¿Por qué es importante que realices una quiropodia?
Escrito por:La quiropodia es un tratamiento realizado por un podólogo, que consiste en la eliminación de callos y problemas en las uñas de los pies. Su objetivo principal es evitar que estas pequeñas lesiones aumenten su gravedad con el tiempo y/o deriven en algo de mucha más importancia.
Además, el especialista en Podología realizará una revisión más exhaustiva para detectar posibles enfermedades, tales como hongos o papilomas.
¿Cuándo se debe realizar?
Es importante acudir al podólogo al menos una vez al año. De esta forma, realizamos una revisión completa nuestros pies, detectando a tiempo cualquier anomalía y así diagnosticando las posibles causas que la producen.
Siempre hay que visitar al podólogo si detectamos en nuestros pies algunos de los síntomas que trata la quiropodia, ya que son muy visibles y, en algunas ocasiones, dolorosos. Por ello, si se presentan algunos de los problemas (callos, durezas, alteraciones en las uñas, etc.) hay que acudir a un podólogo colegiado y evitar problemas en el futuro.
¿En qué consiste la quiropodia?
La quiropodia consta de dos partes. En un primer momento, el podólogo realizará una revisión exhaustiva para identificar posibles enfermedades como hongos, papilomas… En segundo lugar, y tras la exploración y el diagnóstico realizado por el especialista, los tratamientos más comunes que se pueden realizar son:
- Deslaminación de hiperqueratosis: eliminación de las durezas generadas en el pie.
- Tratamiento de helomas (callos): eliminación del tejido inerte del pie.
- Corte y fresado de uñas: tratamiento para las diferentes alteraciones y/o afecciones de las uñas.
¿Cada cuánto tiempo es necesario realizarla?
Los adultos son los que más suelen requerir de la quiropodia, pero se puede practicar en personas de cualquier edad, aunque es muy raro que un niño la necesite. Lo aconsejable es visitar al podólogo una vez al año, que señalará si el procedimiento es necesario o no y su periodicidad.
No es necesario tener los pies hechos un desastre para realizar este procedimiento. Hay alteraciones que pasan desapercibidas y que son mucho más tratables si se hace un diagnóstico precoz. Como ya he señalado anteriormente, cualquier tipo de alteración en los pies, como callos, durezas, uñas deformes o dolores, puede derivar en problemas más serios. Aquí la palabra clave sería la prevención.
Asimismo, algunas enfermedades sistémicas como la diabetes exigen un cuidado más detallado de los pies, realizando una vigilancia exhaustiva para evitar complicaciones típicas de dichas enfermedades.
¿Qué pasa si no nos hacemos quiropodias?
Las consecuencias son las mismas que si una persona no visitara nunca al dentista. Es posible que nunca tuviera problemas en su boca o en sus pies, pero una detección precoz de cualquier alteración en los pies o las uñas puede aliviar un problema mayor en el futuro.
Un control continuo de nuestra salud podológica es la mejor prevención para identificar posibles dolencias o patologías. Nuestros pies son los motores que nos llevan a todos los sitios y, por ello, hay que revisarlos y cuidarlos.