Las secuelas del COVID-19: trombos, pérdida de gusto y otras
Aquellos pacientes que han superado el coronavirus conocen de cerca las secuelas del virus. La Dra. María Isabel Lara Guerrero, facultativa de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, reconoce que el virus provoca una alteración de factores de coagulación y que puede favorecer la formación de trombos en la pierna o pulmón. Además, añade que estas secuelas pueden aparecer tanto en pacientes que hayan requerido ingreso en la UCI como aquellos pacientes leves que hayan superado el COVID-19 en sus domicilios.
También cabe la posibilidad de que se produzcan trombos como consecuencia del confinamiento, ya que se puede produce una reducción del flujo venoso como consecuencia de un prolongado reposo en la cama. Pero el peligro reside, sobre todo, en aquellos casos en los que el trombo aparece en la pierna o el pulmón, ya que según la Dra. Lara Guerrero esta situación produce una acumulación de sangre en los vasos sanguíneos de los pulmones provocando que se colapsen y aumente la disnea o fatiga.
¿Cómo evitar los trombos?
Una de las recomendaciones de los especialistas es realizar ejercicios, como por ejemplo moverse cada hora y flexiones del pie para activar las venas de la pantorrilla y la doctora también aconseja el uso de medias de compresión. Sin embargo, apenas hay información sobre cómo abordar el riesgo trombótico, la coagulopatía y el tratamiento anticoagulante de estos pacientes y por eso la facultativa alude a la necesidad de disponer de más medios para investigar el pos-covid-19.
Otras secuelas: síntomas neurológicos
Además de los trombos pueden aparecer síntomas neurológicos como anosmia, dolores musculares o cefalea. Por ejemplo, los estudios realizados en China señalan que más del 36% de los pacientes presentó síntomas neurológicos y se incrementó el riesgo a padecer ictus en aquellos pacientes con un diagnóstico grave. Puede que el COVID-19 pase y no volvamos a contagiarnos, pero vemos que lo más peligroso no es solo el contagio sino también las secuelas que deja en el organismo y que pueden acompañarnos de por vida.