¿Qué es el Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH)?
Escrito por:El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que condiciona que quien lo padece tenga dificultades en regular su nivel de actividad (hiperactividad), en inhibir o poner freno a sus pensamientos y/o comportamientos (impulsividad), y en mantener la atención en tareas que requieren un esfuerzo cognitivo (inatención).
Constituye por tanto un patrón mal adaptativo, desproporcionado e inadecuado a la edad del niño; con síntomas de hiperactividad, impulsividad y/o inatención, que están presentes generalmente antes de los 12 años de vida y en más de un ambiente (casa, colegio, actividades extraescolares, etc.).
En este sentido, es importante diferenciar entre sus tres subtipos:
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo
- Predominantemente inatento
- Presentación combinada (tienen hiperactividad/impulsividad e inatención)
¿Cuál es la causa del TDAH?
Mientras que en medicina existen muchas enfermedades que, como la gripe, responden a una única causa, otras pueden ser a causa de diversos factores que coinciden en el tiempo, como en el caso del TDAH. Según la intensidad o el tipo de la causa contribuye a que el trastorno se manifieste de un modo u otro. Algunas veces, solo es necesaria una causa muy fuerte, pero en otras se necesita la superposición de varias de ellas más débiles para que el paciente desarrolle la enfermedad.
Las principales causas de que un niño padezca TDAH son:
- La genética: si los lo padecen el riesgo de que se manifieste en el hijo es ocho veces mayor
- El consumo de alcohol durante el embarazo triplica las opciones
- El consumo de tabaco durante el embarazo aumenta también por tres las posibilidades
- La prematuridad
- Nacer con poco peso
Lo desacuerdos entre los padres o el divorcio de estos, los celos por el nacimiento de un hermano, etc., pueden empeorar el TDAH, pero no tienen ninguna relación de causa y efecto con el mismo.
¿Por qué́ se produce el TDAH?
Existen diversos estudios, como la resonancia magnética funcional, que han permitido demostrar que en el TDAH existe un funcionamiento deficitario de determinadas partes del cerebro. Dichas zonas son los lóbulos frontales y las conexiones de estos con los ganglios de la base y el cerebelo.
Para que estas zonas del cerebro funcionen adecuadamente se necesitan dopamina y noradrenalina, las que permiten que las neuronas se comuniquen entre ellas. En los niños con TDAH existe una reducción en los niveles de estas en las zonas del cerebro señaladas. De este modo, cuando se necesita una buena transmisión de la información entre neuronas para poder concentrarse y controlarse, la función no se realiza adecuadamente.
Los traumas, el entorno o la dinámica familiar no tienen nada que ver. Tampoco hay que buscar culpables, ya que si se diagnostica y trata correctamente se puede seguir una vida normal y feliz.
¿Cuáles son las zonas del cerebro afectadas en el TDAH?
Las zonas del cerebro afectadas por el TDAH son:
- Los lóbulos frontales: son los encargados del autocontrol, junto a sus conexiones más cercanas con los ganglios de la base
- El cerebelo
- El cíngulo: es el encargado de regular la atención
¿Cuáles son los principales síntomas del TDAH?
Principalmente, el TDAH se concibe como una mezcla de estos 3 componentes:
- Conductas hiperactivas
- Conductas impulsivas
- Dificultades atencionales, así como de organización y planificación
Aunque, sin embargo, de estos pueden extraerse otros muchos síntomas como:
- Baja autoestima
- Dificultad en las habilidades sociales
- Problemas de aprendizaje
- Torpeza en la motricidad fina y/o en la gruesa
- Escasa motivación
- Rendimiento académico por debajo de sus posibilidades
- Conducta desafiante
- Inflexibilidad e insaciabilidad
- Escasa constancia, consistencia en la realización de las tareas y rendimiento muy irregular o variable
- Problemas de sueño
- Nerviosismo