¿Qué daños colaterales está provocando el Covid-19?
Escrito por:Todo empezó un 16 de Marzo: siguiendo las directrices de la OMS y la prohibición impuesta por el estado de alarma, me vi obligada a cerrar la clínica hasta el 11 de Mayo, aunque pude continuar con la consulta de forma online a través de Zoom y WhatsApp.
Fue entonces cuando me llamó la atención la cantidad de pacientes cuya “ansiedad” y “ miedo a la incertidumbre” empezaba a manifestarse en sus dientes. Muchos referían tenerlos agrietados o astillados, otros se quejaban de dolor por una muela rota…pero el denominador común a todos ellos era que reflejaban más tensión y estrés de lo habitual, lo que claramente estaba provocado por la situación totalmente inusitada que estábamos viviendo.
La pandemia del Covid-19 que nos había llevado al confinamiento, a teletrabajar desde nuestras casas, a un obligado cambio de costumbres, con una gran incertidumbre económica, comenzaba a tener un efecto directo en los dientes.
¿Por qué el estrés puede afectar nuestros dientes?
El 75% de las personas apretamos los dientes de forma inconsciente durante el día y/o por la noche. Cada vez que estamos preocupados, sin darnos cuenta, descargamos tensión en nuestras muelas que están en contacto unas con otras cuando tenemos la boca cerrada. Esto puede ocurrir mientras trabajamos o estamos ocupados en cualquier otra actividad que implique concentración y atención. Este hábito inconsciente se agrava si, además, nos sacan de nuestra zona de confort y tenemos que adaptarnos de la noche a la mañana a nuevas situaciones como las que vivimos tras el confinamiento: montamos nuestra oficina en casa con posturas que alteran nuestra ergonomía y nuestra salud física y psicológica.
Cada vez que nos preocupamos por algo…podemos estar al mismo tiempo “presionando” al juntar nuestros dientes como si descargásemos en ellos nuestra tensión y estrés…..Esto a largo plazo provoca de forma fisiológica que nuestras muelas se desgasten, se astillen nuestros dientes que aparecen como si tuviesen el esmalte agrietado hasta que al final se acaban rompiendo. Además, hay personas que manifiestan otros síntomas que abarcan desde la articulación temporomandibular (ATM) que une la mandíbula con el cráneo, dolores en los músculos faciales especialmente en el músculo masetero, ruidos cercanos al oído(chasquidos) incluso es muy frecuente tener sobrecargadas las cervicales a nivel de la C6 y C7. Todo ello provocado por la tensión/presión que hacemos con nuestros dientes al juntarlos(fuera de los hábitos normales de la masticación y de la deglución) y las malas posturas que adoptamos cuando trabajamos frente al ordenador, en las “home-office" improvisadas.
¿Cómo sabemos si rechinamos o apretamos?
Como he mencionado anteriormente basta con estar juntando los dientes sin necesidad de estar apretando con fuerza los mismos.
Es un hábito inconsciente que se produce por el día y/o por la noche.
¿Cuáles son los síntomas y qué debo hacer?
Si empiezas a notar que tus muelas están más desgastadas,es decir, pasan a ser superficies más planas, percibes tus empastes más deteriorados, los dientes más transparentes o agrietados, o padeces con frecuencia tensión en las cervicales te recomiendo que visites a tu dentista.
Además, los referidos síntomas suelen acompañarse también de noches de insomnio y de migrañas matinales.
¿Cuál es la solución?
Lo primero es reconstruir las muelas o dientes desgastados o alterados y reforzarlos. De nada sirve poner un protector bucal si no se reconstruye las superficies de los dientes dañados.
Una vez que los dientes ya están reforzados y reconstruidos, entonces es aconsejable utilizar un protector bucal específico que disminuya el hábito inconsciente y evite que a largo plazo se desgasten más los dientes y se pierda DVO (Dimensión vertical del tercio facial inferior) que es irreversible y envejece el rostro.
¿Qué hay que evitar?
Aconsejo no caer en la tentación de comprar la férula de descarga o el protector bucal por internet porque es necesario que cumpla unos requisitos específicos de calidad y que solucione el problema.Si no es así,en ocasiones puede perjudicar al paciente pudiendo agravar el bruxismo o alterar la mordida.
La regla fundamental es visitar a tu dentista de confianza y que te asesore. El dicho “Más vale prevenir que curar” es más cierto que nunca porque las lesiones en nuestras muelas que se pueden originar pueden ser cada vez más complejas de solventar ya que pueden incluso acelerar nuestro envejecimiento facial.
La meditación, la respiración y el ejercicio contribuyen también a reducir el estrés y ayudan a disminuir este hábito inconsciente. Otras recomendaciones son el disponer de una buena silla de trabajo, una buena almohada y cuando estemos más nerviosos, intentar tranquilizarnos dándonos un breve paseo que nos ayude a desconectar, estirar el cuerpo. Esto nos ayudará a retomar con pensamientos más positivos la tarea que estemos realizando.