Neuromoduladores: descubre cómo ayudan a combatir las arrugas de expresión
Los neuromoduladores son sustancias utilizadas en medicina estética para reducir temporalmente la actividad de ciertos músculos faciales responsables de las arrugas de expresión.
Estas arrugas aparecen debido a la contracción repetida de los músculos faciales cuando realizamos expresiones como sonreír, fruncir el ceño o entrecerrar los ojos. La toxina botulínica, conocida comúnmente como botox, es el neuromodulador más empleado para este propósito.
¿Por qué aparecen las arrugas de expresión?
Las arrugas de expresión se forman con el tiempo debido a las contracciones continuas de los músculos faciales que usamos para mostrar emociones y expresiones.
Con el paso de los años, la piel pierde colágeno y elastina, haciéndose menos elástica y más propensa a arrugarse con cada movimiento. Las líneas y arrugas más comunes son las que se forman en la frente, el entrecejo y alrededor de los ojos.
¿Cómo funcionan los neuromoduladores?
Los neuromoduladores actúan bloqueando la señal nerviosa que llega a los músculos faciales responsables de las arrugas. Esto hace que el músculo se relaje y la piel se suavice, reduciendo la apariencia de las arrugas de expresión.
La inyección de estos compuestos se realiza con una aguja fina en puntos específicos de los músculos faciales, de manera rápida y sin necesidad de anestesia general.
¿Qué resultados se pueden esperar?
Tras la aplicación de neuromoduladores, los resultados no son inmediatos; suelen comenzar a observarse entre 3 y 5 días después del tratamiento, y alcanzan su efecto máximo entre 10 y 15 días.
La piel se verá más suave y las arrugas de expresión se verán significativamente atenuadas. Los resultados duran aproximadamente de 3 a 6 meses, dependiendo de factores como el metabolismo individual y la frecuencia de aplicación.
¿Es doloroso el procedimiento?
El procedimiento es mínimamente doloroso. Dado que se emplean agujas finas y la aplicación es rápida, la mayoría de las personas describen una sensación leve de molestia que dura apenas unos segundos.
En algunos casos, se puede usar una crema anestésica para disminuir la incomodidad, pero en general no es necesaria.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?
Los neuromoduladores son considerados seguros cuando se aplican por profesionales cualificados y en dosis adecuadas. Sin embargo, como en cualquier procedimiento, pueden existir efectos secundarios. Los más comunes son el enrojecimiento y la hinchazón en el sitio de la inyección, que desaparecen en pocas horas.
En casos raros, pueden aparecer moretones o pequeños hematomas. Otros efectos, como una caída temporal de los párpados o asimetría en las expresiones, son poco frecuentes y generalmente temporales.
¿Cada cuánto tiempo se debe realizar el tratamiento?
La duración del efecto de los neuromoduladores es temporal y depende de cada persona. En general, se recomienda repetir el tratamiento cada 4 a 6 meses para mantener los resultados.
Sin embargo, en algunas personas los efectos pueden durar hasta 8 meses, mientras que en otras, el efecto puede ser más corto. La frecuencia de las aplicaciones no acelera el envejecimiento de la piel, ya que los músculos regresan a su estado habitual una vez que el neuromodulador se disuelve.
¿Qué precauciones debo tener después del procedimiento?
Para obtener los mejores resultados, es importante seguir ciertas recomendaciones después de la aplicación de neuromoduladores:
- Evitar frotarse el área tratada: esto es esencial para evitar que el producto se desplace a otras zonas no deseadas.
- Evitar actividad física intensa: se recomienda evitar el ejercicio físico durante las primeras 24 horas para reducir el riesgo de inflamación.
- Evitar calor excesivo: saunas, baños calientes y la exposición directa al sol durante las primeras 48 horas pueden influir en la absorción del neuromodulador.
- Mantener la cabeza erguida: es ideal evitar recostarse o agachar la cabeza durante las primeras 4 horas para que el producto permanezca en su lugar.
¿Puedo usar neuromoduladores a cualquier edad?
La edad ideal para comenzar con neuromoduladores varía según cada persona. A menudo, se recomienda su uso a partir de los 30 años, cuando las primeras arrugas de expresión suelen empezar a ser visibles.
Sin embargo, muchas personas optan por utilizarlo como medida preventiva antes de que las arrugas se hagan profundas, lo que puede ayudar a preservar una apariencia más juvenil en el tiempo.
¿Son los neuromoduladores la única solución para las arrugas de expresión?
Aunque los neuromoduladores son una de las soluciones más efectivas y populares, no son la única opción.
Otros tratamientos como los rellenos dérmicos o la radiofrecuencia pueden complementarse con neuromoduladores para conseguir un rejuvenecimiento facial integral.
Además, los cuidados en casa, como el uso de cremas con retinoides y antioxidantes, pueden ayudar a mantener la piel en mejor estado y prevenir la formación de nuevas arrugas.