Neuroestimulación medular: tratamiento innovador para el dolor crónico
La neuroestimulación medular (NEM) es una técnica médica avanzada utilizada para tratar el dolor crónico que no responde a otras opciones terapéuticas.
Consiste en la implantación de un dispositivo que emite impulsos eléctricos suaves para bloquear las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro. Se utiliza principalmente para pacientes con dolor neuropático o dolor de origen nervioso.
¿Qué diferencia hay entre la estimulación de cordones posteriores y la de ganglios raíces dorsales?
Ambas técnicas son formas de NEM, pero difieren en su enfoque:
- Estimulación de cordones posteriores: actúa sobre las fibras nerviosas en la médula espinal que transmiten las señales de dolor al cerebro. Es ideal para tratar dolores que afectan áreas amplias del cuerpo, como el dolor lumbar crónico o el síndrome de dolor regional complejo tipo 1.
- Estimulación de ganglios raíces dorsales: se dirige específicamente a los ganglios de las raíces nerviosas, estructuras clave donde se origina el dolor. Es más precisa y se utiliza para dolores localizados, como el dolor en una extremidad tras una cirugía.
¿Cómo funciona la neuroestimulación medular?
El tratamiento implica la colocación de electrodos cerca de los nervios responsables del dolor. Estos electrodos están conectados a un generador implantado bajo la piel.
El dispositivo envía impulsos eléctricos que alteran las señales de dolor, haciéndolas menos intensas o eliminándolas.
El procedimiento se realiza en dos etapas:
- Prueba inicial: se colocan electrodos temporales para evaluar la eficacia del tratamiento. Este período dura entre 5 y 10 días.
- Implantación definitiva: si la prueba es exitosa, se implanta un sistema permanente bajo la piel.
¿Quiénes son candidatos para este tratamiento?
La neuroestimulación medular está indicada para pacientes que:
- Sufren de dolor crónico severo que no ha mejorado con medicamentos, fisioterapia u otras intervenciones.
- Padecen afecciones como síndrome de dolor regional complejo, dolor lumbar postquirúrgico, neuralgia postherpética o neuropatías periféricas.
- Han tenido éxito con la prueba inicial del dispositivo.
¿Qué ventajas ofrece este tratamiento?
- Eficacia probada: reduce significativamente el dolor en la mayoría de los pacientes.
- Reversible y ajustable: el tratamiento puede interrumpirse o adaptarse según las necesidades del paciente.
- Menor dependencia de medicamentos: ayuda a reducir el uso de opioides y otros analgésicos.
- Mejora de la calidad de vida: facilita la realización de actividades cotidianas al minimizar el dolor.
¿Existen riesgos o efectos secundarios?
Aunque es un procedimiento seguro, pueden surgir complicaciones como:
- Infección en el lugar de la implantación.
- Desplazamiento de los electrodos, lo que puede requerir un ajuste.
- Sensaciones desagradables como hormigueo excesivo.
Un equipo médico especializado realiza un seguimiento continuo para prevenir o tratar cualquier problema.
¿Cómo se siente el tratamiento?
Los pacientes suelen describir la sensación como un ligero cosquilleo o vibración en el área del dolor. Con la estimulación de ganglios raíces dorsales, el tratamiento es aún más discreto y natural.
¿Cómo decidir si este tratamiento es para usted?
Si padece dolor crónico resistente a otros tratamientos, consulte a un especialista en unidades del dolor. El médico evaluará su caso y determinará si es un candidato adecuado para la NEM. Una prueba inicial permitirá valorar si el procedimiento es efectivo en su caso particular.
¿Cuál es el siguiente paso?
El tratamiento del dolor crónico requiere un enfoque personalizado. La neuroestimulación medular, ya sea de cordones posteriores o de ganglios raíces dorsales, puede ser una solución innovadora para mejorar su calidad de vida. Hable con su médico para conocer más sobre esta opción y resolver todas sus dudas.