¿Por qué es importante detectar y tratar a los niños y niñas con trastornos del aprendizaje escolar?

Escrito por: Dra. María Eugenia Russi Delfraro
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

El aprendizaje es el proceso mediante el cual los seres humanos adquirimos y almacenamos determinada información, con la finalidad de poderla utilizar cuando sea necesario. Para que esto sea posible es imprescindible que dicha información penetre a través de los sentidos, para posteriormente ser procesada y almacenada en nuestro cerebro.

 

“El cerebro es para el aprendizaje lo que los pulmones para la respiración”. Por lo cual es fácil entender como el conocimiento de las distintas bases cerebrales que explican los diferentes trastornos del aprendizaje, resulta de fundamental importancia.

 

Existen determinados “períodos sensibles” de la vida en los cuales el aprendizaje se produce de una forma más efectiva y duradera. Fuera de estos períodos un aprendizaje determinado precisa de más tiempo y el resultado es menos efectivo.

 

Por ejemplo, en niños en edad escolar la plasticidad cerebral propia de estas edades hace que éste sea un período único. Si diagnosticamos precozmente la dificultad en cuestión e iniciamos un tratamiento y unas adaptaciones escolares específicas, seremos capaces de incidir directamente en las funciones cerebrales deficitarias y cambiar los resultados.

 

Es muy importante detectar ciertos “signos de alarma” que suelen
estar presentes en estos niños desde edades tempranas para tratarlos

 

En la adolescencia en cambio, esta plasticidad cerebral es muy inferior y las medidas que podamos tomar a estas edades se basan fundamentalmente en la búsqueda de estrategias que permitan suplir una serie de dificultades ya establecidas.

 

Por esta razón, cuanto antes diagnostiquemos y tratemos los diferentes trastornos del aprendizaje, mejores serán los resultados obtenidos.

 

En este sentido resulta de fundamental importancia la detección precoz de ciertos “signos de alarma” que suelen estar presentes en estos niños desde edades tempranas, y que sólo profesionales específicamente entrenados y con experiencia en los campos de la neuropsicología y la neurología infantil pueden evaluar y tratar adecuadamente.

 

¿Cuáles son los “signos de alarma” que deben alertar a padres y educadores sobre un posible trastorno del aprendizaje?

A continuación, esbozaremos los principales “signos de alarma” generales que permiten sospechar la presencia de un trastorno del aprendizaje, y que deben motivar una consulta con el especialista.

 

  • Dificultad persistente en uno o varios aprendizajes, pudiendo afectar al lenguaje en forma global, a la lecto-escritura o a las matemáticas en particular, a la capacidad de concentrarse, prestar y mantener la atención, o a la capacidad para autorregular y controlar su conducta.
  • El rendimiento escolar no está acorde con la capacidad intelectual del niño. Es decir, existe una discrepancia entre la capacidad del niño y los bajos logros académicos obtenidos.
  • El rendimiento escolar no está acorde con el esfuerzo que hace el niño. Es decir, existe una discrepancia entre el empeño que el niño pone en los estudios y los resultados que obtiene.
  • Las dificultades son persistentes, impidiéndole seguir el ritmo de aprendizajes de los niños de su edad, y tienen una repercusión negativa en el progreso del niño durante la escolaridad.
  • La conducta del niño no está acorde ni encaja con el tipo de educación recibida ni con el ambiente familiar del que procede (impulsividad, impaciencia, problemas de sintonización social, desordenado, desorganizado, alborotador).
  • Conductas de rechazo frente a uno o más aprendizajes, o síntomas de ansiedad, angustia, cefaleas o abdominalgias sin una causa médica aparente y en relación estrecha con la realización de tareas escolares. 

 

¿Qué debemos saber sobre los “signos de alarma”?

Llegados a este punto es importante saber que:

  • Estos son solo “signos de alarma” que sirven para detectar posibles dificultades. No para diagnosticar.
  • Para llegar a un diagnóstico es necesaria la intervención de un equipo especializado, una historia clínica completa, una exploración neurológica y el estudio neuropsicológico.

Por Dra. María Eugenia Russi Delfraro
Neurología infantil

La Dra. María Eugenia Russi Delfraro es una reconocida especialista en el campo de la Neuropediatría; con una amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento del TDAH, los trastornos del aprendizaje (como la dislexia, la discalculia, la disgrafía, el trastorno del desarrollo de la coordinación, etc.), la neurología cognitiva y los diferentes trastornos del neurodesarrollo como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF), o la discapacidad intelectual (DI). Asimismo, también es especialista en dificultades del aprendizaje derivadas de patologías neurológicas como la prematuridad, la epilepsia, los trastornos genéticos o el daño cerebral adquirido.

Cuenta con más de 15 años de experiencia en la profesión y una exhaustiva formación en diferentes campos de su especialidad, con numerosos cursos y titulaciones de postgrado adquiridas, como el Máster de Neurología Infantil otorgado por la Universidad de Barcelona (UB) o el Máster de Práctica Clínica en Psiquiatría del Niño y el Adolescente. Dedicando buena parte de su tiempo a la formación médica continua y a la actualización en el campo de la Psicofarmacología y especialmente en el tratamiento farmacológico del TDAH, realiza numerosos cursos de renombre internacional; como el "Curso de Formación Medica Continua en Psicofarmacología en Niños y Adolescentes" del Hospital General de Massachusetts, dependiente de la Universidad de Harvard.

A lo largo de su trayectoria profesional ha combinado su actividad médica en centros hospitalarios de prestigio con una extensa actividad docente, siendo al momento actual profesora del Máster de Neurología y de Neuropsicología infantil de la Universidad de Barcelona, e impartiendo charlas en diferentes ámbitos y cursos de actualización relacionados con su especialidad. Por otra parte, la Dra. Russi ha publicado numerosos artículos científicos y capítulos de libros sobre diferentes temas de Neurología infantil, y realiza una gran labor de divulgación científica mediante la elaboración de diferentes artículos de interés general.  

También es miembro de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), donde forma parte del grupo de trabajo de TDAH, e integra el equipo de "Trastornos del Aprendizaje Escolar", de la Sociedad Catalana de Pediatría. 

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