Lo barato sale caro: importancia de la excelencia en Medicina Estética

En la actualidad podemos encontrar en el mercado gran variedad de tratamientos estéticos, con rangos de precios muy dispares. Sin embargo, exponerse a tratamientos estéticos baratos, realizados por personal no cualificado, puede suponer malos resultados. La Dra. Natalia Ribé, especialista en Medicina Estética, explica la importancia de la excelencia médica en el sector.

¿Por qué los precios de un mismo tratamiento estético pueden variar tanto?

Hoy en día hay gran variabilidad de tratamientos y de precios porque el mercado se está abriendo, y hay muchos profesionales o gente no tan profesional que está haciendo estos tratamientos. Es importante tener en cuenta qué productos se aplican. Por ejemplo, si hablamos de ácido hialurónico, hay más de 430 tipos diferentes de ácidos hialurónicos en el mercado y eso hace que los precios puedan variar, también dependiendo de las características del producto. Pero, sobre todo, hay que saber el laboratorio que está detrás, que está ofreciéndonos unos productos de calidad, con estudios, con eficiencia y eficacia demostradas clínicamente, y todo eso nos va a garantizar unos resultados en el paciente. Cuanto más bueno sea el producto, más coste tendrá el tratamiento.

¿Podemos fiarnos de centros que ofrecen tratamientos estéticos a precios muy bajos?

No podemos fiarnos de un centro que nos ofrece estos precios, es imposible. El material en sí ya cuesta mucho más de esa cantidad. Por eso es importante que un paciente, cuando acude a un centro, debería asegurarse de que es un centro que está cumpliendo toda la normativa, que está debidamente inscrito en el Registro Sanitario, que tiene una farmacia como depósito de medicamentos, se supone que está utilizando los productos de mejor y máxima calidad para ofrecer a los pacientes.

Asimismo, debería suponerse que se está utilizando la mejor técnica por parte del profesional que está trabajando, y que lo está haciendo en las mejores condiciones. Por eso, ante todo lo que son tratamientos baratos, tenemos que desconfiar. Porque un médico, un profesional, tiene que ofrecer excelencia, y todo ello tiene que ir acorde con unos conocimientos, con unos productos, con una técnica y con un centro que, evidentemente, hace que tenga otro precio diferente a estas cantidades de las que estamos hablando.

¿La calidad tiene precio? ¿Por qué es esencial la atención personalizada?

Yo siempre digo que la calidad tiene un precio, y esto es muy importante. No hay que olvidar que la Medicina Estética no es un tipo de medicina de primera necesidad pero sí que es cierto que las cosas hay que trabajarlas bien. En este sentido, hay que hacer una medicina preventiva y, a los pacientes, dentro del proceso de envejecimiento, se les tienen que ofrecer tratamientos específicos, ya sea a nivel de productos o a nivel de aparatología, derivados de los conocimientos del médico. El especialista es un profesional que se ha formado y tiene unos conocimientos específicos y unos estudios.

Todo ello permitirá diagnosticar correctamente y ofrecer el tratamiento más apropiado para ese paciente. Y tiene un coste que tiene que pagarse. Además, si el profesional dispone de unas técnicas específicas que lo diferencian de otros compañeros, es algo que también se tiene que reconocer. Por ejemplo, jugadores de futbol hay muchos, pero algunos cobran más que otros que no juegan igual de bien. En Medicina Estética ocurre lo mismo. Yo siempre digo que el paciente tiene que acudir a un centro que le dé todas las garantías en cuanto a seguridad, tranquilidad, excelencia y atención para que se pueda realizar el tratamiento obteniendo los resultados deseados, evitando cualquier tipo de efecto secundario o riesgo innecesario.

¿Cómo elegir un centro de calidad y a un precio razonable?

Hoy por hoy es fácil acceder a plataformas como Top Doctors, donde sabemos que constan los mejores especialistas, que están seleccionados por cada especialidad y que nos pueden dar una garantía de que tendremos una buena atención, nos realizarán el tratamiento esperado y, cuanto menos, nos recomendarán el procedimiento más adecuado.

Es cierto que hay que adaptar, y tiene que ir a la par, calidad y un precio razonable. Pero todo lo que es barato debe hacernos desconfiar. Como se ha mencionado anteriormente, los productos buenos y de calidad, son caros. Además, las manos del inyector también tienen un coste. A todo esto se une la experiencia, a lo que también hay que darle valor añadido. Por lo tanto, el paciente tiene que desconfiar cuando acude a un centro que es muy barato porque probablemente no cumple toda la normativa o no cubre todos los requisitos sanitarios apropiados y necesarios. De ahí que sepamos, y nos conste, que haya peluquerías y centros de estética, por ejemplo, donde gente no preparada realiza este tipo de tratamientos. Esto es lo que no debería ocurrir porque es entonces cuando ocurren efectos secundarios y efectos no deseados, lo que tira por tierra el trabajo de expertos y profesionales que intentamos trabajar con la máxima ética y profesionalidad. Como consecuencia de malas praxis visitamos a pacientes que han sido tratados en centros o por personas sin la profesionalidad o el conocimiento necesario, y acuden a consulta con verdaderos desastres.

Tratamientos estéticos en el extranjero, ¿por qué mucha gente se va fuera?

Es una pregunta que yo misma me hago porque en España tenemos muy buenos expertos y gente muy preparada que hace muy buenos tratamientos. Se debe a la oferta y, sobre todo, por el precio, probablemente. Les debe interesar más encontrar un billete de avión barato, un tratamiento más barato y, además, pasar unos días en otro país de turismo.

Yo pienso que es más importante hacerse cualquier tratamiento en un centro que esté cercano a ti, que te dé la garantía y la seguridad de que, si hay cualquier efecto secundario o cualquier molestia en un momento dado, puedas llamar por teléfono o acercarte a la clínica. Yo, personalmente, no veo necesario marcharse al extranjero. Son tratamientos de turismo médico que se ponen de moda pero que son poco duraderos en el tiempo. Es más el efecto boom pero la realidad es tener un centro cercano que dé garantías en el tratamiento.

Haciéndose el tratamiento en un centro más cercano te da la seguridad que, ante cualquier molestia o duda, puedes acudir. E incluso para hacer el seguimiento. Si un especialista hace un tratamiento y el paciente no va a volver, no se puede valorar el resultado ni qué se quiere obtener con ese paciente, si ha quedado satisfecho, si ha ido como tenía que ir, si ha habido cualquier detalle que se hubiera podido mejorar… De ahí la importancia, como decíamos, de acudir a un centro reconocido que cubra los mínimos imprescindibles sanitarios que, para eso están los controles sanitarios de registros y permisos que pide la Administración para poder cumplir toda la normativa y poder ofrecer la máxima seguridad a los pacientes. Todo esto es un esfuerzo, un valor y un precio añadido que tenemos que pagar pero que también se tiene que reconocer para dar tranquilidad a nuestros pacientes.

Está habiendo polémica porque, a día de hoy, siguen habiendo centros o personas no cualificadas haciendo tratamientos de Medicina Estética en peluquerías o centros de estética, realizado por personal que no es médico. Cada profesional tiene que saber hacer y hacer aquello que sabe, o para lo que ha estudiado. Eso es muy importante.