Prevención del melanoma en atención primaria
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que puede desarrollarse debido a factores genéticos y ambientales. Detectarlo a tiempo es clave para un tratamiento efectivo, y en atención primaria se pueden realizar importantes acciones preventivas.
Se origina en las células productoras de pigmento llamadas melanocitos. Aunque es menos frecuente que otros tipos de cáncer de piel, es más agresivo y puede propagarse rápidamente a otros órganos. La prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales, ya que cuando el melanoma se detecta a tiempo, el tratamiento es mucho más efectivo.
¿Cuáles son los factores de riesgo principales?
Existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar melanoma:
- Exposición al sol: la exposición frecuente y sin protección a los rayos ultravioleta (UV) es uno de los mayores factores de riesgo. Esto incluye tanto la exposición directa al sol como el uso de camas de bronceado.
- Tipo de piel: las personas con piel clara, que se queman fácilmente o tienen muchos lunares, son más vulnerables.
- Antecedentes familiares o personales: tener familiares con antecedentes de melanoma o haber tenido ya un melanoma incrementa el riesgo.
- Edad y género: aunque el melanoma puede afectar a cualquier edad, es más común en personas mayores y, en algunos casos, en hombres mayores de 50 años.
¿Cómo puedo prevenir el melanoma?
La prevención del melanoma en atención primaria se basa en reducir la exposición a los factores de riesgo y realizar revisiones regulares. Algunos consejos prácticos son:
- Usar protección solar, incluso en invierno o en días nublados.
- Evitar la exposición en las horas pico: intente no exponerse al sol entre las 10:00 y las 16:00, cuando los rayos UV son más intensos.
- Vestimenta adecuada: use sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV y ropa de manga larga para protegerse.
- Evitar las camas de bronceado: la exposición artificial a los rayos UV también aumenta el riesgo de melanoma.
¿Cuándo debo hacer una revisión de lunares?
Las revisiones regulares de lunares y manchas son fundamentales, especialmente si tiene factores de riesgo. En atención primaria, el médico puede evaluar las lesiones sospechosas usando el método “ABCDE” para identificar posibles signos de melanoma:
- Asimetría: un lado del lunar no coincide con el otro.
- Borde: bordes irregulares o desiguales.
- Color: variaciones en el color, especialmente si incluye tonos oscuros o múltiples colores.
- Diámetro: si el lunar mide más de 6 mm.
- Evolución: cambios en tamaño, forma o color con el tiempo.
Si observa cualquiera de estos signos, consulte a su médico de familia, quien decidirá si es necesario realizar estudios adicionales o derivarle a un especialista.
¿Cómo puedo hacerme una autoexploración de la piel?
La autoexploración es una medida de prevención muy útil. Se recomienda revisar la piel una vez al mes, siguiendo estos pasos:
- En un espejo de cuerpo entero, revise frente y dorso del torso, así como brazos y piernas.
- Use un espejo de mano para ver las zonas menos visibles, como la espalda, el cuello, el cuero cabelludo y las plantas de los pies.
- Tome nota de cualquier lunar nuevo o cambio en lunares existentes, y consulte a su médico si nota algo inusual.
¿Qué puedo esperar en la consulta de atención primaria?
En la consulta, el médico de familia evaluará su piel y sus factores de riesgo. Si encuentra alguna lesión sospechosa, puede recomendar una evaluación más detallada, como una dermatoscopia, o derivarle a un dermatólogo para confirmar el diagnóstico.