¿Qué cuidados debo llevar a cabo si sufro insuficiencia cardíaca?

Escrito por: Dr. Josep Melero Ferrer
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

La insuficiencia cardíaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. El corazón no funciona correctamente y los síntomas se pueden presentar como consecuencia de la congestión o la hipoperfusión. Por un lado, la incapacidad de enviar la sangre correctamente al resto del cuerpo hace que los tejidos no reciban toda la sangre que necesitan. Por otro lado esta incapacidad de bombeo hace que la sangre retroceda causando encharcamiento de los tejidos, pulmones y demás.

 

Los pacientes con insuficiencia cardíaca deben controlar el peso,
dieta baja en sal, controlar la ingesta de líquidos y hacer ejercicio.

 

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardíaca puede ser una enfermedad que no presente síntomas durante mucho tiempo a lo largo de la vida (llamada fase asintomática). Cuando aparecen, los síntomas predominantes son:

  • Cansancio anormal por esfuerzos que antes no lo causaban. La sangre no llega adecuadamente a los músculos y se provoca una situación de fatiga muscular.
  • Respiración fatigosa por estancamiento de los líquidos en los alvéolos de los pulmones. Si al estar acostado se presenta una sensación de ahogo que obliga a levantarse y dormir sentado.
  • A veces puede aparecer tos seca y persistente motivada por la retención de líquido en los pulmones 
  • La insuficiencia puede provocar que el flujo de sangre a los riñones no sea suficiente y se produzca retención de líquidos por disminución de la orina. Esta hinchazón suele localizarse en las piernas, los tobillos o el abdomen. Y a veces se orina más por la noche que por el día (nicturia).
  • Falta de aire (disnea) con el esfuerzo y mala tolerancia al ejercicio por fatiga.

 

¿Cómo se puede detectar? ¿Qué pruebas se deben realizar?

Muchas veces la sospecha diagnóstica se tiene únicamente tras realizar una detallada historia clínica y con la exploración física, pero para confirmar el diagnóstico son necesarias pruebas complementarias como el ECG, el ecocardiograma-doppler o la prueba de esfuerzo. En algunas ocasiones son necesarias pruebas especiales como la resonancia magnética cardíaca o la coronariografía.

 

El ecocardiograma es la exploración esencial para esta enfermedad. Es una prueba que utiliza ultrasonidos, que son totalmente incruentos y se pueden utilizar en cualquier paciente, circunstancia y lugar. Sirve para ver la función del miocardio, dimensiones de las cavidades cardíacas, la función de las válvulas y estudiar el pericardio.

 

¿Cuáles son las causas de esta afección?

  Las situaciones que más frecuentemente afectan al músculo cardiaco y causan insuficiencia cardiaca vienen derivadas de:

  • Enfermedad de las arterias coronarias que debilitan el músculo cardiaco, después de un infarto de miocardio.
  • Arritmias cardíacas: el corazón late a una frecuencia no adecuada, demasiado lenta (bradiarritmias) o demasiado rápida (taquiarritmias). 
  • Hipertensión arterial que origina el engrosamiento de las paredes del corazón.
  • Mal funcionamiento de las válvulas del corazón. A veces se estrechan e impiden el paso de la sangre a través de ellas y en otras ocasiones no "cierran" bien.
  • Dilatación del corazón que se agranda y debilita, sin una causa específica conocida.
  • Infecciones (miocarditis) y tóxicos (alcohol).

 

Existen otros factores que si bien no causan la enfermedad pueden provocar su empeoramiento:

  • Anemia 
  • Infecciones respiratorias 
  • Insuficiencia renal 
  • Dejar la medicación  

 

¿Qué tratamiento se debe seguir?

Existen tratamientos eficaces para retrasar la progresión de la insuficiencia cardiaca, mejorar la calidad de vida, la capacidad de esfuerzo y prolongar la supervivencia. Son los siguientes:

  • Tratar la causa que la produce (revascularización con angioplastia o bypass si es por falta de riego, dejar de beber si es alcohólica, etc.).
  • Los diuréticos mejoran los síntomas congestivos y rebajan la hinchazón o la congestión pulmonar.
  • Los betabloqueantes disminuyen las pulsaciones y mejoran el pronóstico vital (son imprescindibles si la función del corazón está disminuida).
  • Los inhibidores de la aldosterona también son necesarios, ya que mejoran la supervivencia en los pacientes con función del corazón disminuida y síntomas a pesar del tratamiento con betabloqueantes y IECAS o ARA II.
  • El sacubitril/valsartan reducen la carga con la que debe trabajar el corazón, aumentan su rendimiento y rebajan la tensión arterial. Son imprescindibles cuando la función del corazón está disminuida ya que mejoran el pronóstico vital.
  • La ivabradina es un fármaco que reduce exclusivamente la frecuencia cardiaca y puede ser beneficioso en algunos tipos de insuficiencia cardiaca.
  • En otros casos es necesario implantar dispositivos a los pacientes que, a pesar de tener un tratamiento correcto (pérdida de peso, dieta adecuada, etc.), continúan con síntomas, tienen unas alteraciones en el ECG determinadas y una función del corazón disminuida (<35%). Estos dispositivos en los pacientes con una esperanza de vida adecuada pueden mejorar los síntomas (TRC) o disminuir la probabilidad de morirse de repente (DAI).
  • Si el paciente no mejora con todos los tratamientos previos, se podría plantear (según la edad y la presencia de otras enfermedades o complicaciones) el trasplante cardiaco.

En todo caso, el enfoque inicial de cualquier tratamiento para la insuficiencia cardíaca siempre debe controlar la hipertensión o la diabetes y recuperar el caudal de riego sanguíneo.

 

¿Qué cuidados debe llevar a cabo el paciente?

Medidas higiénicas como controlar el peso, dieta baja en sal, controlar la ingesta de líquidos, hacer ejercicio, etc.

  • La restricción de la sal en la dieta es una medida importante para evitar las descompensaciones de la insuficiencia cardiaca y puede contribuir a reducir las necesidades de diuréticos.
  • Respecto a los líquidos, no se debe forzar ingesta la líquida. Beber aproximadamente 1,5l al día en total. Evitar bebidas carbonatadas por su alto contenido en sodio.
  • Durante la digestión el corazón tiene que trabajar más. Haga 5 tomas al día, pequeñas cantidades y de forma frecuente. Evite atracones. Elija métodos de cocinado que utilicen poca o ninguna grasa (horno, plancha, parrilla, microondas, asado o cocción al vapor.
  • Hace unos años prácticamente se prohibía hacer ejercicio a los pacientes con insuficiencia cardiaca. Sin embargo, se ha demostrado que tiene múltiples beneficios: disminuye los reingresos, actúa como antiarrítmico, controla los factores de riesgo, disminuye el estrés y aumenta la calidad de vida. Probablemente hasta mejore la supervivencia.

Por Dr. Josep Melero Ferrer
Cardiología

El destacado Dr. Josep Melero Ferrer es licenciado en Medicina por la Universidad de Valencia y doctor con calificación Cum Laude por la misma universidad. Cursó su residencia en el Servicio de Cardiología del Hospital La Fe, completando su formación en Estados Unidos, concretamente en el San Francisco Medical Center

Con varios años de experiencia, actualmente ejerce en el Hospital Casa de Salud y en el Hospital General Universitario, además de la práctica privada en la prestigiosa clínica My Medica de Valencia. Es experto en cardiología deportiva, fibrilación auricular y insuficiencia cardíaca, entre otros. 

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