Lidocaína intravenosa en el tratamiento de fibromialgia y fatiga crónica
Escrito por:La lidocaína es un anestésico local que se utiliza desde hace años en el tratamiento de pacientes con dolor crónico de carácter neuropático, central y periférico.
Por ejemplo: neuralgia postherpética, síndrome de dolor regional complejo, dolor posquirúrgico persistente, neuropatía diabética y también en pacientes con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica.
La lidocaína actúa bloqueando los canales de sodio en la membrana celular neuronal que como se sabe influyen en la patogénesis de diversos trastornos de dolor crónico. También modula e inhibe otros canales.
Entre los más habituales se encuentra el calcio, el potasio, los receptores muscarínicos y glicinérgicos, la liberación de opioides endógenos y ATP así como la producción de neuroquininas y tromboxano A2 que explican el efecto analgésico de la lidocaína.
Además de su uso como anestésico local, la lidocaína también está presente en cremas o parches (Versatis®) y de forma oral, Mexiletina (utilizado también como antiarrítmico, pero no comercializado en España).
Su uso se ha extendido en los últimos años aunque empezó a utilizarse en pacientes con diagnóstico de fibromialgia y fatiga crónica. Se administra por vía intravenosa en sesiones repetidas durante 2-3 semanas mientras se controlan las constantes vitales del paciente.
Aquellos que presentan arritmias deben ser previamente evaluados, puesto que en su caso administrar lidocaína podría ser contraproducente. Uno de sus principales beneficios es que suele tolerarse bien y carece de efectos secundarios.
Por otro lado, las mejores se alargan durante semanas e incluso meses, aunque responden igual ante el tratamiento.
Para aquellos que presentan mejoras del dolor generalizado y del cansancio se les puede repetir el tratamiento entre una y dos veces al año.