¿Por qué se desarrollan patologías benignas en la mama?
La patología benigna de la mama abarca un gran grupo de afectaciones que se pueden agrupar dependiendo del síntoma principal que padezca la paciente. Algunos de estos son: nódulos palpables, secreción por el pezón, dolor, alteraciones de la forma de la mama y alteraciones de la piel.
¿Qué tipos de nódulos existen?
- Fibroadenoma
Estos tipos de nódulos están formados fundamentalmente por tejido fibroepitelial, siendo el mayor exponente el fibradenoma (el más frecuente) y suelen medir entre 2 y 4 cm, aunque se pueden observar algunos que llegan a alcanzar un tamaño superior a los 8 cm. Su aparición llega antes de los 40 años y, si no aumentan de tamaño ni duelen, no es necesaria su resección. Es aconsejable un diagnóstico como mínimo por punción aspiración con aguja fina (PAAF).
- Quistes
Otro nódulo muy frecuente son los quistes, que son acumulaciones de líquido con una aparición que oscila entre los 35 y los 40 años. El tamaño puede variar, desde milímetros hasta centímetros. La aparición de los quistes se debe al bloqueo y la dilatación de los conductos por el edema estromal que se produce por los estímulos hormonales. En un gran número de ocasiones están relacionados con los pacientes que presentan una mastopatía fibroquística, con aumento del tamaño y dolor antes de las reglas. Durante la menopausia mejora la sintomatología y llegan a desaparecer este tipo de síntomas. No siempre es necesario operar los quistes a no ser que provoquen mucho dolor o que sobresalgan a simple vista por encima de la piel. En este caso realizaremos una punción con aguja fina y procederemos al vaciado del quiste.
A través de una anamnesis, exploración manual y ecografía de mama se podrá realizar un diagnóstico correcto.
¿Qué implica una mastopastía fibroquística?
Es un proceso benigno de la mama referido al dolor que puede presentarse de forma cíclica y puede estar relacionado con los ciclos menstruales. Es uno de los síntomas más frecuentes de consulta.
Cuando el dolor es cíclico y se produce antes de la menstruación, se conoce popularmente como Síndrome de tensión mamaria premenstrual y se debe a los cambios hormonales que se presentan en la mama, siendo más frecuente entre mujeres jóvenes y de forma bilateral. Durante la regla el dolor desaparece o como mínimo mejora. Cuando el dolor no es cíclico, la causa más frecuente es la Mastopatía fibroquística, que se relaciona con un aumento del tejido fibroso y la aparición de microquistes y placas fibrosas por toda la mama, siendo normal en la mayor parte de las mujeres jóvenes.
¿Cuándo se produce la secreción mamaria?
La aparición de secreción mamaria en una mujer se suele producir si se busca específicamente este hecho en la exploración mamaria. Durante la vida de la mujer, un 50-80% de ellas presentarán algún tipo de secreción excluyendo la lactancia. La mayor parte de las secreciones pueden ser fisiológicas o de patología benigna por papilomas, ectasias ductales, hiperprolactinemias, farmacológicas, traumatismos de la mama… Normalmente suelen ser bilaterales y pluriorificiales. Pero siempre se deben tener en cuenta y descartar que no se trate de un síntoma de cáncer de mama. Para un correcto diagnóstico resulta imprescindible una historia clínica correcta, una exploración al detalle, la realización de una impronta citológica, un cultivo si se necesita y una ecografía mamaria.
El tratamiento de las secreciones puede variar desde no tener que hacer nada hasta un tratamiento médico o una intervención quirúrgica como en el caso del diagnóstico de papilomas.
¿Qué es una mastitis?
Es un proceso inflamatorio de la mama que se presenta de dos formas:
- Aguda: la mastitis puerperal (relacionada con la lactancia) tiene un carácter predominante.
- Crónica: siendo la infección subaguda recidivante la más frecuente.
La mastitis aparece como un enrojecimiento de una parte de la mama o de toda ella que causa calor local y dolor. En ocasiones puede producir fiebre. También puede deberse a un absceso subyacente, siendo la causa más frecuente la infección bacteriana.
El tratamiento inicial y habitual de las mastitis y abscesos será un tratamiento médico mediante antibióticos y antiinflamatorios. En los casos en los que estos problemas no se solucionen y persista un absceso, será necesaria la realización de un desbridamiento y, en los casos recidivantes, la escisión de toda la zona leñosa y del trayecto fistuloso.