Lesiones y roturas del Ligamento Cruzado Anterior

El ligamento Cruzado Anterior es un haz de fibras colágenas que se ubica entre el fémur y la tibia en sentido oblicuo. Su función consiste en actuar como el freno principal al desplazamiento anterior de la tibia, y así limitar la rotación tibial y la angulación externa e interna de la rodilla cuando está completamente estirada.

De los cuatro ligamentos más importantes de la rodilla, el ligamento cruzado anterior es el que se lesiona con mayor frecuencia.

Lesiones de Ligamento Cruzado Anterior más frecuentes

La rotura del Ligamento Cruzado Anterior se produce con un cambio brusco en la dirección de la rodilla al decelerar de golpe, por ejemplo al caerse y apoyar mal la extremidad después de un salto, o bien al pararse bruscamente después de correr.

Las mujeres suelen ser más propensas a lesionarse el Ligamento Cruzado Anterior a causa de sus características anatómicas: una mayor laxitud articular, pelvis más ancha que condiciona una rotación externa de la tibia, y que el lugar donde se aloja el Ligamento Cruzado Anterior en la rodilla, la escotadura, es menor que en el sexo masculino.

Síntomas de la rotura de Ligamento Cruzado Anterior

Los síntomas que presenta el paciente varían en función del tipo de rotura en el ligamento:

• La rotura aguda puede ocasionar uno o varios de los siguientes síntomas:
  • El paciente siente o incluso oye un “crack” en la articulación.
  • Inestabilidad de la rodilla, de modo que le falla, con sensación de que no le aguanta.
  • Inflamación moderada o severa.
  • Dificultad para apoyar la extremidad lesionada.
  • Puede haber limitación para doblarla y estirarla debido al dolor, a una lesión asociada de los meniscos o a otros factores.
     
• La Deficiencia Crónica del Ligamento Cruzado Anterior puede ser consecuencia de:
  • Una Rotura no reciente, es decir, causada hace más de seis semanas, completa o parcial.
  • Elongación o estiramiento por un traumatismo no reciente en la rodilla.

Una rotura o una deficiencia crónica del Ligamento Cruzado Anterior provocan una traslación y una rotación anormal de la tibia. Esto conlleva que al caminar o correr se pueden lesionar uno o ambos meniscos y el cartílago, lo cual provoca artrosis. Sin el cartílago, los huesos del fémur y la tibia friccionan sin protección, la artrosis evoluciona y el paciente presenta dolor, incapacidad para caminar o mantenerse de pie o subir y bajar escaleras.

Tratamiento para la rotura de Ligamento Cruzado Anterior

El Ligamento Cruzado Anterior roto se deshace como el trenzado de una cuerda y no se cura por sí mismo, necesita del diagnóstico y tratamiento de un especialista Traumatólogo.

La decisión entre llevar a cabo un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico depende de múltiples variables para cada individuo.

1) Tratamiento no quirúrgico:

Las circunstancias en las que se puede indicar son las siguientes:

• Edad avanzada y nivel de actividad física del paciente bajo.
• Grado de inestabilidad de la rodilla y nivel de actividad física bajos.
• Si no hay lesiones asociadas como rotura de meniscos, ligamentos o cartílago.

El tratamiento no quirúrgico consiste en:

• Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación prolongado, que cuente con reforzamiento muscular de cuádriceps e isquiotibiales.
• A menudo se necesita una rodillera estabilizadora para realizar determinadas actividades deportivas, sobre todo en las que existe un stress rotacional de la rodilla, o simplemente al caminar como decisión personal.
• Puede requerir cambiar el nivel y tipo de actividades deportivas.
   

2) Cirugía de Ligamento Cruzado Anterior:

La cirugía reconstructiva del Ligamento Cruzado Anterior recupera la rodilla lesionada por completo. Son candidatos para la operación los pacientes con:

• Una rotura reciente de Ligamento Cruzado Anterior y un estilo de vida activo.
• Deficiencia crónica del LCA que provoca inestabilidad de la rodilla y lesiona los meniscos y el cartílago.
• La rotura del Ligamento y práctica de deportes en los que se requiera:
  • Saltar o correr (deportes de impacto).
  • Pararse bruscamente.
  • Girar la rodilla bruscamente mientras permanece el pie apoyado en el suelo.

Sin la cirugía, estos pacientes no pueden volver a su actividad deportiva debido a la inestabilidad de su rodilla, además de presentar un riesgo elevado de sufrir otras lesiones.

Lesiones asociadas a la rotura de Ligamento Cruzado Anterior

• Meniscos: más del 50% de roturas del Ligamento Cruzado Anterior se acompañan de lesión meniscal. El objetivo es reconstruir el Ligamento Cruzado Anterior y reparar o reconstruir el menisco mediante técnicas de sutura de menisco.
   
• Otros ligamentos: se puede requerir reconstrucción del ligamento lesionado además del Ligamento Cruzado Anterior.
   
• Cartílago: necesitará reparar el cartílago dañado además de reconstruir el Ligamento Cruzado Anterior.