¿Qué diferencia la Traumatología clásica de la deportiva?
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¿En qué consiste la Traumatología deportiva?
La Traumatología deportiva es una especialidad médica que trata las lesiones del aparato locomotor, consecuencia de un traumatismo sufrido durante la práctica deportiva. La tipología de lesión puede ser de distinta índole, según la zona afectada: ligamentos, tendones, menisco, hueso, cartílago, etc.
¿Qué diferencia la Traumatología clásica de la deportiva?
La Traumatología deportiva está destinada a pacientes que requieren una rápida recuperación para poder volver a los entrenamientos lo antes posible. Por este motivo, las técnicas que se utilizan son mínimamente invasivas por varias razones:
- Se realizan incisiones mínimas (cirugía artroscópica)
- Provoca un menor sangrado
- Tiene menor agresión quirúrgica
- Reduce el tiempo de hospitalización
¿Qué lesiones son las más comunes?
Las lesiones varían en función de la disciplina deportiva, ya que cada deporte puede afectar a diferentes áreas del aparato locomotor.
En el running predominan las lesiones en rodilla (menisco y cartílago) y pie-tobillo (tendinitis). Por otro lado, en los gimnasios se observan patologías en el hombro, la rodilla y las caderas, consecuencia del crossfit y las actividades de sala.
En los deportes de raqueta (pádel, tenis, etc.) las lesiones más comunes son en el codo (epicondilitis), las rodillas (meniscales y ligamento cruzado) y el hombro (lesiones de SLAP en el labrum, supraespinoso etc.).
En cuanto a las patologías de hombro con componente de inestabilidad (luxaciones, lesión en el tendón largo del bíceps), estas se dan con mayor frecuencia en aquellas actividades donde predomina el miembro superior (baloncesto, balonmano, voleibol, judo, kárate, etc.).
Por último, las lesiones cartilaginosas, meniscales y de ligamento cruzado suelen ocurrir en deportes con riesgo de torsión en la rodilla (fútbol, artes marciales, etc.), además de lesiones en la cadera como el pinzamiento femoroacetabular (CAM y Pincer) y la lesión en el labrum, la cual es una de las principales causantes de la artrosis de cadera.
En definitiva, hay un amplio abanico de lesiones, debido a la creciente cultura del deporte en la actualidad.
¿Cuáles requieren un mayor tiempo de recuperación y rehabilitación?
Lo primero que se debe hacer es diagnosticar el alcance lesivo. No es lo mismo una lesión articular que una patología musculotendinosa. Las lesiones musculares precisan generalmente un manejo fisioterápico intensivo precoz.
Por otra parte, la patología articular tiene mayor complejidad, por lo que precisa un seguimiento más exhaustivo del traumatólogo. En los casos en los que se requiera una intervención quirúrgica se coordinará todo conjuntamente entre el paciente, el traumatólogo y el equipo rehabilitador.
¿De qué manera se pueden prevenir?
La prevención es elemental como en cualquier otra especialidad médica, por lo que es importante enseñar al paciente algunas herramientas para evitar recaídas. Además, el traumatólogo realizará trabajos específicos de tonificación y estiramientos que contribuirán a un mayor fortalecimiento de la zona. Asimismo, también incidirá en aspectos como la higiene postural, los hábitos dietéticos o el establecimiento de periodos de descanso que se sean adecuados. Todos estos factores serán clave para evitar nuevas lesiones.
No obstante, cabe destacar que el protocolo será diferente según la patología que presente el paciente. Por ejemplo, en una luxación recidivante de hombro, se realizará artroscopia con reparación capsulobral y se mantendrá un cabestrillo las próximas 4 semanas. Durante la recuperación se realizarán actividades suaves de forma progresiva, evitando rigideces. Entre las dos últimas semanas se comenzará a realizar trabajo fisioterápico y, además, se permitirá actividad aeróbica en bicicleta estática para minimizar el impacto glenohumeral.
Sin embargo, no es hasta el segundo o tercer mes cuando se recupera el arco de movilidad y se comienzan los ejercicios activos y de fuerza durante los meses consecutivos. El objetivo es que el paciente recupere sensaciones y seguridad progresivamente en el desarrollo de la actividad deportiva.