Madre soltera por inseminación artificial

Muchas mujeres deciden ser madres solteras por elección y la reproducción asistida les da la oportunidad. El famoso reloj biológico y el miedo a la infertilidad es, en la mayoría de los casos, lo que apremia a muchas a cumplir su deseo y, gracias a la solidaridad de un donante anónimo, finalmente pueden quedarse embarazadas.

Las mujeres hoy en día son cada vez más conscientes de que la fertilidad disminuye con la edad. Muchas de ellas toman la decisión de no retrasar la maternidad aunque no tengan pareja en ese momento. A pesar de la diversidad en cuanto a profesión y nivel sociocultural, todas estas mujeres comparten un alto grado de independencia y una gran seguridad en el proyecto que van a emprender.

Un tratamiento para cada mujer

El tratamiento de reproducción asistida que es más adecuado dependerá de cada mujer. Debemos valorar cada caso de forma individual, en función de la edad, perfil hormonal, ecografía, etc. Dependiendo de estas características, puede ser más adecuado comenzar por tratamientos de inseminación artificial o bien realizar directamente fecundación in vitro, ya sea con óvulos propios o de donante.

En los casos en los que la recomendación es recurrir a una donante de óvulos, la situación es más difícil. Es una noticia que se recibe con tristeza. Las mujeres deben elaborar un duelo porque no estarán genéticamente vinculadas a su hijo. La mayoría de ellas nunca se habían planteado no poder ser madres utilizando sus propios óvulos. Si bien es cierto que al principio les produce un impacto muy fuerte el escuchar la palabra “donación”, la realidad es que finalmente, tras meditarlo con tranquilidad, suelen aceptar esta opción con gran ilusión y optimismo.

Apoyarse en el entorno

Una mujer que quiere ser madre soltera presenta algunas diferencias anímicas con respecto a las mujeres con pareja que se someten al mismo tratamiento. Las primeras, son mujeres que, en la mayoría de los casos, acuden sin el estrés “previo” de haber estado buscando un embarazo sin éxito.

Esto, junto con el hecho de que generalmente han meditado mucho antes de tomar la decisión de ser madres solas, hace que se nos presenten como mujeres seguras y con gran estabilidad emocional. En estos casos, es fundamental el apoyo de la familia, y también de los amigos. No sólo de cara a tener ayuda en la crianza de su hijo, sino también como soporte emocional durante todo el proceso de búsqueda del mismo.