¿Qué es la ozonoterapia y en qué casos se aplica?
Escrito por:¿Qué es el Ozono?
El ozono (O3) es un gas formado por 3 átomos de oxígeno. Está presente de forma natural como componente de la atmósfera y se produce espontáneamente al incidir la luz ultravioleta sobre el oxígeno. El ozono se puede producir de forma artificial cuando una descarga eléctrica rompe una molécula de oxígeno (O2) y se obtienen átomos libres de oxígeno, formándose entonces moléculas inestables de ozono, que en poco tiempo se vuelven a convertir en oxígeno.
El ozono médico es un producto sanitario autorizado por la Agencia Europea y Española del medicamento y se obtiene a partir de oxígeno medicinal mediante los generadores de ozono médico. En estos dispositivos especiales, el oxígeno se transforma en ozono obteniéndose una mezcla que, a concentraciones terapéuticas adecuadas para cada patología, es administrada o aplicada por profesionales médicos especializados.
El ozono fue descubierto en 1.785 por el físico holandés Van Marum, siendo sintetizado en 1.832 por el químico alemán Schönbein. En 1.896, Nikola Tesla patentó el primer generador de ozono, pero fue el médico alemán Dr. Hansler quien fabricó el primer generador de ozono moderno, en cuyo diseño se basan los generadores actuales. Desde principios del siglo XX se está utilizando la Ozonoterapia, siendo su uso ampliamente reconocido en Europa (Alemania, Italia, España, Francia, Rusia, Rumania, Polonia, Republica Checa…) y otros países como Brasil, Cuba, algunas provincias canadienses, varios estados de EEUU, Singapur, Japón, etc.
¿Para qué sirve y en qué casos se aplica la ozonoterapia?
La ozonoterapia consiste en la aplicación de una mezcla, como máximo de un 5% de ozono y 95% de oxígeno, que debe ser producida para cada aplicación y utilizarse en diferentes concentraciones según la enfermedad a tratar, con el fin de sanar o mejorar el tejido afectado.
La inestabilidad del ozono conlleva que no pueda almacenarse, sino que deba producirse en el momento de su administración. Una vez aplicado se va convirtiendo en poco tiempo en oxígeno, aunque sus efectos beneficiosos perduran más tiempo.
Las concentraciones y modo de aplicación varían enormemente en función del problema a tratar, mientras que la concentración de ozono determina el tipo de efecto biológico que produce, el modo de aplicación determina el alcance de su acción en el organismo.
Sus propiedades beneficiosas se deben principalmente a una potente acción antiinflamatoria, analgésica, antimicrobiana y regeneradora. Es un modulador inmunológico contribuyendo a la producción de citoquinas que disminuyen la inflamación y dolor, y tiene acción sobre enfermedades autoinmunes.
Los metabolitos del ozono tienen la capacidad de activar señales del mecanismo de transducción nuclear (a través de factores nucleares como NrF2 y Nf-KB) y estimular mecanismos antioxidantes endógenos de defensa, especialmente de enzimas que inactivan los radicales libres (superoxidodismutasa, catalasa, hemooxigenasa 1) y, de esta manera, activan los mecanismos reparadores y de regeneración celular, evitando la acumulación de moléculas tóxicas, lo que lleva a un aumento en la capacidad protectora de las células contra los oxidantes agresivos y los radicales libres. Un gran número de enfermedades están asociadas con el concepto de "estrés oxidativo", incluyendo numerosos procesos fisiológicos y fisiopatológicos tan diversos como la inflamación, envejecimiento, enfermedades degenerativas, deficiencias inmunitarias, enfermedades autoinmunes, etc.
El ozono es un regulador del metabolismo lo que ayuda a normalizar el funcionamiento del organismo, ayudando en el control de la hiperlipidemia, diabetes, hipertensión arterial, etc. Asimismo, al promover una administración de oxígeno a los tejidos, disminuye la hipoxia y la isquemia.
El ozono actúa como un excelente agente antimicrobiano debido a su elevado poder oxidante, especialmente a nivel sistémico, siendo capaz de inhibir y destruir microorganismos patógenos como bacterias, virus, algas, hongos y protozoos.