¿Para qué sirve la cardiología intervencionista en patología estructural y congénita?
Escrito por:La cardiología intervencionista en patología estructural y congénita comprende un conjunto de procedimientos de acceso percutáneo para alcanzar el corazón.
En un principio, nació para el tratamiento de las lesiones de las arterias coronarias, pero actualmente, también trata patologías no coronarias, valvulopatías, coartación de aorta o defectos congénitos, entre otros.
¿En qué consiste la cardiología intervencionista en patología estructural y congénita?
De forma general, consiste en la dilatación de válvulas y vasos o en la oclusión de los defectos septales, vasos, orejuelas o comunicaciones anormales, tanto intra como extra cardíacos. Se realizan mediante un procedimiento percutáneo que, a diferencia de la una cirugía abierta, evitando abrir el tórax, ya que esto genera procesos de cicatrización y fibrosis que condicionan futuras intervenciones y suponen un riesgo para el paciente.
Las dilataciones se realizan mediante el catéter-balón; según el tipo de lesión, la implantación de endoprótesis (stent) puede prevenir una posible reestenosis.
Los cierres de defectos septales se abordan a través de la implantación diversos tipos de dispositivos adaptados al tipo de lesión y a las características anatómicas.
¿Cómo es el post-operatorio?
Durante las primeras horas, el paciente deberá permanecer en una unidad de monitorización bajo vigilancia de constantes y ritmo cardiaco. Se requerirá que permanezca con la pierna estirada (la principal vía de acceso es inguinal) hasta asegurar que no hay sangrado externo ni interno del vaso. Las complicaciones vasculares son unas de las más frecuentes, por ello se requiere de especial vigilancia.
Antes del alta, se comprobará mediante un ecocardiogramia la eficacia de la intervención.
Es importante seguir las recomendaciones de actividad, curas de la herida, revisiones y medicación.