Plasma Rico en Plaquetas: utilidades y niveles de eficacia según la lesión

Escrito por: Dr. Rafael Bornstein Sánchez
Publicado: | Actualizado: 15/02/2023
Editado por: Patricia Pujante Crespo

En los últimos años se ha experimentado un aumento exponencial en el uso terapéutico del plasma rico en plaquetas (PRP). El uso en exceso del PRP en distintas situaciones clínicas ha sobrepasado en gran medida la capacidad de la comunidad científica para generar evidencias sobre sus beneficios.

 

Las plaquetas no solo participan en las primeras fases de la hemostasia sino que también juegan un papel en la reparación y regeneración de diferentes tejidos a través de la secreción de factores de crecimiento y otras citoquinas. De ahí que la administración de PRP haya sido considerada por muchos facultativos como potencialmente útil en numerosas patologías degenerativas. Ello, junto a la inocuidad de la terapia (siempre que la preparación del PRP se ajuste a procedimientos adecuados), ha hecho que se dispare su aplicación antes de probarse científicamente la eficacia médica de la técnica.

Tubos de analítica con plasma rico en plaquetas en su interior by Top Doctors
El plasma rico en plaquetas es útil para tratar algunas lesiones
ero debe emplearse correctamente

 

Aplicaciones del plasma rico en plaquetas: ¿cuándo se recomienda?

Actualmente no existe en España ninguna indicación autorizada del uso clínico del PRP por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Sin embargo, este tratamiento se ha venido aplicando en numerosos campos: Odontología y Cirugía Maxilofacial, Traumatología, Reumatología, Medicina del Deporte, Cirugía Plástica, Oftalmología, Medicina Estética, Cirugía Vascular, Otorrinolaringología, Neurocirugía, Unidad de quemados, Urología, Cirugía Torácica o Dermatología. En pocas de estas especialidades existen ensayos clínicos con suficiente calidad metodológica para poder extraer conclusiones significativas.

 

Aunque el PRP no tiene una ficha técnica autorizada por la AEMPS, el paciente debe recibir una información mínima que le garantice el cumplimiento de los requisitos de calidad, explique la eficacia del PRP en la indicación correcta en que será utilizado, las ventajas que aporta esta terapia y las posibles alternativas terapéuticas, así como los riesgos y posibles reacciones adversas. Es responsabilidad del médico prescriptor garantizar que esta información sea recibida por el paciente antes de ser sometido a un tratamiento con PRP.

 

Las patologías en las que el plasma rico en plaquetas ha sido aplicado y se dispone de información clínica son:

  • Artrosis de rodilla. Hasta la fecha se han publicado 14 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) en artrosis de rodilla que analizan el beneficio clínico del PRP en términos de alivio del dolor y recuperación funcional. La mayoría de ellos tienen graves deficiencias en el diseño que condicionan un alto riesgo de sesgo en los resultados. Cuando se restringe el estudio a los pocos ECA de alta calidad metodológica (incluidos 2 ensayos realizados en España, el más reciente en Málaga publicado hace 3 años, y otro anterior en Vitoria), la conclusión unánime es que el plasma rico en plaquetas no es superior al ácido hialurónico (tratamiento de referencia) en el alivio del dolor y mejoría funcional de la articulación. El beneficio es marginal cuando se compara con placebo. Se necesitan más ECA para verificar dicha conclusión, extraída a partir de un número limitado de ensayos. No obstante, los especialistas deben considerar las condiciones individuales del paciente, los beneficios y efectos adversos, la relación coste-eficacia y las alternativas al PRP a la hora de adoptar la estrategia clínico-terapéutica más apropiada.
  • Otras patologías osteoarticulares. En artrosis de cadera se han publicado tres EAC con resultados conflictivos, sin que puedan extraerse conclusiones relevantes sobre los efectos del PRP. La administración de PRP durante la cirugía de reparación del manguito de los rotadores tampoco mejora de manera sistemática ni la tasa de recidiva del desgarro, ni las escalas de dolor y funcionalidad. Lo mismo sucede en la epicondilitis lateral o codo de tenista, donde la infiltración de PRP no es superior a la infiltración de corticoides o su beneficio es marginal.
  • Tratamiento de heridas. En la curación de heridas crónicas (pie diabético, úlceras vasculares en miembros inferiores o úlceras por presión) y agudas (heridas quirúrgicas), existen muy pocos ECA que, además, no tienen suficiente poder estadístico para demostrar un beneficio terapéutico del PRP. En general no hay suficiente evidencia clínica para recomendar la utilización sistemática de PRP en la cura de heridas o úlceras venosas.
  • Terapia periodontal de regeneración y endodoncia. La heterogeneidad de los ECA publicados imposibilitan obtener información concluyente sobre la utilidad del PRP en estas patologías y procedimientos.

 

¿Tiene algún riesgo el tratamiento con plasma rico en plaquetas?

La administración de PRP es segura. Aunque no se han publicado efectos adversos importantes, sí puede haber complicaciones locales similares a las de cualquier infiltración. Por otra parte, el riesgo de infección es mínimo, pero deben extremarse las medidas de asepsia.

 

Las garantías mínimas de calidad en la producción del PRP establecidas por las comunidades autónomas y la AEMPS deben ser observadas por el facultativo prescriptor, quien será responsable de garantizar su cumplimiento (aunque la obtención y el procesado sean realizados por un tercero).

 

El PRP se puede obtener:

  • De forma manual con “técnica abierta”. El método empleado deberá ser evaluado desde el punto de vista de su calidad. Así, se deberá solicitar una inspección a la autoridad competente, que deberá verificar si las instalaciones son adecuadas, así como las actividades de producción y de control de calidad efectuadas, tomando como referencia las Normas de Correcta Fabricación de la UE.
  • Con kits desechables con “técnica cerrada”. Estos kits deberán disponer del marcado CE otorgado para ese uso.

 

Por otra parte, aunque el PRP sea un producto derivado de la sangre de carácter autólogo, el médico prescriptor deberá adoptar las medidas de control, vigilancia y trazabilidad que impidan la transmisión de enfermedades infecciosas. En este sentido, en todos los pacientes donantes de PRP se debe realizar determinación del grupo sanguíneo ABO y Rh y pruebas para la detección de agentes infecciosos: sífilis, hepatitis B (AgHBs), hepatitis C (anti-VHC y NAT) o y VIH I/II (anti-VIH I/II).

 

Los criterios de exclusión de donación de sangre autóloga son de aplicación al PRP: enfermedad cardíaca grave, marcadores positivos para VHC, VIH-I/II y HTLV I/II, antecedentes de hepatitis B e infección bacteriana activa (exclusión temporal).

 

Falsos mitos del plasma rico en plaquetas

El PRP es un tratamiento cuya efectividad clínica con respecto a placebo y en particular respecto a terapias de referencia, está aún lejos de haber podido demostrar una superioridad significativa en ninguna de las áreas donde se ha empleado hasta ahora. Son necesarios más ensayos clínicos con un óptimo diseño metodológico y una elevada potencia estadística para obtener resultados concluyentes y poder establecer si el PRP constituye ciertamente una terapia beneficiosa en cirugía y medicina, una realidad que en la actualidad no puede ser avalada con la información clínica disponible.

 

¿Qué alternativas existen al plasma rico en plaquetas?

El precio de cada inyección de PRP oscila desde menos de 150€ hasta los 1.200€, según las patologías. Las alternativas a este tratamiento, que van desde los antiinflamatorios no esteroideos y corticoides hasta el ácido hialurónico (63€/dosis) son por el momento probablemente más coste-efectivas que el PRP.

Por Dr. Rafael Bornstein Sánchez
Hematología

El Dr. Bornstein es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid y doctor por esa misma institución con la calificación de Sobresaliente Cum Laude y premio extraordinario de doctorado en 2001. Especialista en Hematología, es experto en tratamientos de leucemia, anemia y coagulación, entre otros. 

Con más de tres décadas de experiencia, ha ejercido en diversos centros como el Hospital 12 de Octubre y Hospital Central de la Cruz Roja. Actualmente es médico consultor de Hematología en el Centro Médico Vademecum. 

Entre 1998 y 2005 fue profesor asociado del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Finalmente, cabe destacar que es autor de numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, así como de capítulos en libros de su especialidad.

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