no sabe cómo va a afectar a la quimioterapia. No obstante, apoyarte en diferentes servicios como los que hemos comentado son siempre enriquecedores y no hay que tenerles miedo.