Prótesis fija: duración y cuidados
Escrito por:Cuando se coloca una prótesis fija (ya sean coronas o puentes), es muy habitual escuchar en la consulta una frase que nos ha llevado a escribir este post: “Doctor, entonces esto que me coloca, ya es para toda la vida, ¿no?” Pues bien, nos encantaría poder decir que es así, sin embargo, esa no es la respuesta. Tanto las coronas como los puentes también tienen una vida limitada, no tanto porque se puedan deteriorar, ya que es probable que la prótesis apenas sufra deterioro, pero sí por el deterioro que sufre nuestra boca.
A lo largo de los años, nuestras encías suelen sufrir pequeñas retracciones, ya sea por el propio paso de los años o por otros factores añadidos como un cepillado agresivo, un problema de bruxismo, etc. Esta retracción gingival hace que nuestra prótesis no se ajuste completamente a nuestro diente, quedando pequeños espacios entre los dientes y la encía, en los que se puede acumular placa muy fácilmente. Además, esta placa puede provocar caries en los pilares de nuestras prótesis. Las caries producidas en estas zonas, son difíciles de ver por lo que se recomienda hacer revisiones periódicas acompañadas de radiografías para así detectar cualquier pequeño deterioro.
Dependiendo de la edad del paciente que lleva la prótesis y del estado inicial del diente antes de realizar la prótesis, una corona o un puente deberá cambiarse antes o después, pero la vida media de una prótesis fija está en torno a los 10 o 12 años. Esto no quiere decir que haya prótesis que estén en perfecto estado a los 10 años de colocarlas o que otras se tengan que cambiar antes de ese periodo de tiempo.
Es evidente que la higiene es de vital importancia para poder alargar la vida de nuestra prótesis, ya que un paciente con una buena higiene y con unas encías sanas y poca placa acumulada, el riesgo de caries entre la prótesis y la encía será mínimo.
Las prótesis fijas, al fin y al cabo, se deben cuidar incluso más que nuestros propios dientes. La higiene debe ir acompañada además de por un buen cepillado de dientes, la utilización de cepillos interproximales, seda y, si fuera posible, un irrigador bucal, el cual ayudará no solo a que limpiemos profundamente, sino que produce un masaje en las encías que facilita la buena irrigación de las mismas.
Con todo esto, te animamos a que revises todos los años tu boca. En nuestra consulta de la calle Basílica de Madrid la primera consulta es gratuita, ¡así que no dejes de visitarnos! Somos expertos en prótesis y estética dental.