Los avances en cirugía en pacientes con cáncer de pulmón avanzado
El cáncer de pulmón es el crecimiento de células tumorales malignas en el árbol traqueobronquial o el tejido pulmonar. En las fases iniciales suele evolucionar sin síntomas, aunque los más precoces suelen ser tos y expectoración hemoptoica (hilos de sangre en el esputo).
Una neumonía repetida o de evolución tórpida obliga a la realización de una broncoscopia para descartar la existencia de un tumor que obstruye un bronquio. En estadios más avanzados pueden aparecer otros síntomas como dolor en el pecho, al respirar o toser, dificultad para respirar, afonía o cambios en la voz.
Sin embargo, la Dra. Romero Vielva destaca que todos estos síntomas no son específicos, con lo cual pueden aparecer en otras enfermedades pulmonares y no estar asociados al cáncer de pulmón.
Tratamiento, ¿una opción con garantías?
Las opciones de tratamiento para el cáncer de pulmón incluyen la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. A pesar de los avances en la oncología médica y radioterápica, la cirugía sigue siendo el tratamiento de referencia en el cáncer de pulmón. La radioterapia es un tratamiento con radiación que destruye las células tumorales y se considera también un tratamiento radical aplicable en los casos en los que se excluya la cirugía por alguna razón.
Por su parte, la quimioterapia es un tratamiento con fármacos citotóxicos que evitan que las células tumorales se dividan y crezcan. Se puede utilizar combinada con la cirugía y la radioterapia. En los pacientes con estadios avanzados la quimioterapia suele ser el único tratamiento. A la hora de decidir qué tratamiento es más adecuado para el paciente, conviene diferenciar los dos tipos de cáncer de pulmón. Uno es el “Cáncer de pulmón de célula pequeña” que no tiene indicación de tratamiento quirúrgico y se trata con quimioterapia y radioterapia.
El otro tipo es el “Cáncer de pulmón de célula no pequeña” y en este tipo el tratamiento depende del estadio en el que se realice el diagnóstico. En los estadios iniciales el tratamiento de elección es la cirugía, mientras que en los pacientes con estadios avanzados el tratamiento será combinado con quimioterapia, radioterapia y cirugía si es posible.
Cuando la cirugía es la única opción
La cirugía en el cáncer de pulmón avanzado consiste en la resección del tumor y las estructuras adyacentes que se encuentran afectadas por el mismo. Estas estructuras pueden ser pared torácica, ganglios del mediastino, grandes vasos, diafragma, pericardio o carina. La cirugía debe realizarse después del tratamiento de inducción con quimioterapia y/o radioterapia y se valora según la extensión de cada caso, las características del paciente y siempre que ésta pueda garantizar una resección completa de todo el tumor. Esta decisión debe tomarse siempre en un comité multidisciplinario formado por oncólogos médicos, oncólogos radioterapeutas y cirujanos torácicos.
Lo cierto es que todos los estudios han demostrado que los pacientes con mejor supervivencia en cualquier estadio son aquellos en los cuales se puede practicar una cirugía radical, lo cual incluye también los estadios avanzados.
En cuanto al proceso de recuperación, en la mayoría de los casos es un procedimiento similar a la de cualquier otra resección pulmonar abierta. La recuperación va a depender del estado previo del paciente y de si aparecen complicaciones postquirúrgicas. Una buena analgesia, fisioterapia y movilización precoz son fundamentales para ayudar en el proceso de recuperación.
Todos los estudios demuestran que los pacientes con mejor supervivencia en cualquier estadio son aquellos en los cuales se puede practicar una cirugía radical. Esto incluye también los estadios avanzados.