Las dudas más frecuentes sobre la prótesis de cadera
Escrito por:La prótesis de cadera es una intervención quirúrgica que permite sustituir una cadera enferma (normalmente por artrosis o por fractura) por una nueva articulación que permite hacer una vida normal, activa y sin dolor.
La operación en sí se puede llevar a cabo de diferentes formas y con diferentes modelos de prótesis; en este artículo te ayudaremos a aclarar todas las dudas al respecto.
La edad indicada para una prótesis de cadera
La prótesis de cadera es una operación que no tiene edad, dado que depende de la situación de cada paciente.
Dicho esto, es cierto que la prótesis tiene un desgaste natural, por lo que es lógico pensar que, cuanto antes tenga que ponerse en la vida de una persona, antes necesitará recambiarse alguna pieza.
¿Cuánto dura una prótesis de cadera?
La duración media, según los registros médicos, ha aumentado mucho con la mejora tecnológica de los materiales de fabricación, que son mucho más resistentes y duraderos que antaño. Con esto, la vida de la prótesis puede prolongarse hasta 20 o 25 años, especialmente si no presenta problemas durante su primer año.
Los materiales de una prótesis de cadera
Dentro de los componentes que conforman la prótesis, existen diferentes piezas que cumplen una función determinada cada una y es esto lo que condiciona el material más adecuado para su fabricación.
Los biomateriales que componen una prótesis de cadera son, principalmente, titanio y/o acero y cerámica.
Por otro lado, en una prótesis podemos distinguir unos componentes fijos, que van anclados al hueso de forma directa o usando biocemento, y unos componentes móviles, que permiten el movimiento de los componentes fijos entre sí. Para la manufactura de los componentes móviles se utiliza biocerámica o bien un elemento de elevada resistencia llamado polietileno. Estos materiales son hipoalergénicos, especialmente desde que se eliminó el níquel de las prótesis hace ya tiempo.
¿Qué tipo de diseño de prótesis hay y qué influye en su elección?
Existen numerosos diseños diferentes de prótesis, que se adaptan a las necesidades de cada caso concreto. En general, el implante protésico debe de cumplir las premisas de seguridad, durabilidad, biocompatibilidad y funcionalidad, para lo que existen numerosos controles de calidad.
La elección del mismo está condicionada tanto por las características del paciente, como por la familiarización del cirujano con una prótesis en concreto, ya que es esencial conocer sus peculiaridades técnicas para poderla colocar correctamente. Por tanto, y dado que no todas las prótesis son iguales, el especialista en Cirugía de cadera deberá saber elegir cuál es la mejor prótesis para mi caso, en función de mi edad, actividad y características personales.
¿Cómo se implanta una prótesis de cadera?
Existen diversos abordajes o vías para implantar una prótesis de cadera. Los más utilizados clásicamente son el abordaje posterior (también llamado posterolateral) el anterolateral y el lateral directo (también denominado lateral).
Los abordajes clásicos son operaciones con seguridad y eficacia contrastada, pero que no están exentos de complicaciones específicas a cada uno. Con el uso de un abordaje u otro, existen una serie de posturas de la pierna que se deben de evitar tras la intervención para minimizar el riesgo de luxación o dislocación de la prótesis, especialmente los primeros meses después de la cirugía.
En los últimos años, se han comenzado a utilizar abordajes a la cadera ya conocidos para implantar prótesis de forma menos invasiva, como sucede con el abordaje anterior directo (llamado también simplemente anterior). El abordaje anterior ha demostrado su eficacia, aportando ventajas especialmente a lo que la preservación muscular se refiere. Esto permite una libertad de movimientos mayor que en los abordajes clásicos, evitando el riesgo de dislocación de la prótesis.
¿De qué depende el abordaje que se usa para implantar la prótesis?
El uso de un abordaje u otro depende de la formación y aprendizaje que haya tenido el cirujano de cadera en ellos. Cada “escuela de cadera” tiene tradicionalmente su preferencia, por lo que es necesario un programa específico de estancia en un centro acreditado para aprender un nuevo abordaje de forma correcta y segura.
Es importante aclarar que no existen abordajes “buenos” ni “malos”, sino que son herramientas de las que dispone el cirujano de cadera para poder ofrecer un beneficio mayor a sus pacientes en función de sus características y necesidades.