Ojo seco: ¿cuáles son los síntomas y cómo es el tratamiento a seguir?

El ojo seco es una patología multifactorial debida bien a una deficiencia de la película lagrimal, o bien a un desequilibrio de los componentes de esta lágrima, lo cual la hace inestable y anómala.
 

Sea cual sea su causa y su tipo, suele desencadenar un conjunto de síntomas oculares muy frecuentes y molestos, como sensación de arenilla, escozor, picor, lagrimeo, enrojecimiento, pinchazos, dolor, etc.
 

¿Cuáles son las causas de esta patología?

Las causas son múltiples y muy variadas, incluyendo: hiposecreción lagrimal esencial, enfermedades sistémicas asociadas, toma de algunos medicamentos, exceso de trabajo con pantallas, actividades al aire libre, alergias, blefaritis, etc.
 

¿Cómo se puede tratar?

Usualmente el ojo seco se combate con medidas de soporte como lubricantes oculares (colirios, geles), antiinflamatorios locales o sistémicos, pomadas, suero autólogo, secretagogos, entre otras.
 

¿Los resultados del tratamiento son favorables y definitivos?

Al tratarse de una patología multifactorial, no existe un solo y único tratamiento para todos los pacientes, sino que debe personalizarse y administrarse siguiendo una escalera terapéutica de menos a más, hasta conseguir aliviar considerablemente los síntomas.
 

Por otro lado, los tratamientos no suelen ser definitivos y no suele hablarse de curación, sino de control de síntomas y estabilización del cuadro por parte del especialista en Oftalmología.