Las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre tabaquismo y deshabituación tabáquica

Escrito por: Dra. María Loreto Alemany Francés
Publicado:
Editado por: Albert González

 

¿Hay alguna forma de fumar que sea segura?

Respirar solo un poco de humo de tabaco es perjudicial. El humo de tabaco contiene más de 250 sustancias químicas que son dañinas tanto para los fumadores como para quienes solo lo respiran (fumadores pasivos).

 

Entre estas sustancias se encuentra el cianuro, el monóxido de carbono o el amoníaco. Entre ellas hay decenas de sustancias carcinogénica, es decir, capaces de causar cáncer. Entre ellas destacan nitrosaminas, arsénico, alquitrán, benceno, berilio, cadmio, cromo, formaldehido, hidrocarburos aromáticos, níquel y polonio-210 radiactivo.

 

Hoy en día, se sabe que no hay preparaciones de tabaco “seguras” y que todas sus formas de presentación (tabaco negro, rubio, “light”, puros, pipas, etc.) son muy peligrosas para la salud. En las últimas décadas, la difusión a gran escala de los efectos nocivos del tabaco y la prohibición de las campañas publicitarias engañosas de las grandes empresas tabacaleras han favorecido el descenso lento pero progresivo del consumo de cigarrillos entre la población española.

 

Sin embargo, a esta reducción del consumo de cigarrillos se ha sumado, en los últimos años, la aparición de nuevas formas de fumar, bajo el reclamo publicitario de ser más seguras y ayudar a “desengancharse” del tabaco tradicional.

 

El humo de tabaco contiene más de 250 sustancias químicas.

 

Los dispositivos a los que nos referimos son los siguientes:

  • Cigarrillo electrónico o sistema de “vapeo”: cilindro de acero con el mismo aspecto de un cigarrillo, con un cartucho que contiene un líquido, propilenglicol, glicerol o una mezcla de ambos. Al inhalar, se enciende una resistencia que convierte el líquido en vapor que el fumador inhala como si se tratara de un cigarrillo convencional. En el vapor se ha detectado formaldehído, acetaldehído y acroleínas, así como níquel, cromo y plomo, sustancias que en absoluto son inocuas.
  • Pipas de agua: de origen oriental se está extendiendo su uso en occidente. Liberan grandes cantidades de alquitrán. La absorción de monóxido de carbono está muy elevada porque las sesiones suelen ser muy largas.
  • Juul: disponible por internet. Es un dispositivo similar a las memorias USB que se carga con una cápsula que contiene unas 200 caladas de nicotina (dosis similar a la de un paquete), por lo que proporciona una dosis muy potente que lo hace muy adictivo. Se trata de un mercado emergente que emplea técnicas de marketing muy agresivas entre la juventud.
  • IQOS: es un nuevo dispositivo que calienta el tabaco hasta los 350-400 grados, en vez de superar los 1.000 que alcanza el cigarrillo convencional, de ahí su nombre (IQOS, I Quit Ordinary Smoking, dejo el tabaco habitual). A la temperatura que alcanza, el humo que libera contiene un menor número de sustancias tóxicas y un 84% de la nicotina de un cigarrillo convencional, cantidad más que suficiente como para seguir siendo adictivo. Contiene además componentes cancerígenos, algunos en menor cantidad, pero otros en cantidad muy superior al tabaco tradicional, como el acenafteno y el alquitrán. Los reclamos que emplea esta industria es dar a entender que es más saludable que el tabaco industrial, pero realmente no existen datos indicativos de que sea así.

 

Todas las investigaciones “independientes” realizadas indican que estos dispositivos no son inocuos. Contienen las mismas sustancias nocivas que el cigarrillo tradicional, son capaces de causar los mismos problemas de salud y no han demostrado que incrementen sus tasas de abandono. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acuñado el eslogan “tabaco: mortífero en todas sus formas”, al que se han sumado todas las sociedades científicas del mundo.

Por Dra. María Loreto Alemany Francés
Neumología

La Dra. María Loreto Alemany es una reputada neumóloga en Murcia que cuenta con más de 25 años de experiencia profesional. A lo largo de su carrera, se ha especializado en EPOC, asma, apnea del sueño, infección respiratoria o tabaquismo, entre otras. Ejerce como facultativo titular del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia, donde es responsable del Área de Técnicas Neumológicas Intervencionistas. Cuenta con la certificación de "Experto" en Tabaquismo (SEDET) y en Bronquiectasias. Ha sido pionera en el manejo de pacientes con hipertensión pulmonar en la CCAA de Murcia y forma parte del Comité de Enfermedades Autoinmunes y del Comité de Cáncer de Pulmón de su hospital. Asimismo, tiene amplia experiencia dentro de la neumología privada desde hace más de 10 años.

A lo largo de su trayectoria profesional ha combinado su actividad asistencial con otras facetas. Tras su especialización realizó la Tesis Doctoral y obtuvo el grado de Doctora en Medicina. Es profesora colaboradora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia y docente clínica de médicos internos residentes (MIR).

Ha presidido la Sociedad Murciana de Neumología (SOMUPAR), colabora con la SEPAR (Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio) y ha sido miembro de la Comisión Nacional de Neumología del Ministerio de Sanidad. Fruto de su actividad investigadora ha colaborado en ensayos clínicos, cuenta con más de cien comunicaciones a congresos y ha publicado numerosos trabajos en revistas especializadas. Además, ha sido ponente en gran número de cursos, charlas y conferencias dentro del campo de la Neumología.

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