¿Qué es la Artritis Psoriásica?

Escrito por: Dr. Javier Garcia Miguel
Publicado:
Editado por: Cristina Mateo

La artritis psoriásica es una enfermedad crónica autoinmune que causa inflamación y dolor, con el consiguiente déficit funcional en las articulaciones. Ocurre en personas con psoriasis cutánea, una enfermedad crónica de la piel en la que aparecen escamas que pueden producir picor y/o sangrado, produciendo lesiones en uñas en aproximadamente un tercio de los casos.

 

Afecta tanto a hombres como a mujeres y usualmente se desarrolla entre los 30 y 50 años de edad. Sólo entre el 10-30% de las personas con psoriasis desarrollarán artritis psoriásica.

 

La lesión principal de la artritis psoriásica es la inflamación de la entesis (la unión entre ligamento o tendón y la cortical ósea). Dicha inflamación puedo producir entesitis (inflamación de la entesis), tendinitis (inflamación del tendón) o dactilitis (inflamación del tendón flexor, extensor y de las partes blandas adyacentes). Por extensión, el proceso inflamatorio puede afectar a la membrana sinovial articular produciendo sinovitis.

 

La artritis psoriásica se engloba dentro del grupo de la Espondiloartropatías, al igual que la espondilitis anquilosante o las artritis reactivas, ya que puede afectar a la columna vertebral en forma de dolor, inflamación y en casos muy agresivos, fusión de la columna vertebral o de la articulación sacroilíaca.

 

¿Cómo es posible que coexistan psoriasis y artritis?

 

Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica presentan una serie de susceptibilidades genéticas comunes que ocasionan un funcionamiento anormal del sistema inmunológico, que bajo unas condiciones ambientales oportunas resulta en la producción de inflamación de la piel o de las articulaciones.

 

La presencia del gen HLAB27 es la más importante y conocida, ya que codifica una serie de proteínas en la superficie de los linfocitos que cuando funcionan de manera anómala desencadena el mecanismo inflamatorio.

 

Existen otras enfermedades que comparten esta asociación al HLAB27, tales como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la uveítis; es por ello que una persona que esté diagnosticada de una de estas enfermedades presenta una mayor probabilidad de asociar otra del mismo grupo.

 

La psoriasis y la artritis psoriásica presentan una serie de susceptibilidades genéticas.

 

Psoriasis o artritis, ¿qué viene primero?

 

Aproximadamente un 70% de los pacientes con artritis psoriásica presentan inicialmente psoriasis cutánea, especialmente si existe afectación ungueal. El caso inverso (presentar artritis sin psoriasis cutánea) sólo se presenta en un 15% de los casos. No obstante, en estos casos se complica el diagnóstico, dada la ausencia de psoriasis, por lo que tenemos que recurrir a la presencia de antecedentes familiares de psoriasis y por lo general se suele diagnosticar como artritis seronegativa, o como “posible artritis psoriásica”, adaptando posteriormente el diagnóstico en función de la evolución clínica.

 

Esto no significa que no se pueda tratar con antirreumáticos y pueda alcanzar la remisión. La reumatología es una especialidad joven, y aun existen incógnitas por resolver. La genética del individuo es la que determina cuándo y cómo se va a desarrollar la enfermedad, por lo que actualmente es imposible saber de qué manera va a debutar una artritis psoriásica.

 

Síntomas comunes de la artritis psoriásica

 

  • Artritis/sinovitis: presencia de dolor e inflamación en una o más articulaciones.
  • Dactilitis: tumefacción de dedos de manos o pies, con un aspecto de “salchicha” por inflamación simultánea de tendones flexores, extensores, afectación de la membrana sinovial e inflamación de partes blandas.
  • Tendinitis/entesitis inflamatoria: ya sea en forma de inflamación de tendones de manos y pies, o en tendón de Aquiles.
  • Lumbalgia inflamatoria: la afectación axial no es obligada, pero cuando aparece lo hace en forma de dolor que empeora con el reposo y mejora con el movimiento, básicamente a nivel dorsal o lumbar.
  • Sacroilitis: inflamación de la articulación sacroilíaca, situada en el glúteo. Suele afectar de manera unilateral (sólo en un lado).
  • Onicopatía: afectación psoriásica de las uñas, con la clásica imagen en “mancha de aceite”

 

Tratamiento

 

El objetivo del tratamiento de la artritis psoriásica es reducir el dolor y la inflamación, controlar las psoriasis de la piel, y prevenir el daño articular (erosiones óseas), restableciendo la calidad de vida del paciente a un estado similar previo al diagnóstico. La artritis psoriásica no tiene en el momento actual un tratamiento curativo, lo que no significa que no exista tratamiento alguno.

 

La primera línea de tratamiento la constituye el tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y corticoides (orales o infiltrados en entesis o articulaciones), especialmente en los casos con afectación periférica o con entesitis/dactilitis.

 

En los casos en los se ven afectadas muchas articulaciones y existe psoriasis se inicia tratamiento con fármacos antirreumáticos, los llamados FAMEs (fármacos antireumáticos modificadores de la enfermedad). Es decir, ya no se trata de “desinflar”, sino que se trata de evitar que aparezca el proceso inflamatorio. Suelen ser medicaciones crónicas muy seguras como el metotrexato o la salazopirina, entre otros.

 

En aquellos casos en los que la enfermedad no se controle con FAMEs, o en algunos casos de afectación axial, es preciso tratar al paciente con las llamadas terapias biológicas: una categoría de FAME dirigidos que actúan en diferentes puntos de la cascada inflamatoria, bloqueando diferentes moléculas involucradas en el proceso inflamatorio: bloqueadores del TNF-alfa (adalimumab, golimumab), inhibidores de la interleucina 12/23 (ustekinumab), inhibidores de la interleucina 17-A (secukinumab e ixekizumab) y los inhibidores de fosfodiesterasa-4 (apremilast). Cada uno de estos tratamientos debe ser instaurado por reumatólogos, siguiendo controles posteriores en consulta.

Por Dr. Javier Garcia Miguel
Reumatología

El Dr. Javier García Miguel se formó como médico en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol (Universitat Autònoma de Barcelona) y como especialista en Reumatología vía MIR en los Hospitales del Mar i de l’Esperança de Barcelona.

En el año 2006 completó su formación como investigador realizando una estancia de un año de duración como Researcher Fellow en el Laboratory for Structural NMR Imaging, situado en la prestigiosa University Hospital of Pennsylvania School of Medicine (Philadelphia, USA), estudiando la microarquitectura ósea trabecular en las enfermedades metabólicas óseas mediante Resonancia Magnética (Virtual Bone Biopsy) y microCT.

En el año 2009 obtuvo el doctorado en Medicina Interna con calificación excelente cum laude por la Universidad Autónoma de Barcelona. Posee conocimientos avanzados de ecografía musculoesquelética y el certificado de especialista en densitometría clínica por The International Society for Clinical Densitometry (ISCD). También posee un máster en enfermedades autoinmunes en Reumatología. Es miembro numerario de la Sociedad Española de Reumatología. 

Actualmente es jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona y Reumatek.

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